Editorial
Graves
lastres de inseguridad
A
un año de su arribo al poder, los secretarios de seguridad Pública Pedro
Almazán y Xavier Olea, no ha dado señas de querer resolver los múltiples
problemas, no han querido resolver la grave problemática de inseguridad.
El
grave lastre en la entidad, es el Fiscal General del Estado (FGE), Xavier Olea
Peláez, que envolvió al mandatario en un escándalo nacional al asegurar en San
Jerónimo El Grande, municipio de Ajuchitlán del Progreso, que tenía
instrucciones de Astudillo para ejecutar al secuestrador Raybel Jacobo Almonte,
El Tequilero.
Pero
¿qué se puede esperar de un Fiscal que acepta que su Fiscalía es la cueva de
Alí Babá y que en sus más de 40 años que lleva litigando siempre ha sobornado
para ganar? Además, desde su arribo se ha convertido en levantador de cadáveres
que inclusive le han ido a dejar cerca de sus oficinas.
Otro
lastre es el Secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Pedro
Almazán Cervantes – imposición del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel
Osorio Chong -, quien ha sido señalado de brindar protección a
narcotraficantes. Su papel ha sido gris al grado de que la inseguridad en
Guerrero se ha vuelto insostenible.
Con
estos lastres dentro de la administración, menos podrá hacerle frente a la
grave problemática que se vive en la entidad y lo peor es que no puede
correrlos por los compromisos políticos adquiridos.
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