*Los policías rurales y su lucha contra el gobierno
y el crimen organizado
Por Armando Patricio y Calamarto Rios
Chilpancingo, Gro.- La ineficacia y la
complicidad de las autoridades con el
crimen organizado, ha provocado el surgimiento de grupos de autodefensa a lo
largo y ancho del estado de Guerrero, con la finalidad de salvaguardar la vida
y la economía de las personas, sin embargo, ese grupo de policías comunitarios
se ha enfrentado a los ataques y estrategias de división del propio gobierno
del estado, que prefiere las matanzas y el dinero producto de los ilícitos que
brindar paz y tranquilidad a la ciudadanía.
El surgimiento de las auto defensas en San Luis
Acatlán, gracias a la Ley 701, permitió llevar tranquilidad y disminuir los
ilícitos en ese municipio y en otros vecinos, además de varias comunidades
cercanas a esa localidad, pero el avance de la criminalidad permitió la
aparición de un grupo de auto defensas en los municipios de Ayutla de los
Libres y Tecoanapa, encabezadas por el dirigente campesino Bruno Placido
Valerio y su hermano Cirino.
Sin embargo, las acciones de Bruno Placido Valerio y
los acuerdos con el gobierno del estado, modificaron la esencia de las policías
comunitarias convirtiendo a la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de
Guerrero, en un engendro más cercano a un grupo paramilitar que a una
organización que debería velar por los intereses de la población. Los
asesinatos, los asaltos y las extorsiones, han regresado a esos municipios.
La aparición de las policías comunitarias se ha
convertido en un asunto de seguridad nacional para el gobierno federal y los
gobiernos estatales, los hombres y mujeres harapientos, mal vestidos y mal armados, no se asemejan
en nada a verdaderos policías que cuentan con suficiente armamento para llevar
a cabo un operativo en contra del crimen
organizado o repeler a una agresión.
Por creer que es un asunto de seguridad nacional, el
gobierno del estado para solucionar el problema y para respetar acuerdos con el
crimen organizado ha estado infiltrando a esas agrupaciones con la finalidad de
que se destruyan entre ellas mismas, y para que puedan mantener un control
sobre la población e impedir que sigan
creciendo.
Más sin embargo a lo largo del estado de Guerrero
continúan apareciendo policías comunitarias como una forma de autodefensa
porque las autoridades se han mostrado omisas ante los múltiples asesinatos,
robos y extorciones del crimen organizado, que se ha enquistado en los
municipios y localidades despojando de sus riquezas a las comunidades y
apropiándose del poco dinero que obtienen los pobladores.
Está claro que desde que el ex presidente de la
República, Felipe Calderón le declaró la guerra al crimen organizado, se
destapó la cloaca, se puso de manifiesto que todo el aparato de Estado estaba
infiltrado por el crimen organizado, que policías y funcionarios tenían
extensas ligas con el narco, por lo que ello permitió el crecimiento de la
inseguridad, que era hora de que los Narcos tenían que tomar el control y
desplazar al Estado. Esta fue una de las causas que permitió el crecimiento de
la inseguridad, que además trajo consigo el surgimiento de policías
comunitarios y otros grupos de autodefensa a lo largo del territorio nacional
El sistema financiero y la clase empresarial de
México se pusieron al servicio y en muchos casos se asociaron abiertamente a
las organizaciones delincuenciales en el blanqueo de recursos y en el
desarrollo de empresas legales. Hoy por hoy, es difícil estimar el grado de
penetración en la economía y en el sistema financiero. Esta narco economía se
convirtió, asimismo, en una opción de empleo riesgoso pero bien remunerado para
los jóvenes de las distintas clases sociales que engrosaban la PEA, ante el
déficit de empleos e incentivos que dejó el raquítico crecimiento económico del
país.
La falta de oportunidades para los jóvenes que se
han estado incrementado a raíz de las políticas neoliberales de los gobierno
priistas, que desde hace años y principalmente durante el gobierno de Carlos
Salinas de Gortari, han desmantelado al Estado y entregado las riquezas a
particulares, siendo beneficiadas enormes empresas lijadas al crimen
organizado.
Crímenes en Guerrero.
