*Tortura,
hacinamiento, drogas y pago de cuotas
Por
Arturo González Celestino
Chilpancingo,
Gro.- La situación en las cárceles del estado de Guerrero, es a todas luces
dramática, cruel e inhumana, porque la única manera de supervivencia son las
drogas, la obediencia ciega. Y es que todos son víctimas de una Procuración y
Administración de la justicia, indolente y opaca, que privilegia los intereses
personales, el llenado del bolsillo. Se vive en un mar de corrupción, donde el
auto gobierno en esas cárceles, es permitido alentado por las autoridades para
mantener el control.
No
son unos centros de Readaptación Social, sino una escuela para delincuentes,
porque no se encuentra con la infraestructura necesaria, ni una estrategia
encaminada a solucionar un problema creciente y en expansión como lo es la
delincuencia. Quienes llegan ahí aprenden todo tipo de acciones violentas,
estratagemas y mañas para volver a delinquir y hacerse de dinero fácil y
rápido.
Muchos
de los que son ingresados a esos centros de Readaptación Social por delitos
menores, salen convertidos en unos verdaderos mafiosos, quienes al poco tiempo
pasan a engrosar las filas del crimen organizado, como sicarios, halcones o
secuestradores.
De
acuerdo con reporte mensual de información estadística penitenciaria nacional
de la Comisión Nacional de Seguridad, de la Secretaría de Gobernación (Segob).
El
reporte en mención que proviene de las autoridades abarca el mes de julio 2016, y donde también se informa que 2 mil 367 reos están en proceso y 2 mil
740 ya están sentenciados, todos viven amontonados en alguna de las 15 cárceles
del estado.
De
acuerdo con la fuente del gobierno federal, por delitos del fuero común, mil
992 reos están en proceso, de los cuales mil 853 son hombres y 139 son mujeres.
Por delitos federales, 349 reos están en proceso, de los cuales, 349 son
hombres y 27 son mujeres. Los que están sentenciados por delitos del fuero
común son 2 mil 225 presos, de los cuales 2 mil 109 son hombres y 116 mujeres.
Por delitos federales, los sentenciados son 515 reclusos, 488 hombre y 27
mujeres.
En
la cárcel de Acapulco, existe una sobre población, lo que fue una de las
causantes de la múltiple masacre que se perpetró en días pasados, sin que hasta
el momento se haya castigado a los responsables de tal matanza y sin que las
autoridades de gobierno hayan castigado a quienes permitieron que hubiese armas
dentro de ese centro.
Pero
no es privativo de ese lugar, sino que en todos los Centros de Readaptación
social, se da una sobrepoblación increíble e inhumana, que viene a destruir
todos los esfuerzos y tácticas para que los internos, a su liberación se
reintegren a la sociedad de una forma útil, honesta y de acuerdo a ciertos
cánones establecidos para la sana convivencia.
En
el Centro de Readaptación de Las Cruces, en el Puerto de Acapulco, se tiene el
dato donde más del 50.3 por ciento de
los internos esperan que se les dicte sentencia, es decir, mil 126, de un total
de 2 mil 235. La cárcel de Acapulco tiene capacidad para mil 676 reos, pero en
ella viven 2 mil 235, su capacidad está rebasada en 50. 2 por ciento.
En
el reclusorio de Chilpancingo, el 45 por ciento de los presos están en espera
de sentencia, 449 de un total de 981. Esta cárcel tiene capacidad para 624
reos, pero en ella viven 981, con una sobrepoblación de 357.
