Editorial
¡Aquí no pasa nada!
Las constantes balaceras y ejecuciones en Chilpancingo como
lo dieron a conocer diversos medios de comunicación, en ocasiones se dicen
cosas de más, que no existen. Lo que pasó, no pasó como se dice que pasó”,
sobre las diversas balaceras que se suscitaron en la capital.
El deficiente vocero en materia de seguridad, Roberto
Álvarez, obviamente también negó las balaceras; se limitó a decir que solo se
trató de dos casas baleadas y un taxi incendiado. Además, culpó a las
administraciones pasadas del repunte de la inseguridad, ojo, gobiernos en su
mayoría de su partido el PRI ya que el PRD solo ha gobernado los últimos 10
años.
Lo cierto es que los capitalinos han vivido noches de
terror han sido reiterados los tiroteos y asesinatos en diversos puntos de la
capital, sí se registraron enfrentamientos entre grupos de delincuentes que
pelean la plaza para la venta y trasiego de drogas.
Basta de que las autoridades salgan y declaren que los
constantes enfrentamientos y muertos que se registran, son producto de la
disputa entre bandas del crimen organizado. Eso ya lo sabemos, quieren es que
se actúe en verdad contra estos grupos de criminales que los tienen viviendo en
el terror y la zozobra.
Basta de culpar a los gobiernos anteriores; los
guerrerenses quieren que en verdad venga el orden y la paz que prometió en
campaña el gobernador priísta. A punto está de cumplir dos años esta
administración y esa promesa ni siquiera se asoma.
Negar los problemas graves de inseguridad es prueba de la
apatía que tienen por resolver el principal reto que enfrenta el gobierno
estatal. Para poder resolver un mal primero hay que reconocer que existe,
después buscar los mecanismos y estrategias para su solución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario