Agresión de periodistas
en Tlapa de Comonfort no debe quedar impune
El
gremio periodístico de Guerrero y el director general de este medio informativo
condenan enérgicamente el secuestro del que fueron objeto 60 periodistas y sus
familias por parte de quienes se identificaron como militantes del Movimiento
Popular Guerrerense, el sábado 13 de diciembre en la ciudad de Tlapa de
Comonfort, quienes privaron de su libertad, golpearon, vejaron públicamente y
amenazaron a estos 60 colegas con sus respectivas familias.
Este
ataque contra los derechos fundamentales de los periodistas se vio agravado por
la omisión en que incurrieron las tres instancias de gobierno, así como por los
organismos actualmente deficientes nacional y estatal de los derechos humanos,
a quienes se les pidió auxilio de urgencia sin recibir respuesta alguna.
También
fueron informadas las Fuerzas Federales que, argumentando que no tenían ninguna
petición del gobierno estatal, abandonaron a su suerte a los periodistas y sus
familias que, provenientes de todas las regiones de Guerrero, se dieron cita
ese día convocados a una ceremonia de premiación entre pares.
Hubo
jaloneos y golpes. La turba ingresó y agredió a los periodistas. Les sacaron
del local. Los pasearon por la plaza pública. Los empujaron y golpearon.
Encerraron a Miguel Ángel Mata Mata, Silvia Inés Borja Arteaga, Julio Ayala
Carlos, Brenda Nava Mancilla y Fabián Herrera Ruiz.
Erigidos
como un jurado popular, ese mismo grupo de personas que golpearon a los
periodistas, les juzgaron y condenaron a pagar tres mil pesos por las
agresiones a uno de sus compañeros. Les obligaron a decir una versión falsa de
los hechos: que los periodistas agredieron a los manifestantes, les exigieron
una disculpa pública y que jamás habían estado secuestrados. Todo ante la
presencia de una turba que en todo momento insultó, agredió e intentó linchar a
los periodistas.
A
la mitad del supuesto juicio popular, una reportera del periódico El Sur, de
nombre Carmen González Benicio, ingresó a la sala de cabildos y se integró como
parte del cuerpo de juzgadores. Ella informó a los reporteros que serían
liberados. Los sacaron entre insultos y humillaciones casi a las once de la
noche, no sin antes exigir un pago en efectivo para liberar a los periodistas.
Por
todo lo anterior, queremos puntualizar ante las autoridades federales y
estatales, así como ante la opinión pública, que acudiremos ante las instancias
legales competentes para proceder jurídicamente ante este grave atentado contra
derechos fundamentales de los periodistas.
Asimismo
queremos informar a organismos internacionales de promoción y defensa de la
libertad de expresión para que se proceda como corresponda y dichas agresiones
queden impunes.
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