martes, 5 de agosto de 2025

JUAN ESCUTIA

 


Por: Glendobeth Gutiérrez Castrejón

* Buscando a un joven orador.

A varios que estuvimos en la escuela primaria, nos tocó escuchar sobre Juan Escutia, quien nació en Tepic, antes de Jalisco, hoy de Nayarit; un niño que además de tener grandes sueños, también tuvo quien le trasmitiera disciplina, honor y amor a su país, lo cual le fue útil para llegar al Colegio Militar, que se fundó para formar a los defensores de nuestro país.

Algunos de nuestros maestros nos compartieron, que se aplicó al estudio y al fervor patriótico, al grado que en septiembre de 1847, se convirtió en un referente nacional, cuando con otros cadetes en el Castillo de Chapultepec, enfrentaron al ejercito estadounidense y al ver que la derrota era inminente, se envolvió en la bandera y se arrojó con ella desde lo alto, para evitar que cayera en manos enemigas.

Por ello resulta significativo que el Congreso del Estado de Guerrero, haya lanzado la convocatoria para el Concurso Estatal de Oratoria “Juan Escutia”, no tan solo para remembrar las hazañas de un héroe, sino también para que los jóvenes reflexionen y retomen lo que a nuestros proceres, ha inspirado a tenerle amor a su país.

Quienes suban al escenario estatal y posteriormente nacional, vivirán el fortalecimiento de su: disciplina, talento, autoestima, conexión con la historia y liderazgo, porque en cada disertación, tendrán presente lo que han añorado los mexicanos, desde la Guerra de Independencia, hasta nuestros días.

Es digno de reconocerle al Legislativo Estatal y a los organizadores, lo que han hecho para que se realice el certamen, dado que la oratoria además de ser un ejercicio de elocuencia, también es una herramienta que fortalece el civismo y motiva a reflexionar sobre los temas pendientes, tanto en lo local como en lo nacional.

Este certamen, cuya inscripción cerrará el 8 de agosto de 2025, le da su lugar a la conciencia colectiva y propicia que los jóvenes, además de leer libros y estudiarlos, también los confronten con la realidad…

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