*No
les importa que Guerrero sea un cementerio clandestino
Por
Armando Patrón Torres
Chilpancingo,
Gro.- Los aspirantes a la gubernatura, tanto del PRI como del PRD, parecen
salidos de lo más profundo del estiércol, son personajes de la peor ralea que
se han enriquecido por apoyar las reformas estructurales que nos tienen al
borde de un estallido social. Son embusteros de la peor calaña, cuyo objetivo
principal es apoderarse del presupuesto para gozar de un mundo banal y superfluo.
Sus
antecedentes están lejos de la búsqueda de un gobierno que respete los derechos
humanos, que ponga fin a la violencia terrorífica que se vive a diario, que
termine con la pobreza extrema de miles de indígenas y ciudadanos que viven en
los cinturones de miseria de las ciudades y pueblos. No existe una sola
propuesta de gobierno encaminada a consolidar el desarrollo del estado. La
entrega de pelotas, los cursos de comida, la entrega de juguetes desechables,
los show de payasos y otras miserias humanas, son las únicas propuestas que
circunda en sus desarticulados cerebros.
Ninguno
de ellos, llámese Manuel Añorve, Héctor Astudillo, Mario Moreno, Cuauhtémoc
Salgado, Sofío Ramírez, Sebastián de la Rosa, Beatriz Mojica Morga y Luis
Walton Aburto, garantizan honradez y defensa de los derechos humanos. Son
sátrapas que buscan saciar sus instintos de poderío, que buscan impunidad, que
han saqueado el dinero del pueblo y que han guardado silencio sobre la brutal y
cruel matanza de los estudiantes de Ayotzinapa en la ciudad de Iguala, a manos
de policías y políticos ligados a ambos partidos.
El
cinismo, la desvergüenza, la protección criminal, la impunidad, el conflicto de
intereses, el brutal saqueo de las arcas de Acapulco y Chilpancingo, la campaña
de desprestigio en contra de los estudiantes de Ayotzinapa y el Movimiento
Popular Guerrerense, son la carta de presentación de este ‘grupúsculo’, que no
garantizan absolutamente nada a la sociedad guerrerense, más que el aumento de
la criminalidad.
Algunos
de ellos ya abandonaron sus cargos y otros se prestan a hacerlo sin haber
solucionado los problemas de la entidad, pero eso sí, se llevan consigo miles
de pesos para comprar conciencias, otros como Sebastián de la Rosa Peláez,
buscan no ser candidato a gobernador sino una negociación que le garantice no
someterse al voto, sino una diputación local plurinominal para allegarse la
impunidad del fuero constitucional. El diputado federal fue el que salió al
paso para defender al exalcalde de Iguala, un día después de que se llevó a
cabo la matanza de estudiantes. Sebastián de la Rosa defendió y avaló los
crímenes. Y cínico quiere ser candidato a gobernador. Pero no, su objetivo es
un espacio plurinominal, para desde ahí seguir defendiendo las atrocidades
criminales que a diario ocurren en Guerrero.
Todos
ellos aprobaron la reforma educativa que lesiona los derechos de miles de
maestros, que los vuelve mano de obra barata, que los convierte en sirvientes
del poder, y que han perdido desde ya, sus derechos de antigüedad.
Son
profesionales de las fechorías los que quieren gobernar, a pesar de que tendrán
en sus manos una tonelada de dinamita a punto de estallar. Pero a ellos no les
importa que la sangre se derrame por montones si sus bolsillos estarán llenos
de dinero.
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