El historial negro de Ignacio Murguía
A raíz de una denuncia por actos de corrupción en
el pago de indemnizaciones a propietarios de casas lujosas, así como a
ejidatarios y pequeños propietarios en las zonas de Joyas de brisa mar y Llano
Largo de Acapulco, se conoció que Ignacio Murguía Gutiérrez, encargado de tasar
los pagos a los afectados, tiene cuentas pendientes con la justicia pues, según
notas periodísticas de la época, robó y defraudó a la judicatura federal en el
año 1996.
Mientras Humberto Salgado Gómez, encargado formal
de la obra y de las tareas de indemnización a los afectados por lo que se dice
será la obra cumbre del actual gobierno estatal se queja de que no le dejan
margen de maniobra para poder ejecutar con dignidad y transparencia la obra, su
subalterno, Ignacio Murguía, se reúne periódicamente con Humberto Sarmiento
Luebbert, ex coordinador del Ejecutivo durante el gobierno de Zeferino
Torreblanca Galindo.
Murguía Gutiérrez regresó a Guerrero de manera
casual, y no ha podido regresarse a su tierra, el Distrito Federal, porque
pesan sobre él acusaciones de fraude a su paso por el Consejo de la Judicatura
Federal.
Nadie se explica las causas por las cuales el
gobernador aun sostiene a personajes con antecedentes de robo y fraude
cometidos en contra de instituciones federales, en un asunto tan delicado como
el manejo de pago a los afectados por la magna obra aguirrista.
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