En
el penal de Iguala, con una sobrepoblación de 38 internos; en la cárcel de Tlapa, tiene demás a 201
reos, y está rebasada en 335 por ciento; en la prisión de Zihuatanejo, hay 209 reos y está rebasada en 410.4 por ciento;
en la cárcel de La Unión, con una capacidad para 200 internos, hasta julio de
2016 había 250; en el penal de Chilapa viven ahí 138 reos, tiene una capacidad
de 130 presos; en Tecpan, viven 289, y habitan 233 reos; en San Luis Acatlán tiene 80, son 25
presos más; en la prisión de Arcelia tiene capacidad para 38 internos, pero ahí
viven 64; en Taxco hay una capacidad para 69 presos, pero en ella viven 88; en
la penitenciaría de Teloloapan tiene capacidad para 52 presos, pero en él viven
60, tiene un excedente de ocho presos; en
la prisión de Ometepec, se tiene capacidad para 52 presos pero viven ahí 125,
con una sobrepoblación de 73 presos.
Por
esta sobre población en las cárceles, no se puede hablar de una Readaptación
Social, sino de un retardamiento de la justicia, ya que provoca que los presos
en su mayoría no estén sentenciados, que las autoridades no se den abasto para
atender a el excedente de reos porque no cuenta con el personal, lo que lleva a
una crisis carcelaria profunda que origina masacres como la ocurrida en el
panal de las Cruces en donde murieron 28 internos, algunos de ellos
decapitados. O sea una matanza al estilo del crimen organizado…. dentro del
penal.
Según
la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en voz de Ruth Villanueva, visitadora general: “La
sobrepoblación lleva a la ingobernabilidad y ésta, a su vez, al autogobierno.
Hay falta de personal y el personal no siempre está capacitado, es el caldo de
cultivo perfecto para que sean los presos quienes marcan su propia normatividad”.
El informe recoge que el autogobierno se
registra en 76 centros penales. “Y eso es muy grave”, señaló Ruth Villanueva,
quien señaló además que otro de los principales problemas es que la salud en el interior de los penales
es “un derecho muy mermado”.
“Los
privados de libertad no son atendidos, no hay medicamentos, hay carencia de
médicos generales, no digamos de especialistas”, detalló la funcionaria.
Villanueva también criticó el sistema actual de penas, largas y acumuladas de
hasta más de un siglo. “La gente va a envejecer y morir en prisión y eso
requiere atención geriátrica además de que va en contra del principio de
reinserción social recogido en la constitución”.
Por
otra parte, es también importante señalar que en las cárceles de Guerrero, se
da con mucho énfasis la tortura y maltratos en contra de los internos,
provocado por varios factores, entre ellos la falta de mecanismos para poder
controlar a los presos anta la extrema sobrepoblación. Los castigos, la
tortura, el calabozo y otras linduras pretenden mantener controlada a la
población. Es decir infringen miedo como forma de control, pero no para una
sana readaptación.
De
acuerdo con el informe de seguimiento
del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNPT), “las situaciones que
aún se requieren atender sobresalen: la falta de partida presupuestal para
alimentación de las personas detenidas, la carencia de áreas exclusivas para
mujeres, por lo que son alojadas en alguna celda disponible, la falta de
reglamento interno, manual de procedimientos y libro de gobierno, instalaciones
en malas condiciones de mantenimiento e inadecuadas condiciones de higiene, la
falta de privacidad en la comunicación telefónica de las personas privadas de
la libertad y la carencia de modificaciones o adaptaciones para facilitar la
accesibilidad de las personas con discapacidad física".
También
la Comisión Nacional de Derechos Humanos documento que en 25 cárceles y separos
del estado de Guerrero, persiste el riesgo de tortura, además de que tenían registradas
condiciones de autogobierno; instalaciones en malas condiciones de
mantenimiento; inadecuadas condiciones de higiene; insuficiente suministro de
alimentos o de mala calidad; sobrepoblación y hacinamiento; cobros indebidos y
áreas de privilegio e irregularidades en la imposición de sanciones
disciplinarias”.
