Por César González Guerrero
Hace
muchos años que en el estado de Guerrero se espera el desarrollo integral para
todos sus pueblos y comunidades, pero lamentablemente ha sido muy lento y
desigual este proceso. Por supuesto que no es buscando culpables de ello como
se va a lograr, sino todo lo contrario, será aportando ideas y
responsabilidades de todos los sectores que conforman la sociedad guerrerense.
Para obtener resultados favorables es fundamental la unidad, el compromiso,
esfuerzo y lealtad. Nada aporta el divisionismo y la confrontación. Nada es
posible en el enfrentamiento político e ideológico, menos en un estado como el
nuestro que requiere no solo de la participación de sus ciudadanos sino también
de la solidaridad de las instancias federales.
En
ese contexto es pertinente destacar que todas las regiones socioeconómicas del
territorio guerrerense son de un alto potencial en recursos naturales que con
una racional explotación se alcanzarían
beneficios para la población en general.
En
esta ocasión deseo reiterar a quienes aspiran a ocupar cargos de elección
popular presenten opciones reales de
cumplir y que no haya ningún pretexto después para justificar gobiernos
carentes de capacidades para hacer realidad las aspiraciones de una vida mejor
para las familias.
Ya
es tiempo de que al menos en la Costa Chica se realicen y concluyan las obras
esperadas de impacto estatal y nacional.
Se reitera la conclusión de la modernización de la carretera nacional
Acapulco-Huatulco; rehabilitar y pavimentar accesos a puntos estratégicos para
el desarrollo regional; dignificar los
servicios de salud con áreas de especialidades pendientes de atender a la
población con mayores índices de marginación social; instrumentar el Programa
de Tecnificacion del campo; otorgamiento de créditos a los campesinos; promover y apoyar el sistema de producción
competitiva con mercados y precios justos; apoyar con el uso de las tecnologías
en las escuelas de todos los niveles. Rescatar los proyectos de apoyo a los
copreros, ganaderos, pescadores, cooperativistas, comerciantes, transportistas, prestadores de
servicio, etc. Fomentar la inversión con la instalación de industrias para la creación de empleos;
organizar grupos vulnerables, hombres y mujeres de diferentes edades para el
trabajo productivo; solo por mencionar algunos de tantos temas de urgente
atención.
Es
tiempo de creer en que sí se pueden solucionar problemas. Es tiempo de hechos y
menos palabras.
A la Costa Chica se le debe más desarrollo y quienes la conocen saben de su enorme potencial. La Costa Chica merece eso y más. Ya veremos.
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