miércoles, 16 de enero de 2013

En la impunidad el saqueó de los Ayuntamientos de Chilpancingo y Acapulco


*Héctor Astudillo y Manuel Añorve los beneficiados de los desfalcos millonarios
Por Armando Patrón
Chilpancingo, Gro.- La Situación financiera en los municipios del estado de Guerrero, y en especial en los de Chilpancingo y Acapulco, no debe quedar en la impunidad, sino que se deben aplicar sanciones penales y administrativas, a quienes saquearon, desviaron y utilizaron para beneficio personal el dinero del pueblo.
Los casos de Chilpancingo y Acapulco, es el reflejo del nuevo PRI, un partido con una nueva camada de ladrones, con una nueva cara que ofrece simulación saqueo, quebranto, corrupción, impunidad y desvergüenza.
Son más de 112 millones de pesos que no aparecen en el Ayuntamiento capitalino, y que fueron desviados quien sabe donde por parte del actual diputado local y ex presidente municipal Héctor Astudillo Flores, quien se pasea burlonamente en el Congreso local, sabedor de que la impunidad es un arma a su alcance.
Primero Héctor Astudillo, saqueó impunemente las arcas de la capital, y mucho dinero fue a parar a negocios familiares, principalmente patrocinados por sus hijos, quienes obtuvieron ganancias millonarias, gracias a los arrendamientos de la flota de autos que estuvieron a cargo de ese Ayuntamiento.
Fueron millones de pesos que desvío para la campaña a la gubernatura de Manuel Añorve, y otros millones más para la campaña a la presidencia de Peña Nieto. En suma, colapso las finanzas de la capital, dejando totalmente destruidas gran parte de las calles.
Héctor Astudillo, siempre ha  buscado enriquecerse a cualquier costo, sin interesar el origen del dinero. Con este fin pueden entrar simultáneamente en relaciones con Dios y con el diablo. Primero Astudillo se hincó ante Ángel Aguirre Rivero, a cambio de cinco millones de pesos, y después ante Bernardo Ortega, Presidente del Congreso Local, para poder meter en nómina a lastres de la lambisconería como Roberto Álvarez Heredia y Antonio Jiménez.
Héctor Astudillo muestra síntomas de megalomanía. En particular busca obtener reconocimiento como “cerebro” de la "inteligencia" priista. En cuanto a lo intelectual, ni en el colegio, ni en la Carrera Profesional,  ni en el desempeño profesional, ni en campo alguno ha demostrado mayor capacidad. Carece de potencialidad como líder. Por eso, antes de ser destituido como coordinador de la fracción parlamentaria del PRI, presentó su renuncia y se enfrentó a los impulsores de su vertiginosa carrera política.
Es un individuo de personalidad gélida y es poco comunicativo. Carece absolutamente del sentido humano en los vínculos que establece, inclusive en el ambiente familiar. Astudillo Flores practica la traición en forma consuetudinaria. No cree en la existencia de amigos. Muestra una total falta de sinceridad. Inclusive como se pudo constatar traicionó al grupo Figueroa. Todos recordamos que en la sucesión del ex gobernador René Juárez Cisneros, el candidato natural era Carlos Sánchez Barrios y no él. Pero gracias al grupo Figueroa, Héctor Astudillo Flores, fue el candidato a gobernador, perdiendo posteriormente ante Zeferino Torreblanca Galindo.
Pero es persistente. Si no alcanza sus objetivos en la primera ocasión, vuelve a intentar lo que se propone utilizando otros medios. La traición, el engaño, la postración, entre otras, son las virtudes de un hombre rumbo a la psicosis.
Héctor Astudillo Flores, tiene una forma particular de desconcertar. Nunca se sabe exactamente lo que intenta hacer. Siempre da la impresión opuesta de lo que realmente está haciendo y es absolutamente inescrupuloso
Héctor Astudillo Flores, es especialista en la diseminación de rumores y desinformación para obtener ventajas personales. Cuando ha sido alcalde y Presidente del PRI desataba rumores de cambios, bajas, ascensos, generando ansiedad o angustia en la gente a quienes dirigía sus rumores. En la actualidad, del campo de los rumores ha pasado al terreno de los hechos pues es él, un traidor al grupo Figueroa, que en gran parte es el causante de que su carrera haya crecido vertiginosamente, pero también ese grupo será quien lo lleve deterioro, al ostracismo y a la muerte política.
El grupo Figueroa ya se dio cuenta que Astudillo no es confiable, que negocia para beneficio personal y que a un traidor no se le puede tener consideración.
El diputado local, Héctor Astudillo Flores, acusado del desfalco millonario del Ayuntamiento de Chilpancingo.

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