Una
de las causas de la masacre de 28 internos en el centro de Readaptación de Las
Cruces, es que al interior se podía encontrar de todo, desde armas punzo-cortantes
“caseras” hasta estupefacientes de todo tipo, todo gracias a un contrabando
bien organizado, acusan y reconocen tanto internos como autoridades. Además diariamente
es una aventura sobrevivir a los abusos, lo que provoca que los presos se
amotinen o busquen obtener alguna arma como forma de supervivencia
En
el penal de Acapulco se daban cuotas por traslados de reos, preliberaciones,
concesiones del kiosco y venta de bebidas embriagantes, y hasta tenían que
pagar por visita íntima o conyugal,
señalan, ya que quien quiere tener derecho a pasar debe pagar 350 pesos por dos
horas para que le presten una habitación.
Mientras
siga imperando la corrupción, la tortura, el hacinamiento, el pago de cuotas,
el pago por cualquier tipo de servicio, no podremos hablas de una verdadera
Readaptación, sino de una crisis carcelaria que nos puede llevar a otra masacre
como la del pasado 6 de julio en donde murieron 28 internos.
El
comparativo del Diagnostico Nacional de Supervisión Penitenciara 2015 de la
CNDH muestra una baja en las evaluaciones durante los últimos cuatro años.
En
el 2011, Guerrero tuvo una calicación de 5.13 puntos, un año después subió a
5.92, y en el 2013 descendió a 4.8, en el 2014 subió a 5.01 y el año pasado
bajó de nuevo a 4.99.
Los
aspectos evaluados en esas revisiones, y las cuales reprobó el estado fueron:
garantías de la integridad física y moral del interno, estancia digna,
condiciones de gobernabilidad, reinserción social del interno y atención a
grupos con requerimientos especícos.
Por
lo que esas fallas indican que los reos viven en condiciones de sobrepoblación,
hacinamiento, insuciencia en los programas para la prevención y atención de
incidentes, insuciencia en los procedimientos para la remisión de quejas de
probables violaciones a los derechos humanos.
Seguido
por una inexistencia o insuciencia de instalaciones necesarias para el
funcionamiento de los Ceresos, malas condiciones materiales e higiene de las
instalaciones, insuciencia de personal, deciencias en el proceso para la
imposición de las sanciones disciplinarias y autogobierno de los internos.
De
los cuatro penales revisados en el estado, de los cuales todos rebasan su
capacidad, fue el de Chilpancingo el que tuvo la calicación más alta con 5.32,
seguido por el de Iguala con 5.05 puntos, después Taxco con 4.8 y al nal
Acapulco con 4.76 de calicación.
En
el caso del Cereso de Acapulco la capacidad es de 1,750 reos pero la cifra que
mantiene es de 2 mil 440; el de la capital del estado debería tener una
población de 800 reos pero tiene mil 014.
En
el caso del penal de Iguala la población debe ser de 415 y es de 491 reos, y
Taxco de Alarcón tiene una capacidad de 66, pero la cifra es de 97.
Aunque
los presos deberían estar separados y no permitir taronconvivencia entre ellos.
Si estando liesbres agreden a gente inocente, lógico que conviviendo entre
maleantes con grupos contrarios y gracias a la corrupción de guardias y
autoridades permitiendo el ingreso de todo tipo de productos prohibidos
principalmente armas y drogas.
Separarlos
o aislados mientras purgan sus condenas; pero desde que se inventaron los
Derechos Humanos ser delincuente, es fácil y seguro más veces quedan libres que
presos. Tal parece que las cárceles son universidades para el crimen; cuando
salen libres, están peor que cuando entran. "CERESO " lo más estúpido
que se a creado en México.
Los
mismos servidores públicos Pero en realidad trabajan para la delincuencia
porque ellos les ordenan y sin importarles cometen delitos y nadie Los castiga
ese es nuestro México policías federales y militares al servicio de la
delincuencia.
Es
una lástima, tristeza. Que de tal forma se ridiculice la ideología, el trabajo,
"o mal trabajo" del poder político en turno, esto sucede en el país,
estado o municipio. Promoviendo estos hechos, provocando el caos. *Creo yo
saber que es la nueva forma de prepararse para las elecciones del 2018!.
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