lunes, 24 de septiembre de 2018

Golpe brutal ley 701


*Brutal golpe a las comunidades indígenas y afromestizas por territorio de mineras
Por Arturo González Celestino /Reportaje
Chilpancingo, Gro.- La reforma al artículo 14 de la Constitución Política del Estado, con la que los diputados se “aseguran el pleno respeto a la autonomía y autodeterminación de los pueblos y comunidades indígenas”, no es más que un golpe brutal y faccioso en contra de la Ley 701 de Reconocimiento, Derechos y Cultura Indígena.
La reforma aprobada por los diputados de los diferentes partidos políticos (PAN, PRI, PRD, MC, Panal), no es más que un intento por entregar el territorio guerrerense a las mineras que tienen colapsadas a las tierras indígenas y afromestizas.
Las policías comunitarias han sido un verdadero escollo para los intereses económicos de los grupos empresariales y políticos que se sienten dueños del estado de Guerrero, por lo que las autoridades de gobierno enviaron una iniciativa de reforma al congreso la cual fue aprobada cuyo fin último es terminar con todos los obstáculos.
La redacción original indicaba que “La ley establecerá las bases para una adecuada armonización entre el sistema jurídico estatal y los sistemas normativos indígenas y afromexicanos en materia de seguridad pública e impartición de justicia; así como para aplicar sus sistemas normativos en la solución de los conflictos internos de sus comunidades. También regulará los procedimientos de validación de sus resoluciones por los jueves y tribunales competentes de conformidad en el orden jurídico estatal y federal”.
Tras los reclamos de los diferentes partidos políticos se acordó hacer varias adecuaciones, por lo que quedó así:
“La ley establecerá las bases para una adecuada delimitación de competencias en las materias de seguridad pública e impartición de justicia y de los mecanismos legales de vinculación y coordinación entre los sistemas normativos indígenas y el sistema jurídico estatal para que los pueblos indígenas y afromexicanos apliquen sus propios sistemas normativos, tratándose de delitos que afecten bienes jurídicos propios de un pueblo o comunidad indígena o afromexicana o bienes personales de algunos de sus miembros se establecerá a lo dispuesto por la legislación nacional aplicable”.
El objetivo del Congreso local, busca cumplir órdenes del ejecutivo, que buscaba y sigue buscando reformar la Constitución estatal para desarmar e impedir que las guardias comunitarias sigan desempeñando funciones de seguridad como prevenir, investigar y castigar delitos mediante esquemas internos de justicia popular.
Se pretende inhabilitar no solo a los grupos de autodefensa que acusó de estar infiltrados por el narco, sino también a la Policía Comunitaria de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC-PC), que operan en la región de Costa Chica y la Montaña.
El objetivo también es contrarrestar el efecto expansivo de los grupos de autodefensa que fueron alentados, armados y equipados por el exgobernador Ángel Aguirre Rivero y actualmente siguen proliferando en las siete regiones ante el vacío de autoridad de esta entidad colapsada por la narcoviolencia, impunidad y corrupción gubernamental.
El ejecutivo estatal y el Congreso Local de mayoría priista, buscan destruir las policías comunitarias, pretende que no se sigan desempeñando con cierto poder de decisión en sus pueblos y comunidades.
Las autoridades acusan a las policías comunitarias de estar infiltradas por el crimen organizado, y ello puede ser cierto, porque ese objetivo de desviar el sentido real de las organizaciones de autodefensa, fue obra del gobierno de Peña Nieto y del gobernador del estado, con la finalidad de destruirlas. Fueron las autoridades federales y estatales las que pactaron con el crimen organizado pata infiltrar a las guardias comunitarias, fueron las autoridades quienes facilitaron información y demás condiciones para que el crimen estuviera dentro de esas organizaciones.
Además fue el gobierno que auspició y alentó la formación de grupos de autodefensas en algunas regiones de la Tierra Caliente con elementos del narco en su interior.
Para lograr un posible consenso de la ciudadanía de Guerrero en contra de la existencia de las guardias comunitarias a lo largo y ancho del estado de Guerrero, el gobierno federal dio a conocer un informe en el que se señala que  algunos grupos de autodefensa son “paramilitares vinculados con el narco”, entre ellos señala a la Unión de Pueblos y Organizaciones del estado de Guerrero (UPOEG) –que opera en Acapulco y las regiones de Costa Chica, Centro y la Sierra–, La Tecampanera de Teloloapan, El Movimiento Adrián Castrejón de Apaxtla, Paz y Justicia de Chilapa, Movimiento por la Paz de San Miguel Totolapan, y las guardias comunitarias que tienen presencia en la franja minera del río Mezcala.
