Por Redacción
México, D.F. Cimacnoticias.- Para lograr que
al menos 50 países ratifiquen para 2018 el Protocolo de Trabajo Forzoso –delito
del que son víctimas 11.4 millones de mujeres y niñas en el mundo–, la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentó la campaña “50 for
Freedom” (50 por la Libertad), y una plataforma digital con estadísticas e
historias de mujeres que padecieron esta forma de esclavitud moderna.
El 11 de junio de 2014 la OIT adoptó un nuevo
Protocolo para combatir las formas modernas de esclavitud, pero más de un año
después sólo un país –Níger– lo ha implementado.
A fin de conseguir que para 2018 medio centenar de
países ratifiquen el protocolo y desarrollen estrategias para prevenir el
trabajo forzoso, la OIT junto con la Confederación Sindical Internacional y la
Organización Internacional de Empleadores presentaron la plataforma en línea
(http://50forfreedom.org/es/), en la que se invita a la sociedad a impulsar
este tratado internacional al interior de sus naciones.
La OIT recordó que 20.9 millones de personas son
víctimas de trabajo forzoso en el mundo, de las que 55 por ciento son mujeres y
niñas, quienes principalmente son forzadas a la explotación sexual. Muchas
otras mujeres –abundó el mecanismo– son engañadas para que realicen trabajos
del hogar sin remuneración en un país distinto al suyo.
Con la campaña se informa que las nuevas formas de
esclavitud moderna hacen difícil el reconocimiento del trabajo forzoso, ya que
la mayoría de las víctimas son inducidas a aceptar lo que en apariencia es una
buena oportunidad laboral, las mantienen aisladas, trabajan para pagar una
deuda muy grande, les prometen un salario que nunca reciben, trabajan largas
jornadas sin pago de horas extras, viven y laboran en condiciones abusivas, son
amenazadas, secuestradas, y reciben golpes o son violadas.
El nuevo protocolo de la OIT es vinculante y actualiza
el Convenio 29 de la OIT sobre trabajo forzoso, ya que requiere medidas para
proteger mejor a las y los trabajadores de prácticas de reclutamiento
fraudulentas o abusivas, en especial a personas migrantes.
Además, el protocolo requiere de que los países
garanticen la liberación, recuperación y readaptación de las víctimas de
esclavitud moderna, y las protege de sanciones ante cualquier actividad ilícita
que hayan sido obligadas a cometer.
El protocolo también obliga a que las naciones
garanticen que todos los sectores estén protegidos por la legislación laboral
–incluso cuando no son residentes legales del país donde trabajan–, que se
fortalezca la inspección, se adopten medidas adicionales para educar e informar
sobre trata de personas, y se sancionen las prácticas abusivas y fraudulentas
de contratistas y agencias de empleo.
De acuerdo con el organismo internacional, una vez que
los países ratifiquen este protocolo para que entre en vigor, deberán informar
regularmente sobre las medidas concretas que adopten para terminar con esta
esclavitud moderna.
La
OIT recordó que 20.9 millones de personas son víctimas de trabajo forzoso en el
mundo, de las que 55 por ciento son mujeres y niñas.
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