De Frente
Por: Miguel Ángel Mata Mata
El periódico El Universal publicó el domingo, 4 de agosto, un reportaje bajo el título: Acapulco: detrás de la violencia hay un drama social.
Violencia, impunidad, pobreza y olvido son los calificativos que resumen la actualidad de un puerto que fue potencia turística mundial, y segunda casa de las estrellas de Hollywood hasta la década de los años ochenta.
De entonces, a la fecha, los grandes empresarios, y sus cadenas hoteleras o restauranteras, han abandonado al puerto.
Aunque responsabiliza a los caciques y al crimen organizado de la grave situación que vive el puerto, el reportaje no haca una comparación obligada:
¿Quiénes han gobernado al puerto de Acapulco desde aquella década de 1980?
La respuesta es la misma: los partidos de la Revolución Democrática, Movimiento Ciudadano, de Regeneración Nacional y, por ahí, entre PRD y MC, un PRI agonizante que triunfó en una elección a partir de la misoginia y división entre los partidos que presumen una ideología de izquierda.
¿Izquierda? Esos partidos, y sus partisanos, están muy lejos de comprender ese concepto, salvo que es un hermoso trampolín para administrar los bienes ajenos… en beneficio propio.
--- ¡Pinchemente!
JOSE EMILIO PACHECO Y LA PALABRA "PINCHE"
En octubre de 2013, más de 200 expertos se reunieron en el VI Congreso Internacional de la Lengua Española, en Panamá. En ese marco, el periódico «El País» solicitó a veinte escritores del mundo hispanohablante que contribuyeran a crear un Atlas sonoro de las palabras más autóctonas del español.
Narradores, poetas y ensayistas eligieron el vocablo que consideraron el reflejo más fiel de su país para que los internautas continuaran con sus propuestas en el blog «Papeles perdidos».
José Emilio Pacheco, de México, seleccionó la palabra “pinche”.
Pinche es una de las palabras más utilizadas en México, mayormente como insulto, grosería o hasta una simple expresión.
De acuerdo con la Real Academia Española (RAE), un pinche es una “persona que presta servicios auxiliares en la cocina”.
Su etimología viene de pinchar
Según el diccionario del español de México, del Colegio de México, Pinche es lo que es despreciable o muy mezquino: “¿Qué se podía esperar de un pinche empleado?”, “Al rato dejo el pinche hábito de fumar”, “De nadie era la culpa.
Que es de baja calidad, de bajo costo o muy pobre: “En la boda nos dieron una comida pinche”, “Me trajo un regalo pinche”, “Vive en un departamento muy pinche”,
“Cada vez los sueldos son más pinches”
LOS PINCHES ALCALDES
Según el reportaje, lo que han hecho de Acapulco, a partir de la década de los ochenta, y según el discurso de José Emilio Pacheco, así como los diccionarios de la lengua española y mexicanismos, es que lo han convertido en un pinche puerto donde la buena imagen, la antigua administración municipal, las grandes inversiones y los turistas ricos, que por aquí paseaban, se ha ido a la chingada.
Habrá que buscar en el diccionario la clasificación de Pinche que toque a cada uno de los responsables de la administración municipal de este pinche bello puerto.
A lo mejor ha sido un pinche buen alcalde.
A lo mejor un pinche alcalde ojaldra.
A lo mejor, pinchemente, se han llevado varios miles de millones en su bolsa.
Por cierto. Desde esa década, salvo un alcalde, los demás no han nacido en Acapulco.
¿Así cómo pues, van a querer, aunque sea pinchemente, al puerto?
¡Qué pinches!
LA CHINGADA
Aunque La Chingada, es el rancho donde vivirá el presidente después de terminar su periodo como presidente de México, La Chingada es un término con el que, en el habla popular y coloquial de los mexicanos, se hace referencia a un variado número de lugares y personalidades imaginarios.
La Chingada está relacionada con el verbo chingar, también de uso intensivo en México como palabra malsonante, y tal vez ofensiva.
Guido Gómez de Silva remite el origen al español chingar.
El Diccionario de la lengua española señala que chingar deriva de čingarár, término del caló que tiene el sentido de pelear.
Por su parte, los autores del Diccionario de nahuatlismos en el español de México lo ubican como un nahuatlismo controvertido, relacionado con la voz náhuatl tzinco ("en el ano").
La siguiente lista de expresiones donde se emplea La Chingada y términos derivados aparece en Gómez de Silva (2001).
Estar dado a la Chingada: arruinado.
Estar de la Chingada (o de la retostada): ser algo malo, difícil o complicado. Estar bien Chingado: estar enfermo o en situaciones económicas desfavorables.
También se dice "Estar jodido". Ir hecho la Chingada: ir rapidísimo. Irse a la Chingada: irse disgustado.
