martes, 13 de febrero de 2018

Narco comunitarios


*Los policías rurales y su lucha contra el gobierno y el crimen organizado
Por Armando Patricio y Calamarto Rios
Chilpancingo, Gro.- La ineficacia y la complicidad  de las autoridades con el crimen organizado, ha provocado el surgimiento de grupos de autodefensa a lo largo y ancho del estado de Guerrero, con la finalidad de salvaguardar la vida y la economía de las personas, sin embargo, ese grupo de policías comunitarios se ha enfrentado a los ataques y estrategias de división del propio gobierno del estado, que prefiere las matanzas y el dinero producto de los ilícitos que brindar paz y tranquilidad a la ciudadanía.

El surgimiento de las auto defensas en San Luis Acatlán, gracias a la Ley 701, permitió llevar tranquilidad y disminuir los ilícitos en ese municipio y en otros vecinos, además de varias comunidades cercanas a esa localidad, pero el avance de la criminalidad permitió la aparición de un grupo de auto defensas en los municipios de Ayutla de los Libres y Tecoanapa, encabezadas por el dirigente campesino Bruno Placido Valerio y su hermano Cirino.
Sin embargo, las acciones de Bruno Placido Valerio y los acuerdos con el gobierno del estado, modificaron la esencia de las policías comunitarias convirtiendo a la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero, en un engendro más cercano a un grupo paramilitar que a una organización que debería velar por los intereses de la población. Los asesinatos, los asaltos y las extorsiones, han regresado a esos municipios.
La aparición de las policías comunitarias se ha convertido en un asunto de seguridad nacional para el gobierno federal y los gobiernos estatales, los hombres y mujeres harapientos,   mal vestidos y mal armados, no se asemejan en nada a verdaderos policías que cuentan con suficiente armamento para llevar a cabo un  operativo en contra del crimen organizado o repeler a una agresión.
Por creer que es un asunto de seguridad nacional, el gobierno del estado para solucionar el problema y para respetar acuerdos con el crimen organizado ha estado infiltrando a esas agrupaciones con la finalidad de que se destruyan entre ellas mismas, y para que puedan mantener un control sobre la población e  impedir que sigan creciendo.
Más sin embargo a lo largo del estado de Guerrero continúan apareciendo policías comunitarias como una forma de autodefensa porque las autoridades se han mostrado omisas ante los múltiples asesinatos, robos y extorciones del crimen organizado, que se ha enquistado en los municipios y localidades despojando de sus riquezas a las comunidades y apropiándose del poco dinero que obtienen los pobladores.
Está claro que desde que el ex presidente de la República, Felipe Calderón le declaró la guerra al crimen organizado, se destapó la cloaca, se puso de manifiesto que todo el aparato de Estado estaba infiltrado por el crimen organizado, que policías y funcionarios tenían extensas ligas con el narco, por lo que ello permitió el crecimiento de la inseguridad, que era hora de que los Narcos tenían que tomar el control y desplazar al Estado. Esta fue una de las causas que permitió el crecimiento de la inseguridad, que además trajo consigo el surgimiento de policías comunitarios y otros grupos de autodefensa a lo largo del territorio nacional
El sistema financiero y la clase empresarial de México se pusieron al servicio y en muchos casos se asociaron abiertamente a las organizaciones delincuenciales en el blanqueo de recursos y en el desarrollo de empresas legales. Hoy por hoy, es difícil estimar el grado de penetración en la economía y en el sistema financiero. Esta narco economía se convirtió, asimismo, en una opción de empleo riesgoso pero bien remunerado para los jóvenes de las distintas clases sociales que engrosaban la PEA, ante el déficit de empleos e incentivos que dejó el raquítico crecimiento económico del país.
La falta de oportunidades para los jóvenes que se han estado incrementado a raíz de las políticas neoliberales de los gobierno priistas, que desde hace años y principalmente durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, han desmantelado al Estado y entregado las riquezas a particulares, siendo beneficiadas enormes empresas lijadas al crimen organizado.
Crímenes en Guerrero.