Las negociaciones de funcionarios gubernamentales y
líderes de partidos, con integrantes de grupos delincuenciales, obligan a las autoridades en turno a
brindarle seguridad a las actividades ilícitas de estos grupos delictivos, y
han convertido a los territorios donde operan las policías comunitarias en un
verdadero campo de batalla. La política de divide y vencerás con la finalidad
de terminar con los grupos de auto defensa que critican al gobierno y han
puesto el dedo en la llaga de que las autoridades actúan en complicidad con los
grupos del crimen organizado, ha estado dando resultados favorables al
gobierno, como fue la casi desaparición del Frente Unido por la Seguridad del
Estado de Guerrero (FUSDEG), que tenía presencia en los municipios de Tierra
Colorada. Acapulco y Chilpancingo, y que ahora opera solamente en el primer municipio.
Con ayuda de la Unión de Pueblos y Organizaciones
del Estado de Guerrero (UPOEG) y de funcionarios gubernamentales encabezados
por el gobernador del estado Héctor Astudillo Flores y el Secretario General de
Gobierno, Florencio Salazar Adame, el crimen organizado logró desplazar al
FUSDEG de las comunidades de El Ocotito, Palo Blanco, Xaltianguis y Petaquillas,
instalando en esas localidades supuestos policías rurales, que como es sabido
responden u obedecen órdenes del grupo criminal “Los Ardillos”, cuyo centro de
operaciones está en la comunidad de Tlanicuilulco, municipio de Quechultenango,
y cuyos Jefes son los hermanos Ortega Jiménez.
Pero además las diversas incursiones de la UPOEG en
comunidades y municipios donde operan u operaba el FUSDEG, ha dejado una
cruenta pérdida de vidas humanas, mientras que Bruno Placido y su hermano, sólo
reciben millones de pesos para tener controladas a esos policías comunitarios
de la UPOEG y no causen desmanes o sirven a los intereses del priismo.
El objetivo de los grupos criminales es hacerse del
control de los caminos y carreteras que sirven para el trasiego de drogas que
le dejan millonarias ganancias, dinero que es compartido con funcionarios
gubernamentales para ser destinados a las campañas que buenos resultados le han
dado, muestra de ello es el triunfo de Héctor Astudillo, quien despilfarró
miles de millones de pesos para ser gobernador del estado.
Los asesinatos en días pasados de cuatro policías
comunitarios en el Rincón de la Vía, es consecuencia de la torpeza en el actuar
de Bruno Placido que cedió espacios importantes a Los Ardillos, como el control
de la comunidad de Petaquillas, que permite y facilita el trasiego de
drogas a Los Ardillos, así también la
comunidad de Palo Blanco y Mazatlán, localidades que tiene caminos que
comunican al centro de control de ese grupo delincuencial con el corredor
Chilpancingo-Acapulco.
Los Ardillos actúan y están asesinando a policías
comunitarios con el apoyo de funcionarios gubernamentales, quienes son los que
proporcionan información en tiempo real del actuar de los policías
comunitarios, pero además les proporcionan seguridad e impunidad. En un
gobierno democrático, responsable y honesto, ya se habrían desplegado numerosos
contingentes de policías federales y estatales a la comunidad de Tlanicuilulco
para destruir su centro de operaciones y acabar con los miles de plantíos de
amapola que controlan, y que les hace tener millones de pesos para poder
controlar o imponer a los presidentes municipales de los municipios de
Mochitlán y Quechultenango.
Autoridades del gobierno está contento y feliz
porque su estrategia perversa de divide y vencerás, de aniquilamiento le está
dando resultados elocuentes, porque ya se está deshaciendo de la “molestosa”
FUSDEG, que en reiteradas ocasiones había señalado las ligas de sus
funcionarios gubernamentales, de que ya hizo a un lado a la policía comunitaria
encabezada por Marco Antonio Suastegui, que impedía los trabajos de
construcción de La Parota, una obra que le dejará millones de pesos a su bolsillo.
Funcionarios también están poco a poco generando
conflictos y destruyendo a la UPOEG que tenía el control de la carretera de
Chilpancingo a Acapulco; el vocero del Astudillo criminaliza a los de esa
organización a pesar de que han sufrido bajas lamentables y no hace nada por
castigar los múltiples crímenes del grupo Los Ardillos, un grupo que se
caracteriza por financiar a políticos y partidos.
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