Perspectiva Ciudadana
Salud pública en Guerrero: la indolencia gubernamental
José Alberto Morales
Es una vergüenza para el gobierno del priísta Héctor
Astudillo Flores, que el hospital regional “Raymundo Abarca Alarcón” esté
prácticamente parado por la falta de medicamentos, equipo quirúrgico y de
especialistas, como así lo denunciaron los jefes y jefas de todas las áreas del
nosocomio.
¿De qué ha servido que a inicios de enero pasado, el
entonces director del Seguro Popular, Heriberto Huicochea Vázquez, celebró que
con el gobierno de Héctor Astudillo se incrementó a 2 millones 617 mil
guerrerenses los afiliados a ese dichoso “seguro”, si los beneficiarios cuando
acuden a los centros de salud y hospitales regionales no les brindan los medicamentos
y ni siquiera las jeringas?
¿Dónde están los 2 mil millones de pesos que Huicochea
presumió en enero pasado, destinados para abastecer de medicamentos a los
centros hospitalarios de la entidad?, ¿Será que esos recursos destinados a la
salud de los guerrerenses, salieron junto con él para asumir la dirigencia
estatal del PRI?
Se reitera la pregunta: ¿dónde están esos millonarios
recursos destinados para la salud de los guerrerenses? No se ven por ningún
lado; en los centros de salud no hay medicamentos y tampoco en los hospitales
regionales como el de Chilpancingo.
Solo hay que recordar que el gobierno de Astudillo ha
beneficiado de una forma bárbara a los Huicochea y ahí están los terrenos
propiedad de éstos donde se edificó el panteón ministerial, en el cual han sido
depositados los cuerpos inertes producto de la guerra en el que se encuentran
grupos del crimen organizado y que no han sido reclamados por sus familiares.
¿Acaso hubo licitación para adquirir los terrenos y lo ganaron los Huicochea
Vázquez? No. Es a todas luces el favoritismo del gobernador hacia esa familia.
Es preocupante el nivel de corrupción en el manejo de los
recursos destinados para la salud pública en Guerrero, al grado de que en los
centros hospitalarios no se cuenta ni con jeringas para aplicar medicamentos
que tienen que conseguir los familiares de los pacientes.
Y lo que más preocupa son las declaraciones del gobernador priísta,
pues le importó un bledo las carencias en los centros hospitalarios y se limitó
a decir que o le paga al personal de la Secretaría de Salud (SSA) o compra
jeringas; ese es el nivel de preocupación de quien dirige las riendas de esta
entidad.
Astudillo Flores se excusó en decir que en la SSA hay miles
de trabajadores sin techo presupuestal a los que tiene que pagarles salario y
prestaciones. La salud de los guerrerenses puede esperar. La indolencia sigue
prevaleciendo en el gobierno del “orden y la paz”.
También preocupa que el presidente de la Comisión de
Defensa de Derechos Humanos (Coddehum), Ramón Navarrete Magdaleno, esté callado
ante esta situación que atenta gravemente contra la vida y las garantías
individuales de quienes no cuentan con los recursos para acudir al sector
privado, tal como lo indica el artículo cuarto de la constitución política:
“toda persona tiene derecho a la protección de la salud”. Y el gobierno de
Astudillo no lo está garantizando…
Nos leemos mañana, mientras el alcalde de Acapulco, Evodio
Velázquez, al parecer no vive en el puerto que “gobierna”; se atrevió a decir
que el crimen va a la baja apoyando así lo dicho por el Secretario de
Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. ¿Y la serie de asesinatos de jóvenes,
principalmente de muchachas de 15 años que al no contar con oportunidades de
empleo caen en las redes de la delincuencia? moralessantosjosealberto@gmail.com
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