De
silencios y percepciones.
Por:
Miguel Ángel Mata Mata
1.
Nadie
escuchó su llanto. Desde las ocho de la mañana, hasta la una de la tarde, nadie
percibió algo. Ni siquiera el movimiento que deja en un coche cuando alguien se
mueve dentro. El sol avanzó y se puso en el cénit. A él culparon: dicen que la
solar acción, el encierro y la falta de oxígeno, fueron los que le mataron.
Los
compañeros del padre confundieron solidaridad con complicidad. Retaron a los
medios a no publicar la terrible noticia ni a ensañarse con lo que, al parecer,
fue infanticidio culposo. “Es un padre ejemplar”, dijeron los de la CETEG,
famosa por bloquear calles y no permitir, siquiera, el paso de ambulancias con
enfermos.
La
Fiscalía de Guerrero guardó sospechoso silencio. De manera extra oficial, un
presunto policía dijo en redes: “lo teníamos detenido, pero nos ordenaron de la
dirección de gobernación estatal dejarlo en libertad”.
En
fotos filtradas a reporteros se ve a una familia feliz. Un matrimonio con un
niño grandecito, de unos diez años, y otro en brazos, de diez meses de edad
¿Cuál de ellos murió?
El
padre es quien negocia los asuntos laborales con la CETEG; se entiende, por
ello, la defensa que hicieron de él los maestros, aunque su postura va más allá
de ser es moralmente inaceptable. Ante
la ausencia de una investigación, sería complicidad con un crimen.
El
silencio sospechoso de la Fiscalía, la versión de la intervención de un
funcionario del poder ejecutivo, para evitar la detención al padre, abre dos
dudas:
(a) ¿En realidad murió el bebé en el coche a
causa de una asfixia?
(b) Cuando el profesor regrese a la mesa de
negociaciones ¿el gobierno le mostrará que sí existe una carpeta de
investigación y que la negociarán, a cambio de docilidad?
No
sabremos cómo fue la muerte del bebé. No sabremos si el gobierno tiene
agarrados de los tompiates al negociador de la CETEG.
No
lo sabremos. El silencio, ese terrible villano, nos deja la percepción de
impunidad… y criminal perversión.
2.
“Debió
guardar silencio”, respondió a la solicitud de alguna opinión. Él recordó la
vieja máxima, cuando se hacía periodismo fuera de los tuits o feis: “las cartas
aclaratorias sirven para que, quienes no se enteraron del caso, se enteren y el
morbo crezca”.
A
la publicación del periódico Milenio, un miembro de la familia Hughes
distribuyó una carta aclaratoria: “ninguna institución bancaria ha congelado
nuestras cuentas”, decía, en síntesis, el documento que respondía a lo
publicado en su edición digital, del diario capitalino.
La
noticia recordó el caso de corrupción durante el gobierno de Ángel Aguirre
Rivero y que llevó temporalmente a prisión a sus amigos, del político, los
hermanos Hughes, asociados con un hermano del mandatario.
La
verdad periodística entendió que el mensaje tenía como destinatario a poderoso
político que tiene mucha influencia en dos partidos de Guerrero, PRI y PRD.
La
verdad legal la tienen los jueces. La verdad jurídica los abogados.
La
verdad, verdad, es que debió guardad silencio para que no se enterasen quienes
no sabían de qué se trataba y que ha provocado que el verdadero destinatario
guarde sepulcral silencio, desde entonces.
El
silencio, ese villano, dejó la percepción de que a un ex gobernador le mandaron
un mensaje y que el nuevo gobierno usa los viejos usos y costumbres de aquel
PRI autoritario cuando comenzaba el proceso de imponer candidato ¿a gobernador?
3.
“Y
si no guarda silencio, la multa le costará el doble”, le comentaron
David
Jiménez Rumbo lloró, ante medios de comunicación, su impotencia que no cubre su
riqueza material. Acusó al ex gobernador Zeferino Torreblanca de pretender
despojarlo de su patrimonio.
La
historia es simple. David acusó al ex gobernador de ser autor intelectual del
homicidio de Armando Chavarría. Zeferino acudió a los tribunales y lo demandó
por daño moral. El juez falló y el señor Jiménez debe pagar casi seis millones
de pesos al ofendido señor Torreblanca.
El
silencio, ese ausente en la agenda de Don David, podría provocar otra denuncia
pues, ha insistido, “fue él quien lo mandó matar”.
La
fortuna de Don David puede ser inmensa. Ha presumido en redes sus caballos de
pura sangre en sus ranchos carísimos y ha fundado empresas escolares en todo el
estado.
No
cabe duda. El silencio, ese cómplice, puede ser el mejor aliado de Don David.
4.
¿Alguien
sabe por qué el silencio de la presidente municipal de Acapulco, Adela Román
Ocampo, luego se su viaje a Abbu Dhabi?
A
veces los asesores se pasan de asesores y pretenden que el silencio sea su
mejor aliado cuando, en éstos casos, podría dejar sospechosa percepción.
QUE
CONSTE
MANUEL
AÑORVE BAÑOS, desde el Senado de la República, ha sido el único en condenar la
promesa del gobierno federal por cancelar los puentes largos y aumentar tarifas
en la Autopista del Sol. ¿Y Félix y Nestora Salgado? También son senadores y
guardan cómplice silencio ¿Por qué, Félix, por qué?
LUIS
WALTON ABURTO anda como Juan por su casa por todo el estado. En Tierra
Caliente, Costa Grande o Chilpancingo, le han recibido empresarios y
organizaciones sociales con la esperanza de que sea él quien se convierta en
candidato de MORENA a gobernador, aunque, desde el gobierno federal, las
señales que se envían son los de una imposición.
PREGUNTAS
QUE MATAN
Fue
en la Zona Diamante de Acapulco donde mataron al fotógrafo de Nat Geo, para
robarle su coche, cuya noticia le dio vuelta al mundo.
Fue
en la Zona Diamante de Acapulco donde roban autos a los ciudadanos todos los
días, sin que se sepa a ciencia cierta quiénes son los ladrones.
Fue
en la Zona Diamante donde a uno de los guardias del subsecretario de seguridad
pública federal, Ricardo Mejía Berdeja, quisieron robarle su blindada
camioneta.
¿Es
el silencio de la Fiscalía de Guerrero complicidad o elemental negligencia,
ante lo que, parece, es centro de operaciones de una banda de roba coches?
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