*Víctimas
de las autoridades que empuñan la simulación
Por
Arturo González Celestino
Chilpancingo,
Gro.- En México se vive una auténtica tragedia nacional auspiciada y solapada
por nuestras autoridades de todos los ámbitos de gobierno, que en contubernio
con la delincuencia organizada han estado impidiendo un acceso a la justicia a
la paz y al confort de los guerrerenses. Son cientos de asesinados, de personas
que han perdido la vida de forma trágica y que no son reconocidos por sus familiares
y que el estado Mexicano, los considera un número más porque no investiga las
causas de su muerte, su identidad, y mucho menos se castiga a los responsables
de tan atroces crímenes.
Aquí
y en todo el país todos los muertos que han caído víctimas de las ráfagas de
las metralletas y las pistolas de miembros del crimen organizado que opera en
contubernio con las autoridades de gobierno, van a parar a le panteón,
específicamente a la fosa común, donde anteriormente eran apilados como basura,
y es que así los considera el gobierno insensible que padecemos. Son un número
más.
Es
sabido que “Todos los cuerpos que no son
reclamados o que están calidad de desconocidos se mandan a la fosa común que
está en el Panteón Civil de Dolores”, explicó el director del Instituto de
Ciencias Forenses (Incifo), Felipe Edmundo Takajashi Medina.
Al
Incifo se canalizan todos los cadáveres que por las circunstancias en la que
ocurre la muerte se deben estudiar y aclarar las causas del fallecimiento. Si
están plenamente identificados son entregados a sus familiares.
Anteriormente,
y vale decirlo, la no identificación de los cuerpos de miles de personas, ya se
vivía en esta sociedad desde 1970, pero según el investigador desde esa fecha
hasta nuestros días los registros están incompletos, porque además en aquella
época no se podía contar con las especialidades de esta época.
Pero
aun así, las autoridades de gobierno como el de Guerrero, y aún más el del
estado de Morelos, encabezado por el sátrapa Graco Ramírez, envían a cientos de
cuerpos a la fosa Común sin siquiera identificarlos, como fue el caso de las
tres fosas de Jojutla, a donde fueron a
tirar a una fosa común a más de doscientas personas sin haberlas identificado.
El
trato humillante y perverso por parte de las autoridades que se da a los
cadáveres indina a la sociedad, pero es más aberrante e indignante que las
autoridades tengan el objetivo de ocultar los cuerpo, con la finalidad de que
nadie los pueda identificar y además de desconozca quién o quiénes fueron los responsables
de los asesinatos.
El
artículo 67 de la Ley General de Salud en Materia de Control Sanitario de la
Disposición de Órganos, Tejidos y Cadáveres de Seres Humanos indica que todos
los cadáveres deberán permanecer en las fosas mínimo seis años si son mayores
de 15 años en el momento de fallecimiento, y cinco años si eran menores de 15
años.
Los
cuerpos desconocidos que se encuentran en el Panteón de Dolores y son exhumados
se “colocan en una bolsa, solamente los restos óseos, y se mantienen en otra área
del mismo panteón”, dijo Takajashi Medina.
Los
Otros Desaparecidos u organismo no gubernamental que está compuesto por
familiares de los no devueltos a casa, señaló que en las morgues del estado de
Guerrero, hay cientos de desaparecidos, y que además las autoridades no
establecen ningún protocolo para su identificación.
Hace tiempo habían señaló que había un total
de 449 cuerpos en los Semefos del estado y que por lo tanto pedirían a la FGE y
la PGR que les tomen muestras de ADN para compararlas con la base de datos de
los integrantes del colectivo, adelantan. En el Semefo de Chilpancingo les
mostraron unas 90 fotografías de cuerpos de casos de 2014, 2015 y 2016 que no
fueron identificados por sus parientes, relatan
A
los Semefos de Chilpancingo y del estado de Guerrero, siguen llegando cuerpos
que nadie identifica, que no son reclamados por algún familiar, que sólo les
toman muestras de ADN para compararlas con la base de datos de los integrantes
del colectivo y saber si entre estos hay familiares.
Asimismo
los cuerpos son trasladados a la Fosa Común sin haber confrontado el ADN por
familiares que llevan años en busca de su familiar, que momento a momento
sienten que el mundo los ha olvidado, que en este asunto de eliminar los
cuerpos lo más rápido posible, están las autoridades de los tres niveles de
gobierno.
Fuentes
del Semefo señalaron que los cuerpos inhumados en el Cementerio Forense Estatal
del Gobierno del Estado de Guerrero, permanecían desde el 2014 y 2015, les
hicieron una carpeta de identificación con las pruebas de ADN y genética para
que después sean reconocidos por sus familiares. Cada bolsa tenía un número de
averiguación previa para su identificación y en la placa de cada gaveta tenía
una tarjeta de información en la que se leía, “Cementerio Forense Estatal del
Gobierno del Estado de Guerrero, Averiguación Previa: ALV/SC/02/0498/2015.
De
acuerdo con las estadísticas de la PGR, desde el 2006 a la fecha se han
encontrado en el país 215 fosas clandestinas en las cuales se han encontrado
los restos de por lo menos 693 personas distintas.
Durante
los últimos años el hallazgo de fosas se ha incrementado. En 2014 se reportaron
once casos distintos de hallazgos de fosas y en 2015 fueron ocho.
Los
datos oficiales además relevan que 121 cuerpos de los 693 encontrados en
las fosas fueron identificados: apenas el 17.4 por ciento. Esto significa que
en promedio 4 de cada 5 restos humanos encontrados siguen sin ser
identificados.
Aunque
el hallazgo de fosas se extiende en más de la mitad de las entidades federativas
del país, solamente en cinco entidades (Guerrero, Tamaulipas, Jalisco,
Chihuahua y Durango) se concentran más del 81 por ciento de los casos
registrados.
Guerrero
es por un amplio margen la entidad con el mayor número de casos: 259 cuerpos
encontrados en fosas. La mayoría de estos casos se concentran en el municipio
de Iguala (150), donde las autoridades implementaron operativos de búsqueda
tras la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Los datos oficiales
arrojan que de los restos ubicados en ese municipio solo 16 han sido
identificados, apenas el 10 por ciento.
Los
hechos de los 43 estudiantes, referente a estos hechos lamentables en la
entidad se deben a la ambición, prepotencia y traición a la nación de esa
pareja conocida como la Familia Imperial, que presuntamente ha provocado la
muerte de seis conciudadanos y la desaparición de cuarenta y tres estudiantes
normalistas, “hemos”, no simplemente identificarnos, sino que podríamos superar
lo que hicieron esos funcionarios delincuentes y sus secuaces.
El
hecho de violentar la paz social, so pretexto de clamar justicia, es una gran
aberración a la integridad de cada uno de los que han participado en estos
hechos aberrantes y reprobables desde cualquier forma de que se le quiera ver.
La
auténtica verdad aún no se sabe y aunque realmente esta pareja de funcionarios
corruptos fueran los verdaderos responsables de los hechos mencionados, de
ninguna forma se puede aceptar tan dantescos delitos contra la sociedad y los
edificios de gobierno. Creo que a nadie de los que han participado en estos
hechos violentos, se les ha ocurrido pensar que posiblemente los culpables ni
siquiera sean mexicanos y que se trate de desprestigiar a México con fines
monstruosos para beneficio de intereses trasnacionales y sacar provecho en lo
económico o para que la Nación se debilite aún más de lo que está, debido a la
falta de una cultura del buen comer, educación, falta de asistencia de salud y
el exceso de fármacos de muy mala calidad.
Tenemos
que recordar el dicho “Divide y vencerás” y tener mucho cuidado en no caer en
una posible trampa, si así lo fuere. Un país dividido se convierte en presa
fácil para otra nación que podría estar al asecho de estas grandes
oportunidades.
Todas
las personas que se están uniendo a estos lamentables hechos, tendrán que tener
mucho cuidado con los “líderes” que están fomentando esta violencia. Por lo
menos deberán conocerlos y ponerse a pensar si lo que están haciendo ayudará a
resolver el problema que quieren que se resuelva.
El
dolor de los padres, familiares, amigos y de la sociedad, claro que es muy
fuerte, pero la desesperación y la violencia, la historia nos lo ha comprobado
que es un camino, peor de la propia tragedia.
Está
comprobado que el pensamiento negativo de una sola persona influye en la
realidad, nos podemos imaginar lo que puede provocar el pensamiento masivo.
No
hagan que el turismo de Guerrero se valla a Hawai o a otro lugar por la
“inseguridad” que no tardarán por monitorear de parte de intereses creados del
extranjero. ¿Qué pasaría si dentro de estas manifestaciones mueren más
personas, ya sea de la policía o de la sociedad? Simplemente se puede dividir
mucho más la sociedad y corremos el riesgo de que se desate una guerra civil.
La
fosa común no es lo que la mayoría de la gente cree; no es un gran hoyo en la
tierra en donde se depositan los cadáveres que no son identificados o que nadie
reclama.
Los
muertos que nadie conoce tienen tumbas individuales, las cuales se diferencian
de las ordinarias no sólo porque carecen de una lápida sino porque las cruces
que las acompañan sólo contienen la fecha de la defunción y una serie de
números que refieren el expediente que tiene la Procuraduría General Justicia
del Estado sobre los hechos que rodearon al deceso.
En
la mayoría de estos casos no hubo un reclamo de exequias, sólo se obtuvieron
datos para conocer el nombre de las personas, porque los deudos decidieron no
exhumar los restos por el costo económico que significa para ellos o porque no
tenían el interés de sepultar en otro lugar el cuerpo sino únicamente
corroborar que su familiar o conocido murió.
Heridos
de bala, personas que han sido arrolladas, indigentes o ancianos que padecen
alguna enfermedad y que vivían solos son los perfiles de quienes mueren sin que
se conozca su identidad, además que el 70 por ciento de los casos son hombres.
El
médico forense explicó que tras permanecer en algunas de las 26 gavetas del
Semefo, a tres grados centígrados y tras concluir las indagatorias sobre los
hechos y causas de muerte, los cuerpos son introducidos en bolsas negras a las
que se les adhiere una papeleta con el número de averiguación que se les
asignó, datos del estudio de la ropa que portaban, levantamiento del cuerpo, la
fecha exacta o posible de defunción, sexo y edad.
Debido
a la saturación que existe en la fosa común del panteón municipal, los casos
registrados desde años recientes han sido depositados en fosas, en donde se
ubican en la parte trasera del camposanto, junto a la barda perimetral, de
manera horizontal y entre maleza, se encuentran ocultas las cruces que pocos
ven y que contienen los números que difícilmente serán sustituidos por letras.
Es
urgente que cambiemos nuestra forma de pensar, dejar de violentarnos así las
cosas se podrán solucionar, de otra forma lo podríamos lamentar por muchísimos
años.
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