martes, 13 de septiembre de 2016

Miseria y desolación por saqueo de mineras

*Gold Corp, propietaria de la millonaria veta de oro localizada en Los Filos-El Bermejal de Zumpango
Por Arturo González Celestino
Chilpancingo, Gro.- Las empresas mineras en el estado de Guerrero, forman parte del aparato represivo, inciden en la política gubernamental para mantener a raya a las diferentes organizaciones sociales y campesinas, que exigen cuantiosas  ganancias derivadas de la explotación de sus tierras.
Pero además, las empresas mineras, “financian” mediante lo que ellos llaman extorsión a poderosos grupos del crimen organizado, entre los que encontramos a los “Guerreros Unidos”, una organización narco de tinta paramilitar, responsable junto con el ejército mexicano de la desaparición de los 43 estudiante normalistas de Ayotzinapa.

A pesar de que las mineras son una fuente de trabajo para los pobladores de los municipios de Arcelia, Cocula y Eduardo Neri, así como de sus comunidades donde se encuentran los yacimientos, también forman parte del enriquecimiento ilícito del crimen organizado que obtiene jugosas ganancias gracias a la extorsión a esas empresas, delito que jamás es denunciado, pasando a formar parte de una fuente inagotable de recursos del narco.
La empresa canadiense GoldCorp, propietaria de la millonaria veta de oro localizada en Los Filos-El Bermejal, del municipio de Zumpango, no ha denunciado abiertamente los casos de extorsión y los asesinatos de sus trabajadores, convirtiéndose en una fuente de financiamiento de diferentes grupos del crimen organizado, quienes obtienen por año cerca de 326 millones de dólares por año.
Estos grupos mantienen sujetos a extorsión a todos los empleados de la mina que reciben u obtienen recursos derivados de la explotación de la mina.
Los dueños de esta multinacional, ha dejado en el abandono y la miseria a los cientos de trabajadores, ya que muchos de ellos han caído víctima del crimen organizado.
El caso más sonado fue el de tres trabajadores que fueron levantados por miembros de la banda de “Guerreros Unidos”, y que fueron encontrados asesinados días después. La empresa GoldCorp, se deslindó de sus trabajadores alegando que este incidente había ocurrido en un lugar lejano del lugar en donde se encuentra la mina.
Los grupos criminales son los que inciden en la política de las mineras, a cambio de dinero el crimen organizado les brinda protección, además de que se vuelven su brazo ejecutor para eliminar a sus opositores, Esa es la gran historia en Latinoamérica desde hace ya muchos años.
Las mineras entrega millones de pesos a grupos del crimen organizado, principalmente a los de Guerreros Unidos, implicados junto al ejército mexicano en la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa. Versiones indican que sus cuerpos fueron desaparecidos en una de las minas que extorsionan los miembros del cártel más protegido por las autoridades mexicanas en Guerrero.
A pesar de que las empresas que extraen las riquezas de suelo guerrerense, siempre han preferido pagar las extorsiones a miembros del crimen organizado para que las dejen trabajar a principios del año pasado, la mina de Carrizalillo, denunció que había estado sujeta a presiones del crimen para que entregaran varios millones de pesos a cambio de que los dejaran trabajar.
Pero, para ello el crimen organizado ha tenido que aterrorizar mediante los asesinatos, las desapariciones y las amenazas a los pobladores con la finalidad de quedarse con los millones de pesos producto de la extorsión, como lo es el caso de la comunidad de Carrizalillo.
De acuerdo con información de la Jornada, “La mina de la empresa canadiense Goldcorp, que produjo el año pasado unas 7.3 toneladas de oro, está en los límites de Mezcala y Carrizalillo, en el municipio de Eduardo Neri del estado de Guerrero.
También informaba ese mismo medio informativo que debido a ello, en fechas recientes “Peritos de la fiscalía general confirmaron la semana pasada el hallazgo de cinco cuerpos en tres fosas clandestinas ubicadas en un cerro cerca de Carrizalillo con presuntas víctimas de la violencia de grupos armados”.
Frente a la posibilidad de que la Suprema Corte analizara una Ley Minera que en años recientes se ha invocado para despojar a comunidades indígenas y campesinas por todo el territorio nacional, diversos actores han buscado obstaculizar los esfuerzos de la comunidad indígena para proteger su territorio. Por ejemplo, la propia Cámara de Minería buscó que el máximo Tribunal negara el amparo y protección a la comunidad indígena, cuestionando incluso que la consulta fuera necesaria antes de otorgar de concesiones mineras.
Hay que precisar que los municipios de Eduardo Neri, Cocula y Arcelia tienen más coincidencias que la inseguridad.
A estos ejidos de los tres municipios en los que se asentaron mineras, los hermana el río Balsas y el denominado Cinturón de oro, localizado a su ribera; también los índices de violencia.
Guerrero es uno de los estados más violento del país. El Índice de Paz México 2015, elaborado por expertos de Institute of Economics and Peace, arrojó que es la entidad más insegura. Tiene una tasa de homicidios de 44 por cien mil habitantes y una tasa de delitos violentos y de delincuencia organizada por encima de la media nacional.
En la carretera federal México-Acapulco, se encuentra el puente Mezcala, que resulta emblemático por dos cosas: divide los municipios de Eduardo Neri (zona Centro) y Tepecoacuilco (zona Norte), y también la influencia de dos grupos de narcotráfico, según el mapeo de la PGR: Los Rojos (Beltrán Leyva) y Guerreros Unidos (La Familia Michoacana).
En Tierra Caliente, la PGR sitúa una influencia de La Familia Michoacana y los Caballeros Templarios.
En Carrizalillo que miembros del narcotráfico extorsionan a los ejidatarios que rentan sus tierras a la minera. Los familiares de los tres muchachos que recién se mudaron a Iguala por las extorsiones que les hacían en Carrizalillo, denunciaron que Los Rojos eran los responsables.
Los Rojos impusieron una tarifa anual de cobro de piso, ya conocida entre los habitantes de Carrizalillo: 100 mil pesos a cada uno de los ejidatarios y de 40 mil pesos por cada uno de los 800 trabajadores de la mina. En el caso de los ejidatarios, cada año reciben el arrendamiento de sus tierras, y los trabajadores, el pago de utilidades.
En Carrizalillo, Guerrero, gran parte de sus mil habitantes obtienen ingresos por el arriendo de sus tierras a Goldcorp o trabajando en sus enormes instalaciones, donde entre 2012 y 2014 se produjeron 931 mil 500 onzas de oro.
Carrizalillo no es el único pueblo que ha quedado preso de la voracidad de la delincuencia organizada, que en la región también controla amplios sembradíos de amapola, una planta de la cual se extrae una resina para fabricar heroína.

Habitantes de pueblos vecinos como Amatitlán y Tenantla, algunos de los cuales también trabajan en las minas, denunciaron que vivieron el año pasado secuestrados por meses por sicarios incluso, que un niño murió al no poder ser trasladado a un centro de salud, hasta que las detenciones por el sonado caso de los estudiantes debilitaron al cártel.

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