Eureka!
Por Adán Rios Parra
A mediados de los años ochentas se cambió el Mercado Baltasar R. Leyva Mancilla del centro al norte de la ciudad de Chilpancingo, justo adelante de la gasolinera del DIF.
También la terminal de autobuses quedó auna cuadra del entonces nuevo mercado municipal, quedaba despejada la avenida alemán del tráfico.
Una década después llegó la Comercial Mexicana ahora mega soriana. Quedó resuelto también el problema del agua traída de Mochitlán, en el periodo de Efrén Leyva Acevedo.
Los presidentes municipales que llegaron después solo embellecieron la ciudad, destruyendo y reconstruyendo banquetas.
Chilpancingo no merece que desde las cúpulas del poder les impongan candidato.
Urge una Central de abastos como si la tiene Iguala por ejemplo. Chilpancingo ya requiere otro panteón municipal. Eficientar la recolección de basura y que deje de ser negocio de unos cuantos lo mismo que el de las pipas de agua.
Por eso es muy importante la selección del candidato, ya basta de improvisados que solo ven el ayuntamiento capitalino como un búnker de poder, administrado con ocurrencias.
La inseguridad es muy importante, pero si el candidato a la alcaldía no es carismático, de nada servirá. Lo importante es que la gente lo apoye, pero sobre todo que escuche a la población, hay más de 20 colonias al noreste de la ciudad que necesitan urgentemente ser reubicadas.
Chilpancingo no tiene dueño como muchos creen. Y lo más importante, los ciudadanos de Chilpancingo tienen memoria y eso se verá reflejado el día de la elección.
Sino, al tiempo.
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