By Nahín Rojas
Y estoy aquí; hundido en la zozobra, sin tener noticias sobre ti; pues desde que nuestra relación fue descubierta, yo sólo vivo sufriendo al no saber de ti; me tortura la mente el tener ésta incertidumbre, y mi corazón se desgarra ante éste sufrir.
Pues es tan grande lo que por ti yo siento; y yo no quiero que me separen de ti, pues yo a tu lado estoy muy contento; y sé que es un pecado todo lo nuestro, más estoy aferrado aunque tenga que sufrir; mi corazón palidece y caigo en estos celos, por saber que estás con alguien que te hace sufrir.
Hoy estás en el banquillo de los acusados; y yo quisiera poder estar allí, para agarrarte fuertemente entre mis manos; y decirte que conmigo tú serás muy feliz, porque mi corazón ya te lo he entregado; pero hoy tu silencio me está matando, porque solo silencio recibo de ti.
Y es que antes me escribías todas las mañanas; compartíamos mensajes y yo estaba al pendiente de ti, pero desde que nuestra relación prohibida fue descubierta; el teléfono ya no me dice nada de ti, eso me mata y quisiera saber qué es lo que pasa; pero no hay ni un mensaje, que me dé noticias sobre ti.
Ahora te siento fría y muy distante; y tengo mucho miedo de que decidas arrancarme, yo necesito saber que tú aún me amas; y que ahora que lo saben lucharas por nuestro amor, pero sólo son las fantasías de un enamorado amante; y la lógica me indica que no me elegirás a mi.
Pero todo esto me lo callo; porque así fueron nuestros acuerdos, y prometí que en tu relación no iba a intervenir; pues en las relaciones infieles existen reglas, que al pie de la letra se deben de cumplir; como por ejemplo no hacer llamadas a horas indiscretas, y jamás celar aunque uno tenga que sufrir.
Y es que yo no tengo el derecho de hacerte reclamos sobre tu vida, las reglas del juego me lo tienen impedido; al final serás tú quien lo decida, más me carcome el saber cuál será tu decisión; ¿Acaso terminarás arrumbándome vida mía? Para no perder tu matrimonio y tu relación.
Para qué me engaño con tontas fantasias; quizas sea el final de nuestra relación, pero te entiendo muy bien vida mía; y aunque me duele en el alma, aceptaré tu decisión; pues lamentablemente yo no soy aquél que te tiene por su esposa, yo solo soy un ladrón; que duerme entre tus sábanas.
Atentamente
Tu amante enamorado...
Copyright ©️ 2023
Autor: Nahín Rojas
México
Agradezco al Maestro Ahualulco Enel Tiempo
No hay comentarios:
Publicar un comentario