Alcaldía capitalina.

 

Eureka!

Por Adán Ríos Parra

La mañana de este viernes 29 de marzo se dieron a conocer los resultados de la medición de fuerzas de la alianza PRI-PAN-PRD por lo que se augura será una campaña por la alcaldía de Chilpancingo muy competitiva.

El ex gobernador Ángel Aguirre Rivero estuvo siempre tanto al interior del PRI con Sofío  Ramírez Hernández como en el PRD con Alberto Catalán Bastida detrás de la postulación del exdiputado local y ex candidato a la alcaldía, Alejandro Arcos Catalán para que ahora sea el candidato de la alianza PRI-PAN-PRD por la alcaldía de Chilpancingo con un 36% de intención de voto de preferencia electoral frente al aspirante del PRI a la alcaldía que alcanzó un 15%.

Y es que todo indica que ya se echó a andar la operación cicatriz para convencer a Bonifacio Montufar Mendoza para que pacten un acuerdo de civilidad política y esperen mejores tiempos y otros escenarios cosa que no ocurrió en otro tiempo con Jorge Salgado Parra quien decepcionado se fue a una aventura política a MORENA en apoyo a Norma Otilia Hernández Martínez, menguando las posibilidades de ganar en ese entonces de la alianza PRI-PRD sin embargo hoy son otros tiempos.

Porque en MORENA se observan fracturas internas de lo que se ha llamado la imposición del Presidente estatal de MORENA Jacinto González Varona quien tendrá que decidir entre la diputada local con licencia Jessica Alejo Rayo y Jorge Salgado Parra como el mismo ha señalado, porque no hay acuerdo político con Norma Otilia Hernández Martínez ante una posible reelección.

Así, la medición de fuerzas ante candidatos competitivos, y el acuerdo político al interior del PRD podría darle una ventaja a Alejandro Arcos Catalán ya que MC ha señalado que propondrán que el ahora ex priista mejor conocido como “el colmeno” sea su candidato.

Así que los ciudadanos de Chilpancingo ya tienen en Alejandro Arcos Catalán la primera opción para votar ya sólo falta que se pongan de acuerdo los de MORENA a quien al parecer ya se le hizo bolas el engrudo y si no logran ponerse de acuerdo, pueden provocar “el voto de castigo” de sus militantes hacia su candidato como va a ocurrir en Tixtla, Las Vigas e Iguala. 

Sino al tiempo.