Las negociaciones de funcionarios gubernamentales y líderes de partidos, con integrantes de grupos delincuenciales,  obligan a las autoridades en turno a brindarle seguridad a las actividades ilícitas de estos grupos delictivos, y han convertido a los territorios donde operan las policías comunitarias en un verdadero campo de batalla. La política de divide y vencerás con la finalidad de terminar con los grupos de auto defensa que critican al gobierno y han puesto el dedo en la llaga de que las autoridades actúan en complicidad con los grupos del crimen organizado, ha estado dando resultados favorables al gobierno, como fue la casi desaparición del Frente Unido por la Seguridad del Estado de Guerrero (FUSDEG), que tenía presencia en los municipios de Tierra Colorada. Acapulco y Chilpancingo, y que ahora  opera solamente en el primer municipio.
Con ayuda de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) y de funcionarios gubernamentales encabezados por el gobernador del estado Héctor Astudillo Flores y el Secretario General de Gobierno, Florencio Salazar Adame, el crimen organizado logró desplazar al FUSDEG de las comunidades de El Ocotito, Palo Blanco, Xaltianguis y Petaquillas, instalando en esas localidades supuestos policías rurales, que como es sabido responden u obedecen órdenes del grupo criminal “Los Ardillos”, cuyo centro de operaciones está en la comunidad de Tlanicuilulco, municipio de Quechultenango, y cuyos Jefes son los hermanos Ortega Jiménez.
Pero además las diversas incursiones de la UPOEG en comunidades y municipios donde operan u operaba el FUSDEG, ha dejado una cruenta pérdida de vidas humanas, mientras que Bruno Placido y su hermano, sólo reciben millones de pesos para tener controladas a esos policías comunitarios de la UPOEG y no causen desmanes o sirven a los intereses del priismo.
El objetivo de los grupos criminales es hacerse del control de los caminos y carreteras que sirven para el trasiego de drogas que le dejan millonarias ganancias, dinero que es compartido con funcionarios gubernamentales para ser destinados a las campañas que buenos resultados le han dado, muestra de ello es el triunfo de Héctor Astudillo, quien despilfarró miles de millones de pesos para ser gobernador del estado.

Los asesinatos en días pasados de cuatro policías comunitarios en el Rincón de la Vía, es consecuencia de la torpeza en el actuar de Bruno Placido que cedió espacios importantes a Los Ardillos, como el control de la comunidad de Petaquillas, que permite y facilita el trasiego de drogas  a Los Ardillos, así también la comunidad de Palo Blanco y Mazatlán, localidades que tiene caminos que comunican al centro de control de ese grupo delincuencial con el corredor Chilpancingo-Acapulco.
Los Ardillos actúan y están asesinando a policías comunitarios con el apoyo de funcionarios gubernamentales, quienes son los que proporcionan información en tiempo real del actuar de los policías comunitarios, pero además les proporcionan seguridad e impunidad. En un gobierno democrático, responsable y honesto, ya se habrían desplegado numerosos contingentes de policías federales y estatales a la comunidad de Tlanicuilulco para destruir su centro de operaciones y acabar con los miles de plantíos de amapola que controlan, y que les hace tener millones de pesos para poder controlar o imponer a los presidentes municipales de los municipios de Mochitlán y Quechultenango.
Autoridades del gobierno está contento y feliz porque su estrategia perversa de divide y vencerás, de aniquilamiento le está dando resultados elocuentes, porque ya se está deshaciendo de la “molestosa” FUSDEG, que en reiteradas ocasiones había señalado las ligas de sus funcionarios gubernamentales, de que ya hizo a un lado a la policía comunitaria encabezada por Marco Antonio Suastegui, que impedía los trabajos de construcción de La Parota, una obra que le dejará millones de pesos a su bolsillo.
Funcionarios también están poco a poco generando conflictos y destruyendo a la UPOEG que tenía el control de la carretera de Chilpancingo a Acapulco; el vocero del Astudillo criminaliza a los de esa organización a pesar de que han sufrido bajas lamentables y no hace nada por castigar los múltiples crímenes del grupo Los Ardillos, un grupo que se caracteriza por financiar a políticos y partidos.

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