*Héctor
Astudillo y Manuel Añorve los beneficiados de los desfalcos millonarios
Por
Armando Patrón
Chilpancingo, Gro.- La Situación
financiera en los municipios del estado de Guerrero, y en especial en los de
Chilpancingo y Acapulco, no debe quedar en la impunidad, sino que se deben
aplicar sanciones penales y administrativas, a quienes saquearon, desviaron y
utilizaron para beneficio personal el dinero del pueblo.
Los casos de
Chilpancingo y Acapulco, es el reflejo del nuevo PRI, un partido con una nueva
camada de ladrones, con una nueva cara que ofrece simulación saqueo, quebranto,
corrupción, impunidad y desvergüenza.
Son más de 112
millones de pesos que no aparecen en el Ayuntamiento capitalino, y que fueron
desviados quien sabe donde por parte del actual diputado local y ex presidente
municipal Héctor Astudillo Flores, quien se pasea burlonamente en el Congreso
local, sabedor de que la impunidad es un arma a su alcance.
Primero Héctor
Astudillo, saqueó impunemente las arcas de la capital, y mucho dinero fue a
parar a negocios familiares, principalmente patrocinados por sus hijos, quienes
obtuvieron ganancias millonarias, gracias a los arrendamientos de la flota de
autos que estuvieron a cargo de ese Ayuntamiento.
Fueron millones de
pesos que desvío para la campaña a la gubernatura de Manuel Añorve, y otros
millones más para la campaña a la presidencia de Peña Nieto. En suma, colapso
las finanzas de la capital, dejando totalmente destruidas gran parte de las
calles.
Héctor Astudillo, siempre ha
buscado enriquecerse a cualquier costo, sin interesar el origen del
dinero. Con este fin pueden entrar simultáneamente en relaciones con Dios y con
el diablo. Primero Astudillo se hincó ante Ángel Aguirre Rivero, a cambio de
cinco millones de pesos, y después ante Bernardo Ortega, Presidente del
Congreso Local, para poder meter en nómina a lastres de la lambisconería como
Roberto Álvarez Heredia y Antonio Jiménez.
Héctor Astudillo muestra síntomas de megalomanía. En
particular busca obtener reconocimiento como “cerebro” de la
"inteligencia" priista. En cuanto a lo intelectual, ni en el colegio,
ni en la Carrera Profesional, ni en el
desempeño profesional, ni en campo alguno ha demostrado mayor capacidad. Carece
de potencialidad como líder. Por eso, antes de ser destituido como coordinador
de la fracción parlamentaria del PRI, presentó su renuncia y se enfrentó a los
impulsores de su vertiginosa carrera política.
Es un individuo de personalidad gélida y es poco comunicativo.
Carece absolutamente del sentido humano en los vínculos que establece,
inclusive en el ambiente familiar. Astudillo Flores practica la traición en
forma consuetudinaria. No cree en la existencia de amigos. Muestra una total
falta de sinceridad. Inclusive como se pudo constatar traicionó al grupo
Figueroa. Todos recordamos que en la sucesión del ex gobernador René Juárez
Cisneros, el candidato natural era Carlos Sánchez Barrios y no él. Pero gracias
al grupo Figueroa, Héctor Astudillo Flores, fue el candidato a gobernador,
perdiendo posteriormente ante Zeferino Torreblanca Galindo.
Pero es persistente. Si no alcanza sus objetivos en la primera
ocasión, vuelve a intentar lo que se propone utilizando otros medios. La traición,
el engaño, la postración, entre otras, son las virtudes de un hombre rumbo a la
psicosis.
Héctor Astudillo Flores, tiene una forma particular de
desconcertar. Nunca se sabe exactamente lo que intenta hacer. Siempre da la
impresión opuesta de lo que realmente está haciendo y es absolutamente
inescrupuloso
Héctor Astudillo Flores, es especialista en la diseminación de
rumores y desinformación para obtener ventajas personales. Cuando ha sido
alcalde y Presidente del PRI desataba rumores de cambios, bajas, ascensos,
generando ansiedad o angustia en la gente a quienes dirigía sus rumores. En la
actualidad, del campo de los rumores ha pasado al terreno de los hechos pues es
él, un traidor al grupo Figueroa, que en gran parte es el causante de que su carrera
haya crecido vertiginosamente, pero también ese grupo será quien lo lleve
deterioro, al ostracismo y a la muerte política.
El grupo Figueroa ya se dio cuenta que Astudillo no es
confiable, que negocia para beneficio personal y que a un traidor no se le
puede tener consideración.
El diputado local, Héctor Astudillo Flores, acusado del desfalco millonario del Ayuntamiento de Chilpancingo.
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