Por Baltasar Hernández Gómez.
El mundo cambia en verdad cuando hay de inicio una transformación interior. No se trata de saltos gigantescos que tengan un impacto protagónico ni las luces de neón en la marquesina pública, sino de trascendencia en el rompimiento de paradigmas que nos permitan desarrollarnos en lo personal, pero sobre todo en lo colectivo.
El cambio emerge de uno mismo, en su contexto histórico y material, desde la manera en que pensamos, sentimos y actuamos en los entornos familiares, en el círculo de relaciones sociales, en los centros laborales y de convivencia pública.
Un cambio es un cambio...No hay chicos ni grandes... Sólo cambios que nos permiten cada día y en forma acumulada aportar algo para el crecimiento de la sociedad.
Cada uno en cada trinchera...Todo suma y se multiplica, en lugar de restar y dividir.
Un cambio fundamental es la lectura. Hay que leer para aprender experiencias, opiniones, literatura, pensamientos y emociones que al incorporarlas son de todos y pueden ser vividas en la práctica, humanizando los entornos y las relaciones.
A leer, a compartir y a transformar modelos caducos para ser mejores individuos y mejores sociedades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario