viernes, 26 de febrero de 2016

Punta del cielo, Acapulco, la corrupción del PVEM

*Protege edil perredista Evodio Velázquez e intenta dar carpetazo al tráfico de influencias
Acapulco, Gro.- Mientras el alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre trató de salir al paso con un “todo en regla” referente a la situación irregular y la red de corrupción que se oculta detrás de la concesión de un espacio del ayuntamiento de Acapulco para instalar una franquicia del café Punta del Cielo, en el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), al que pertenecen los dueños de esa franquicia, han convocado para este lunes a un consejo político con carácter de urgente para tratar el asunto de la corrupción que pudre a ese partido, entre los temas está, por supuesto, el asunto de Punta del Cielo.
La concesión de un espacio de terreno dentro del ayuntamiento del Acapulco para instalar este café, es sólo la punta de una montaña de corrupción y tráfico de influencias que tiene su origen en el partido Verde y su líder en Guerrero, Marco Antonio de la Mora Torreblanca, sobrino del tristemente célebre ex gobernador, Zeferino Torreblanca Galindo.
De la Mora Torreblanca, un político de bajo nivel pero con gran poder adquisitivo logrado de manera súbita, se le asocia, entre otros, a dos grandes actos de corrupción. El primero tiene que ver con la millonaria multa (más de 88 millones de pesos) que le endilgó el Instituto Nacional Electoral (INE), al PVEM, hace escasos dos meses por una operación irregular inmobiliaria.

