miércoles, 25 de febrero de 2015

La ambición de los “suspirantes” a la gubernatura no tiene límites

*No les importa que Guerrero sea un cementerio clandestino
Por Armando Patrón Torres
Chilpancingo, Gro.- Los aspirantes a la gubernatura, tanto del PRI como del PRD, parecen salidos de lo más profundo del estiércol, son personajes de la peor ralea que se han enriquecido por apoyar las reformas estructurales que nos tienen al borde de un estallido social. Son embusteros de la peor calaña, cuyo objetivo principal es apoderarse del presupuesto para gozar de un mundo banal y superfluo.
Sus antecedentes están lejos de la búsqueda de un gobierno que respete los derechos humanos, que ponga fin a la violencia terrorífica que se vive a diario, que termine con la pobreza extrema de miles de indígenas y ciudadanos que viven en los cinturones de miseria de las ciudades y pueblos. No existe una sola propuesta de gobierno encaminada a consolidar el desarrollo del estado. La entrega de pelotas, los cursos de comida, la entrega de juguetes desechables, los show de payasos y otras miserias humanas, son las únicas propuestas que circunda en sus desarticulados cerebros.
Ninguno de ellos, llámese Manuel Añorve, Héctor Astudillo, Mario Moreno, Cuauhtémoc Salgado, Sofío Ramírez, Sebastián de la Rosa, Beatriz Mojica Morga y Luis Walton Aburto, garantizan honradez y defensa de los derechos humanos. Son sátrapas que buscan saciar sus instintos de poderío, que buscan impunidad, que han saqueado el dinero del pueblo y que han guardado silencio sobre la brutal y cruel matanza de los estudiantes de Ayotzinapa en la ciudad de Iguala, a manos de policías y políticos ligados a ambos partidos.
El cinismo, la desvergüenza, la protección criminal, la impunidad, el conflicto de intereses, el brutal saqueo de las arcas de Acapulco y Chilpancingo, la campaña de desprestigio en contra de los estudiantes de Ayotzinapa y el Movimiento Popular Guerrerense, son la carta de presentación de este ‘grupúsculo’, que no garantizan absolutamente nada a la sociedad guerrerense, más que el aumento de la criminalidad.
Algunos de ellos ya abandonaron sus cargos y otros se prestan a hacerlo sin haber solucionado los problemas de la entidad, pero eso sí, se llevan consigo miles de pesos para comprar conciencias, otros como Sebastián de la Rosa Peláez, buscan no ser candidato a gobernador sino una negociación que le garantice no someterse al voto, sino una diputación local plurinominal para allegarse la impunidad del fuero constitucional. El diputado federal fue el que salió al paso para defender al exalcalde de Iguala, un día después de que se llevó a cabo la matanza de estudiantes. Sebastián de la Rosa defendió y avaló los crímenes. Y cínico quiere ser candidato a gobernador. Pero no, su objetivo es un espacio plurinominal, para desde ahí seguir defendiendo las atrocidades criminales que a diario ocurren en Guerrero.
Todos ellos aprobaron la reforma educativa que lesiona los derechos de miles de maestros, que los vuelve mano de obra barata, que los convierte en sirvientes del poder, y que han perdido desde ya, sus derechos de antigüedad.

Son profesionales de las fechorías los que quieren gobernar, a pesar de que tendrán en sus manos una tonelada de dinamita a punto de estallar. Pero a ellos no les importa que la sangre se derrame por montones si sus bolsillos estarán llenos de dinero.

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