jueves, 14 de enero de 2016

La detención del Chapo, show fallido

ZONA CERO
La detención del Chapo, show fallido
Roberto Santos
Ayer escribí que para detener la violencia en el estado hace falta voluntad de las corporaciones policíacas y de las autoridades. Hoy se confirma que cuando es necesario, la fuerza del Estado funciona y lo hace bien. Nada escapa si no tiene el aval de quienes gobiernan al país. No existe el mal llamado Estado fallido, porque es fallido en tanto le conviene a quienes mal dirigen a la nación.
La captura del Chapo es la mejor muestra de que cuando es necesario se dan golpes espectaculares para regocijo del público, aunque han usado tanto esa técnica y a este personaje que han terminado por sobreexponerlo y caer en descrédito.
Ahora, parece que nadie se traga el cuento tres veces reescrito de la captura del Chapo que inmediatamente se ha convertido en claro motivo de regocijo en las redes sociales hasta la saciedad. Es decir, el circo ha funcionado, pero el patiño no es el detenido sino quien manda las instituciones en el país, y los memes en internet así lo hacen constar.
Así de mal estamos como país que las instituciones se han convertido en motivo de burla, como válvula de escape de la sociedad ante su impotencia por no poder hacer nada frente al terror que le causa la violencia sin control, los miles de feminicidios en tierra del grupo que insensiblemente dirige los destinos del país, de la crisis económica que indefectiblemente nos va abrazando, los muertos cotidianos que nos desensibilizan ante la cantidad y la crudeza de los signos de tortura infinita para producir dolor como antesala de la muerte.
Detener al Chapo para obtener el aplauso fácil, y opacar las dificultades que vienen para la población en general, es una medida sencilla pero sobredimensionada; sin credibilidad porque no se ven los esfuerzos del grupo en el poder para irse a fondo en el combate al crimen a profundidad, porque conviene más administrar ese gran negocio de siempre y de muchos millones de dólares. Tantas son las ganancias y prebendas en las infinitas complicidades que esto ha terminado por volverse en uno de los mejores negocios de todos los tiempos.
Si fuera lo contrario, no habría tantos enfrentamientos entre bandas criminales, tantos secuestros, tantas mujeres desaparecidas, tantos niños extraviados, tantos asesinatos, tantos levantados, tantos despedazados y tanto horror y miedo en una sociedad que apuesta a la recuperación de la normalidad ciudadana.

La prueba la exhibe el mismo gobierno federal. Cuando se quiere se puede. Hoy quisieron detener al Chapo, porque pretenden conjurar manifestaciones en su contra ante la incapacidad de controlar la economía. Finalmente quienes dirigen la república no están ahí para beneficiar a la población como a sí mismos en los negocios internacionales con lo que queda del petróleo y del país.

No hay comentarios:

Publicar un comentario