LECTURA POLÍTICA
Noé Mondragón Norato
Del momento político se rescatan al menos tres escenarios: aquel que pretende boicotear la consulta sobre la Revocación de Mandato del presidente AMLO. El que corroboró que al Toro Salgado se le cayó el teatro en el sentido de que fue siempre “un luchador social”. Y finalmente, que a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda no le sirven ninguno de los secretarios de despacho que le fueron impuestos por su padre, y le urge en consecuencia, designar a su propio equipo. Porque es ella la que deflagra. Basta con observar de cerca la movilidad de los actores.
ESCENARIOS DE DESASTRE. – Los asuntos que le están “reventando” a la gobernadora no son casuales. De algún modo, ya venían incubándose. Se lee así: 1.- Como en la escuela normal de Ayotzinapa, al interior del movimiento magisterial disidente agrupado en la CETEG, conviven muchos intereses políticos. Y se enfebrecen cuando llega al gobierno estatal, una administración de “izquierda”. Como si quisieran deliberadamente, medir su eficacia. O exhibir sus vulnerabilidades. Un punto no se puede obviar: el 2 de mayo de 2019 los cetegistas entraron por la fuerza al edificio del Congreso local y lo vandalizaron. Quemaron documentos, rompieron computadoras, puertas, escritorios, ventanas y lámparas. Adujeron no estar de acuerdo con la Reforma Educativa —que sigue operando en gran parte, tal y como la heredó Peña Nieto— propuesta por el presidente AMLO. Curiosamente, el Morena ya contaba con mayoría legislativa en esa fecha. La disidencia magisterial trataba así, de vender la idea de que todos los diputados locales, del partido que fuera, no resolvían absolutamente nada. Esta tendencia a vandalizar —ante la cual el gobierno estatal y el federal están maniatados— se confirmó con la amenaza que lanzaron en la coyuntura de su reciente marcha con destellos de anarquía: si no se resuelven sus demandas, podrían boicotear la consulta sobre la Revocación de Mandato programada para el próximo 11 de abril. Lleva por supuesto, dedicatoria precisa para el Toro Salgado, quien pidió licencia como Senador, para recorrer la entidad promoviéndola. 2.- Pese a sus esfuerzos encaminados a contener la movilidad de la CETEG, el Toro Salgado no pudo hacerlo. Con ello, se derrumbó el mito vendido exitosamente al interior de sus adherentes, en el sentido de que durante toda su vida política había sido un “luchador social”. En su momento, Félix activó a sus seguidores en las tres coyunturas en las que participó como candidato a gobernador. Pero no se le conoce movilidad al interior de Ayotzinapa, la OCSS, el CECOP o la propia CETEG. En realidad, ha protestado y organizado marchas bajo la consigna de defender sus personales intereses políticos. En consecuencia, no podía sumar a la lucha social en las actuales circunstancias. Y fracasó en la operación política, con cargo al gobierno de su hija. Ahí no debe existir ningún asombro: como ex edil de Acapulco por el PRD, tampoco lo hizo. Así, la CETEG exhibió sus déficits en dos pistas: como ineficaz operador. Y como impostado miembro de la lucha social. 3.- La crisis que enfrentó la gobernadora Evelyn derivada de la radical y hasta desproporcionada movilización cetegista, no sólo ahondó su descrédito político, sino que evidenció lo que ya se venía venir: que los secretarios de despacho impuestos en su gabinete por su padre el Toro Salgado, no están a la altura del momento político. Dejar pasar doce horas para al fin, sentarse en una mesa de negociación con el magisterio disidente, es una total irresponsabilidad. ¿Qué estuvo haciendo durante todo ese tiempo la mandataria estatal mientras la gente se desesperaba y maldecía ante la intransigencia y cerrazón de la CETEG en la Autopista del Sol? ¿Acaso el secretario general de Gobierno, Ludwing Reynoso Núñez y el secretario de Educación, Marcial Rodríguez Saldaña desconocían el pliego petitorio así como los movimientos y las acciones que emprendería el magisterio disidente? ¿De que clase de inteligencia interna y operación política “de alto nivel” estamos hablando? Evelyn necesita fajarse la falda. Y desprenderse de la tutela política e imposiciones, de su progenitor. O lo peor estaría por venir.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Si los resultados fueran parte de su vendimia como funcionaria, la secretaria de Salud, Aidé Ibarez Castro no estuviera inmersa en el huracán político que la sacude y vapulea. Hasta el momento, no se conoce ni se ha investigado el déficit de medicamentos, la corrupción en su tráfico ni la asignación ilegal de plazas. Pese a ello, Aidé apela a que sean las complicidades replicadas de la escuela priista —el apoyo de la gobernadora y del presidente—, para mantenerse en el cargo. Qué tal.
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