Por
César González Guerrero.
DEDICADO
A MI MADRE COHINTA GUERRERO APARICIO, QUE EL PASADO 5 DE MARZO LA RECORDAMOS
COMO SIEMPRE, EN EL MARCO DEL 14 ANIVERSARIO DE SU FALLECIMIENTO CON
CELEBRACIONES LITURGICAS. DESCANSE EN PAZ.
Recuerdo
que hace aproximadamente 60 años, mi madre Cohinta Guerrero Aparicio y mi padre
Santa Cruz González Cortés (ambos ya fallecidos), y algunas gentes cronistas
del pueblo de Copala, comentaban varios temas que ahora me permito compartir,
como es el caso de un personaje que impactó la vida y el desarrollo regional de
la Costa Chica, por ser el primer chofer que llegó a estas tierras en
los
años 1947-1950. Este personaje, del cual no se sabe su nombre y solamente se
conoció como Chamama, esto en virtud de que su carro, al frente de su
carrocería, llevaba escrito el nombre de Chamama.
Obviamente
yo no lo conocí.
Posiblemente
en otros pueblos de la Costa, alguien conozca el nombre de esta persona que al
menos en Copala, fue muy popular y esperamos que alguien nos ayude a ubicar su
nombre completo.
Mi
padre me platicaba que cuando él llegó de San Marcos a Copala en el año 1946
utilizó un caballo, porque no existían más que caminos de arrieros, o “camino
real”. Aun no se conocían vías carreteras de comunicación y solo se transitaba
en bestias, por la llamada carretera vieja cuya ruta para llegar a Copala, eran
puntos de referencia que se conocían como el Clavo-Ojo de Agua-Cruzando el Rio,
hasta llegar al camino de Zavala.
Dicen
que Chamama, fue un chofer-propietario de un carro viejo, de redilas, grande
(dicen marca Ford), que arrancaba con una manija denominada “cran”; hombre
joven, de aproximadamente 50 años y rasgos finos, y aparentemente de dinero,
blanco, con una estatura cercana a los 2 metros, de bigote y barbas, éstas
quizá por que duraba mucho tiempo en los lugares a donde llevaba mercancías,
alimentos,
bebidas,
harina, telas, etc. trasladadas desde el puerto de Acapulco para surtir las
tiendas que en ese entonces ya existían, como por ejemplo: “La Buena Fe”,
propiedad de Don Chaco Figueroa (o González) en Copala; acompañado únicamente
de un “chalan”.
Por
ser uno de los pioneros del transporte en la Costa Chica, vivió las dificultades
de la incomunicación pero eso tal vez, hizo que su creatividad se desarrollara
a tal grado de colocar trozos de madera en medio de las llantas y encadenarlas
para avanzar, en medio de los lodazales y así llegar a su destino.
Regularmente
duraba varios días en cada pueblo hasta terminar la venta de su mercancía y
“juntar” la carga de regreso a la ciudad de Acapulco, consistente en llevar
productos de la región como sal, aguardiente, copra, ajonjolí, algodón,
Jamaica, etc.
Chamama
puede ser considerado como el primer transportista de la Costa Chica, y
solamente con el apoyo de sus familiares, si es que existen en Acapulco, así
como de los cronistas de cada pueblo de esta región, podríamos determinarlo.
De
tal manera que quienes tengan más datos que aportar sería conveniente que, a
través de esta página, se complemente este tipo de acciones que han hecho
historia, a nivel regional, estatal y nacional.
Seguramente
habrá personas que ya olvidaron a Chamama, pero también es posible que hay
quienes aun se acuerdan de él, cuando en alguna ocasión se hace referencia a la
edad de una persona, expresando la popular y célebre frase, “…eres más viejo
que el carro de Chamama…”.
En
otra oportunidad trataremos este importante tema, con otros personajes que se
relacionan con el transporte de aquella inolvidable época como Malacate, Don
Aurelio Flores (con su carro bautizado
“Cielito
Lindo”), Don Alfonso Guerrero Hernández (con la frase en su
carro
“Primero Dios”), Esteban de Cruz Grande (con una de las primeras combis
bautizada “El Morrito"), El Pipo, Felix Sotelo, Nieves Moctezuma, José
Garcia y más recientemente con la camioneta pasajera de mi padre bautizada como
“La Consentida”, etc.
Hoy,
al recordar a Chamama, es oportuno para quienes somos originarios de la Costa
Chica y de Copala, rescatar datos históricos de este tipo de personas que sí
hicieron historia en nuestra tierra, así como también de hombres y mujeres que,
sin duda, conocimos a través de las pláticas o quizá de manera personal. Vaya
nuestro Reconocimiento póstumo a Chamama por haberse atrevido a cruzar cientos
de kilómetros en tiempos intransitables y con ello iniciar la apertura de
caminos
a
la Costa Chica.
Ojalá
que las autoridades municipales de la Región, con el apoyo de los Cronistas, se
interesen por rescatar parte de la historia, convocando a la ciudadanía a
participar en concursos, escribir ensayos, realizar trabajos de investigación,
etc., que tanta falta nos hace.
Nosotros
hacemos lo que nos corresponde.
Por
César González Guerrero.
DEDICADO
A MI MADRE COHINTA GUERRERO APARICIO, QUE EL PASADO 5 DE MARZO LA RECORDAMOS
COMO SIEMPRE, EN EL MARCO DEL 14 ANIVERSARIO DE SU FALLECIMIENTO CON
CELEBRACIONES LITURGICAS. DESCANSE EN PAZ.
Recuerdo
que hace aproximadamente 60 años, mi madre Cohinta Guerrero Aparicio y mi padre
Santa Cruz González Cortés (ambos ya fallecidos), y algunas gentes cronistas
del pueblo de Copala, comentaban varios temas que ahora me permito compartir,
como es el caso de un personaje que impactó la vida y el desarrollo regional de
la Costa Chica, por ser el primer chofer que llegó a estas tierras en
los
años 1947-1950. Este personaje, del cual no se sabe su nombre y solamente se
conoció como Chamama, esto en virtud de que su carro, al frente de su
carrocería, llevaba escrito el nombre de Chamama.
Obviamente
yo no lo conocí.
Posiblemente
en otros pueblos de la Costa, alguien conozca el nombre de esta persona que al
menos en Copala, fue muy popular y esperamos que alguien nos ayude a ubicar su
nombre completo.
Mi
padre me platicaba que cuando él llegó de San Marcos a Copala en el año 1946
utilizó un caballo, porque no existían más que caminos de arrieros, o “camino
real”. Aun no se conocían vías carreteras de comunicación y solo se transitaba
en bestias, por la llamada carretera vieja cuya ruta para llegar a Copala, eran
puntos de referencia que se conocían como el Clavo-Ojo de Agua-Cruzando el Rio,
hasta llegar al camino de Zavala.
Dicen
que Chamama, fue un chofer-propietario de un carro viejo, de redilas, grande
(dicen marca Ford), que arrancaba con una manija denominada “cran”; hombre
joven, de aproximadamente 50 años y rasgos finos, y aparentemente de dinero,
blanco, con una estatura cercana a los 2 metros, de bigote y barbas, éstas
quizá por que duraba mucho tiempo en los lugares a donde llevaba mercancías,
alimentos,
bebidas,
harina, telas, etc. trasladadas desde el puerto de Acapulco para surtir las
tiendas que en ese entonces ya existían, como por ejemplo: “La Buena Fe”,
propiedad de Don Chaco Figueroa (o González) en Copala; acompañado únicamente
de un “chalan”.
Por
ser uno de los pioneros del transporte en la Costa Chica, vivió las dificultades
de la incomunicación pero eso tal vez, hizo que su creatividad se desarrollara
a tal grado de colocar trozos de madera en medio de las llantas y encadenarlas
para avanzar, en medio de los lodazales y así llegar a su destino.
Regularmente
duraba varios días en cada pueblo hasta terminar la venta de su mercancía y
“juntar” la carga de regreso a la ciudad de Acapulco, consistente en llevar
productos de la región como sal, aguardiente, copra, ajonjolí, algodón,
Jamaica, etc.
Chamama
puede ser considerado como el primer transportista de la Costa Chica, y
solamente con el apoyo de sus familiares, si es que existen en Acapulco, así
como de los cronistas de cada pueblo de esta región, podríamos determinarlo.
De
tal manera que quienes tengan más datos que aportar sería conveniente que, a
través de esta página, se complemente este tipo de acciones que han hecho
historia, a nivel regional, estatal y nacional.
Seguramente
habrá personas que ya olvidaron a Chamama, pero también es posible que hay
quienes aun se acuerdan de él, cuando en alguna ocasión se hace referencia a la
edad de una persona, expresando la popular y célebre frase, “…eres más viejo
que el carro de Chamama…”.
En
otra oportunidad trataremos este importante tema, con otros personajes que se
relacionan con el transporte de aquella inolvidable época como Malacate, Don
Aurelio Flores (con su carro bautizado
“Cielito
Lindo”), Don Alfonso Guerrero Hernández (con la frase en su
carro
“Primero Dios”), Esteban de Cruz Grande (con una de las primeras combis
bautizada “El Morrito"), El Pipo, Felix Sotelo, Nieves Moctezuma, José
Garcia y más recientemente con la camioneta pasajera de mi padre bautizada como
“La Consentida”, etc.
Hoy,
al recordar a Chamama, es oportuno para quienes somos originarios de la Costa
Chica y de Copala, rescatar datos históricos de este tipo de personas que sí
hicieron historia en nuestra tierra, así como también de hombres y mujeres que,
sin duda, conocimos a través de las pláticas o quizá de manera personal. Vaya
nuestro Reconocimiento póstumo a Chamama por haberse atrevido a cruzar cientos
de kilómetros en tiempos intransitables y con ello iniciar la apertura de
caminos
a
la Costa Chica.
Ojalá
que las autoridades municipales de la Región, con el apoyo de los Cronistas, se
interesen por rescatar parte de la historia, convocando a la ciudadanía a
participar en concursos, escribir ensayos, realizar trabajos de investigación,
etc., que tanta falta nos hace.
Nosotros
hacemos lo que nos corresponde.