Irse algo a la Chingada: dañarse, romperse. Llevárselo a alguien la Chingada: estar enojado, estar en aprietos. Mandar a alguien a la Chingada: despedir con desprecio o disgusto a quien importuna.
¡Me lleva la Chingada!: exclamación de protesta que se usa para dar salida al enojo, cuando se sufren adversidades, o de sorpresa.
¡Ah, qué la Chingada!: Exclamación popular cuando algo desfavorable se torna recurrente. Estar chingando: Estar molestando. Chingar [algo]: Arruinar una cosa. Estar chingándole: Estar trabajando.
Chingarse [a alguien]: Haberle robado algo a alguien.
También puede tener una connotación sexual (hacerle el amor o quizá hasta, según el contexto, abusar sexualmente de alguien).
--- ¡Ah, Chingao!
EL REPORTAJE
El reportaje del periódico El Universal nos ha chingado, muy pinchemente, aunque ha quitado el antifaz de pinches alcaldes que han sabido chingar, en beneficio propio, a la administración pública para llevar, según se dice pinchemente por ahí, una vida Chida.
Es posible que algunos pinches asesores, que se alquilan para hacer como que hacen y nomás saben cobrar cada quincena, quieran enjuagar el cerebro a su asesorado y echar chingadazos. Tranquilos.
Existe un día dedicado a los mexicanismos, y al idioma español. Recientemente se hizo una relación con los mayormente usados.
De todas, seleccionaron siete.
Ahí les van, pinchemente y sin el ánimo de chingar a nadie:
Wey.
El DEM la define como “Persona desconocida y despreciada”, pero también como “Tonto”.
Se cree que viene de la palabra “buey” y, que de ahí, por una homología lingüística, derivó en la palabra que ahora utilizamos. Sin embargo, ha sido tanto su uso, que ya se usa como un pronombre: “cómo estás, güey”.
Por ejemplo, cuando haces campaña, votas y, al final, no te dan chamba. O sea, te hacen wey.
Muchos que se fueron al partido Movimiento Ciudadano, en Guerrero, sabrán de qué cosa hablamos, wey.
Chafa
La usamos para decir que algo es “de mala calidad”, que no sirve correctamente o que simplemente no es “original”, sobre todo cuando se trata de un producto.
Se cree que tiene dos posibles orígenes, por un lado, un apócope de la palabra griega “chafallada”, que quiere decir cosa sin valor, o del inglés “chaff”, que significa, literal “paja” (inútil o deshecho).
Por ejemplo, la avenida Escénica fue arreglada por quien hoy es diputado federal, Javier Taja.
Su compostura fue, evidente, muy chafa.
Chido
Se cree que viene de la palabra gitana “chiro”, que quiere decir resplandeciente.
La usamos para referir que algo es bueno o que está bien; la RAE la define como palabra coloquial que significa “bonito, lindo o muy bueno”.
¿Han visto que la senadora Beatriz Mojica Morga anda que quiere brillar por todos lados? Quiere ser chida porque algo busca.
Dicen que le gustaría ser candidata a gobernadora dentro de tres años.
También quieren ser chidos Félix Salgado, Manuel Añorve, Abelina López y Mario Moreno Arcos.
--- ¡No, pues, chido!
--- ¿Otra vez o Ya, Chole?
Gacho
Aunque la RAE en sus primeras acepciones la define como algo hacia abajo “encorvado, inclinado”, es una palabra con la que designamos algo “feo o desagradable”, el DEM también la define como “de mala calidad”.
Es el antónimo por excelencia de “chido”.
Así han dejado a Acapulco esos pinches gobiernos que solo han chingado: gacho, gacho, gacho.
Apapachar
Sin duda una de nuestras palabras favoritas cuando se trata de consentir o hacer sentir bien a alguien. Viene del vocablo náhuatl “papachoa” o “papatzoa” y literalmente quiere decir: “ablandar con los dedos”.
Los aztecas la usaban para dar un abrazo cariñoso o para “acariciar con el alma”.
El Diccionario de México define el apapacho como: “Manifestar amor, ternura, compasión a alguien mediante cariños, besos y trato cuidadoso y delicado”.
- ¿Alguien podría comenzar a apapachar a nuestro querido puerto de Acapulco? ¿Quién?
Chingón
Suele usarse para referir que algo “es bueno”.
Y aunque la RAE la define como “Dicho de una persona: Competente en una actividad o rama del saber”, la verdad es que aplica para todos los sentidos de la vida.
Estas han sido algunas palabras que fueron estudiadas el día del español, que se conmemora el 23 de abril pero que hoy, a partir de un reportaje, nos ha provocado dar un apapacho chingón al puerto, aunque sea muy pinchemente, sin ánimo de chingar a nadie.
Un apapacho a todos.
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