Por su parte el mandatario guerrerense reconoció que los grupos de autodefensa que operan en las regiones Centro, Acapulco, Costa Grande, Tierra Caliente, zona Norte y la Sierra “solo pelean territorios para imponer su hegemonía, no defienden a la población y lo que procede será enfrentarlos”, además de que era necesario desaparecer a esas autodefensas por su vinculación con el narco.
El artículo 14 de la Constitución local establece el reconocimiento del gobierno a los esquema de seguridad y justicia que implementan las guardias comunitarias en la entidad, al señalar:
“El Estado reconoce y garantiza las acciones de seguridad pública y prevención del delito; de su sistema de faltas, sujetas a su reglamento interno, que no constituyan ilícitos tipificados en el Código Penal del Estado, y que implementen los Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas, dentro de sus localidades, de acuerdo a sus prácticas tradicionales, cuyo seguimiento de acción se dará a través de su Policía Comunitaria o Rural, integradas por los miembros de cada comunidad y designados en Asamblea Popular o General, y con sujeción a la Ley de Seguridad Publica y su reglamento interno de esta entidad. Dichas policías tendrán una estrecha vinculación, colaboración y coordinación con el Sistema Estatal de Seguridad Pública, en lo que hace a su registro, control, supervisión, asesoría, capacitación y evaluación”.
La iniciativa de decreto del Ejecutivo planteaba una modificación total del artículo ya que  prohíbía detener personas, investigar, perseguir y castigar delitos como lo vienen realizando la CRAC-PC y la UPOEG, ambos afincados en pueblos originarios de la Montaña y Costa Chica, así como al resto de los grupos de autodefensa que operan en las regiones Centro, Tierra Caliente, Costa Grande, zona Norte y la Sierra, y señalaba que
“La Ley establecerá las bases para una adecuada delimitación de competencias en las materias de seguridad pública e impartición de justicia y de los mecanismos legales de vinculación y coordinación entre los sistemas normativos indígenas y el sistema jurídico estatal para que los pueblos indígenas y afromexicanos apliquen sus propios sistemas normativos”.
Más adelanta expresaba que “Tratándose de delitos que afecten bienes jurídicos propios de un pueblo o comunidad indígena o afromexicana o bienes personales de algunos de sus miembros, se estará a lo dispuesto por la legislación nacional aplicable”.
La propuesta antes de ser aprobada por el congreso fue ampliamente criticada por la diputada local perredista y ahora diputada federal electa de Morena, María del Carmen Cabrera Lagunas.
Por su parte la diputada local por Morena María de Jesús Martínez Cisneros, señaló que “los diputados son incapaces de renunciar al mayoriteo, al albazo y a sus acuerdos cupulares que en este caso agreden a la libre determinación y autodeterminación de los pueblos y comunidades indígenas de Guerrero”.
Por su parte el gobernador del estado, Héctor Astudillo Flores, llamo a los policías comunitarios a volver a su esencia y ajustarse a la ley 701, así como a no dedicarse a generar conflictos entre ellos que terminen en muerte y bloqueos, por las diversas muertes de policías comunitarios.
Apunto que las muertes de los comunitarios en la Sierra de Guerrero, mantiene relación con el crimen organizado, es por eso que se han realizado diversos enfrentamientos entre UPOEG y CRAC-PC, cada una de las comunitarias indígenas de la son verdaderamente de la CRAC-PC y de las demás policías son grupos armados disfrazados de comunitarios que se dedican a asaltar, robar, secuestrar y matar.
Hay que recordar que el 8 de abril del 2011, se publicó la ley 701, que le da sustento jurídico a la CRAC, para hacer funciones policiacas y de justicia, donde opera la policía comunitaria se remite a los acusados a la casas de justicia, sin derecho a un abogado son juzgados en la asamblea, la pena pueda ser cárcel, trabajo comunitario o el pago de una multa.
Desde el año 2012 hasta la fecha del presente año, la ola de inseguridad aumento por lo que en varios municipios de Guerrero, la respuesta fue la autodefensa, dando inicio de levantarse en armas las entidades de Olinala, Ayutla de los Libres, San Miguel Totolapan, Leonardo Bravo (Chihihualco), Helidoro Castillo (Tlacotepec), Teloloapan, Quechultenango, Mochitlán y varias comunidades del municipio de Chilpancingo.
Hoy en día las autodefensas se extendieron en Chilpancingo y Acapulco, varios de los grupos armados denominados autodefensas, señalan que han robado joyas, automóviles, han secuestrado, robado ganado y demás materiales de valor, con mucha impunidad siguen haciendo matanzas por solapamiento del actual gobierno corrupto.

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