By Nahín Rojas
Hoy la ví; la vi abrazada de su amigo,
o al menos así fue como lo llamó;
sin embargo la conozco perfectamente,
y puedo leer claramente su traición.
Tan sólo regreso para abrirme la herida;
para hacer que mi corazón volviera latir,
qué tonto al abrirle nuevamente mi vida
aún sabiendo que yo volvería a sufrir.
Ella me permitió beber de sus labios;
el más exquisito manjar de los dioses,
incluso ignoré el consejo de los sabios;
fantasee en su piel, ignorando las voces.
Pero sólo cuatro días estuvo en mi vida;
y desgraciadamente de nuevo se marchó,
disque se fue en busca de su progreso;
perjurando que volvería por nuestro amor.
Hoy ya no me marca, ni me envía mensajes;
poco a poco fue cortando la comunicación,
y si le hago llamadas me pide que la espere;
pasan días, semanas y su llamada no llegó.
Más sus redes sociales me presumen a otro;
por eso mis lágrimas las empecé a limpiar,
pues ella se marchó buscando otros cielos;
y aquí el único tonto enamorado he sido yo.
Me queda claro que ella jamás cambiará de vida;
ni por todo el amor que sienta mi corazón por ella,
no me queda más que cicatrizar estás heridas;
y a su amargo recuerdo finalmente decirle adiós.
Copyright ©️ 2023
Letras De Nahín Rojas
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