Sin Concesiones
Armando Patrón
La incapacidad de Leyva Mena
Inseguridad e ingobernabilidad han caracterizado a la
administración del priista Marco Antonio Leyva, que junto con el cabildo en
conjunto han mostrado incapacidad, torpeza y mediocridad, para darle solución a
los diversos problemas que aquejan a esta alicaída ciudad de Chilpancingo.
Los problemas en su conjunto pueden estar siendo
generados por la gente de Astudillo enquistada en la administración municipal,
quienes se encuentran molestos porque el alcalde de Chilpancingo, Marco Antonio
Leyva, atiborró de gente de Mario y Ricardo Moreno, la nómina del Ayuntamiento.
Pero está claro es que ello se debió a que el grupo de Los Moreno, fueron los
que ayudaron a ganar al alcalde quien a unos cuantos días de la elección y el
mismo día lograron que el PRI refrendara el triunfo.
Todo eso tiene molesto y lleno de ira al gobernador
del estado, Héctor Astudillo Flores, un personaje rencoroso y burdo que explota
la gubernatura de Guerrero en beneficio personal y de un grupo de mafiosos y
sátrapas, que mediante migajas quieren hacerse de lealtades. Astudillo además
no ha cumplido el pacto sostenido con el grupo de Mario Moreno, quien le
prometió la presidencia del PRI, a cambio de que le ayudaran a ganar la
gubernatura.
Eso se llama traición, y en política eso no debe
ocurrir. No se puede gobernar incumpliendo pactos con las diversas fuerzas
políticas, no se puede gobernar únicamente con un grupúsculo, cuando las encuestas avientan hasta el tercer lugar a
ese partido rumbo a las elecciones del 2018.
Astudillo gobierna al lado de la corrupción, en su
gobierno está metida gente de la peor calaña. El estado de Guerrero ha
empeorado desde su llegada, los crímenes, robos, asaltos, secuestros y
extorsiones han aumentado desde que asumió la gubernatura, aunado a que
pretende imponer como presidente interino a su maletero, el inefable Cesar Armenta.
Lo único que se ha logrado es dar a conocer a un Presidente Municipal incapaz,
insensible y torpe, y a un gobernador ambicioso, ramplón y gustoso de que su
capital del estado esté en la inmundicia, porque no ha mostrado el más mínimo
interés en que se mejore la situación de la basura en el municipio.
Astudillo, Marco Antonio Leyva Mena, y la mayoría de
los integrantes de su cabildo, están bañados en una piscina de porquerías e inmundicias que
hieden a miles de kilómetros. Invitan a dar el grito de independencia, mientras
la gente grita de desesperación, enferma a pasos agigantados. Allí solo se consideran para una promoción o
aumento de sueldo a aquellos selectos grupos de empleados que son lambiscones
políticos e incondicionales y cómplices de los desmanes y desvaríos de la
Administración Municipal.
Astudillo, Marco Leyva y Manuel Añorve, son parte del
grupo de aquellos que les ríen las gracias y le rinden culto a la maldad que
prima en ese Municipio, cometiendo toda clase de injusticias y abusos contra
los empleados que son clasificados como potenciales adversarios y desafectos de
su administración.
Nada de lo que prometió Astudillo se ha cumplido, Nada
de lo que prometió Marco Leyva se cumplirá. Su ambición desmedida por el dinero
los llevará a la derrota este próximo 2018.
Astudillo y su grupo de corruptos están hundiendo al
estado en el estiércol. De todos es conocido su capacidad de saqueo. Es el
único gobernador del estado que no tiene ni un peso, pero que tiene a una
esposa y a unos hijos multimillonarios. Es la cueva de Alí Baba.
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