Según consignó el periódico La Jornada, el 12 de diciembre de 2015: “al Partido Verde Ecologista de México (PVEM), le impusieron otra multa de 88 millones 547 mil pesos por recibir dinero de origen desconocido para pagar unas camisetas que nunca recibió y por las que le dieron un terreno que escrituró a nombre de un ex miembro de la dirigencia, actual funcionario federal. En esta trama estuvo involucrado Arturo Escobar y Vega, quien firmó diversos contratos”. El ex miembro de la dirigencia a que hace mención la nota se trata de Marco Antonio de la Mora.
“El INE resolvió que el PVEM incurrió en una operación inmobiliaria “grave y dolosa” cuando detectó que pagó 11.2 millones en efectivo a Grupo Textil Joad por 763 mil playeras, pero la empresa incumplió el contrato y, a cambio, dio al partido un inmueble que fue puesto a nombre de Marco Antonio de la Mora”, según la versión dePublimetro.
El segundo hecho de corrupción donde de la Mora vuelve a aparecer como protagónico, se trata de las residencias compradas por líderes del PVEM en San Antonio Texas. Sumado al hecho de que actualmente cobra 190 mil pesos como asesor del gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello.
El asunto de las casas en San Antonio salió a la luz, luego de que Arturo Escobar y Vega Subsecretario de Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación, cayera de la gracia de Osorio Chong y se abriera una investigación en su contra que concluyó en su detención por uso de recursos de procedencia dudosa que no pudo acreditar. En noviembre de 2015, en el Aeropuerto de Chiapa de Corzo, Arturo Escobar y Vega, ex senador de la República y ex dirigente del Partido Verde Ecologista fue detenido con un millón 100 pesos en efectivo en una valija de la prestigiosa marca Louis Vouitton. Según El Universal, el dinero lo utilizaría para comprar una casa.
Pero Escobar y Vega ya tenía una casa de la que se negó hacer pública su posesión. Una mansión comprada en julio de 2007, valuada en 290 mil dólares, el equivalente a 4 millones 900 mil pesos, y situada en un fraccionamiento de San Antonio, Texas, en Estados Unidos.
De acuerdo al El Financiero, cuando Escobar y Vega adquirió la residencia, era senador por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), con un sueldo de 132 mil pesos mensuales. Su suplente era Marco Antonio de la Mora, quien años después volvería aparecer ligado a Escobar y Vega cuando este se hizo diputado federal, otra vez como suplente, año 2012.
Citando al diario Milenio, el semanario Proceso señaló que la residencia fue adquirida en junio de 2007 en el barrio The Oaks of Sonterra, en San Antonio, Texas. Está registrada a nombre de Escobar y de su esposa, María de Lourdes Domínguez.
Por pura coincidencia, también en esa misma fecha (agosto de 2007), Marco Antonio de la Mora se hizo de una residencia en el mismo sitio, ubicada en la calle Treaty Oak, 753, valuada en 3.7 millones de pesos. Los ingresos comprobables de Antonio de la Mora en esa fecha, eran evidentemente insuficientes para adquirir un inmueble de esas características.
En 2012, de la Mora vendería su casa de San Antonio, a Alejandro Carabias Icaza, otro líder del PVEM en Guerrero que en ese entonces era diputado federal por el distrito 4 de Acapulco. Según reportes de prensa, de la Mora la vendió para comprarse una más cara en Whisper Canyon, cerca de su antigua casa.
Otro líder del Verde en Guerrero, que también compró mansión en San Antonio, Texas, es Arturo Álvarez Angli, por la que pagó 3.8 millones de pesos. Este último, actual diputado federal por el distrito 8 con sede en Ayutla de los libres Guerrero, y a quien se le atribuye haber gestionado cerca de 50 millones de pesos para cuatro municipios de la Costa Chica bajo etiquetas culturales pero que de acuerdo a fuentes consultadas serán redirigidos para construcción de obra pública donde pretenden quedarse con la mayor cantidad de ese recurso federal, sin cumplir con el rubro para el que fue etiquetado originalmente.
Algo tienen en común todo este grupo de políticos del Verde con propiedades millonarias en Estados Unidos, pertenecen al mismo grupo de Marco Antonio de la Mora, lo mismo que el depuesto ex delegado en Guerrero de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Christian Uriel Garnica San Román, y el ex regidor acapulqueño, Sergio Godínez Maldonado, que aparecen como propietarios de la cafetería Café Punta del Cielo que se encuentra en el ayuntamiento de Acapulco, en el Parque Papagayo.
De acuerdo en un reportaje publicado en bajopalabra.com.mx, la semana pasada que se puede consultar en este link: http://bajopalabra.com.mx/red-de-corrupcion-tras-cafe-que-instalaron-en-ayuntamiento-de-acapulco/, los propietarios de la franquicia del café Punta del Cielo, cuya instalación el alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez acaba de minimizar con un “todo en regla”, fueron ayudados en la gestoría para la instalación del negocio particular por el regidor del Verde, Julián Enrique Granados Morga, presidente de la Comisión de Ecología del Cabildo. Un individuo que hasta el momento se ha ocultado para no explicar su participación en esta red de corrupción que, tarde o temprano, alcanzará al alcalde porteño.
El regidor Granados es además representante legal de la constructora: Constructora de Proyectos e Ideas Sostenibles S. A. de C. V., con Registro Federal de Contribuyentes CPE100822JJ0, creada como persona Moral y con domicilio en Cerrada Andrés Cerra Rojas N. 1000, en Tuxtla Gutiérrez. La empresa fue creada exprofeso para conseguir obra en la administración encabezada por Manuel Velasco Coello, que gobierna Chiapas desde el año 2012 y que también, casualmente, es miembro del Partido Verde.
Mientras no se limpie la forma en que este grupo del partido Verde se hizo del espacio en el ayuntamiento de Acapulco para instalar esta franquicia, nos quedamos con las declaraciones del alcalde Evodio y su promesa de que “Vamos a publicar el convenio firmado con ellos para que se quiten de especulaciones. No estamos haciendo nada de manera irregular, lo que estamos haciendo es aceptar una marca que quiere ayudar a la dignificación del servicio que puede dar el ayuntamiento. Un servicio como ese, legalmente, está en la posibilidad del ayuntamiento”.http://bajopalabra.com.mx/todo-en-regla-con-el-punta-del-cielo-del-ayuntamiento-de-acapulco-alcalde/.
Antes de involucrase en este tema y salir a la defensiva, lo que debió hacer el alcalde es deslindarse de este asunto pues no corresponde a su administración el haber otorgado tal permiso, pero en lugar de ello, su declaración hace ver una intención protectora por la que se intenta dar carpetazo a la forma irregular de hacerse de este espacio y privilegiar como política pública el tráfico de influencias desde el gobierno para lograr beneficios particulares. Todo porque se “quiere ayudar a la dignificación del servicio que puede dar el ayuntamiento”. Esto nada tiene que ver con negocios privados, que quede claro.
Finalmente, este lunes se sabrá si el consejo político del PEVEM opta por la línea de la corrupción que lo está pudriendo por dentro, o de plano dan un giró de timón y enfilan hacia la renovación y cambio de liderazgos corruptos que han usado a ese partido para crear fortunas ofensivas en un estado sumido en la inseguridad, la delincuencia y la pobreza.

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