Por Armando Patrón
Chilpancingo, Gro.- Después
de la desgracia ocurrida a miles de guerrerenses, que perdieron gran parte de
su patrimonio a causa de la irresponsabilidad y desidia de nuestros
gobernantes, el ejecutivo del estado en acuerdo con el congreso, se preparan desde
ya para que sean los ciudadanos los que paguen por los daños causados por la
tormenta “Manuel” e “Ingrid”, y mientras, los culpables de otorgar permisos en
humedales y barrancas, se aprestan a continuar
con sus millonarios negocios.
Es cierto, una parte de
la culpa, la tienen, quienes invadieron cauces y barrancas, además de quienes
adquirieron propiedades en zonas de alto riesgo, pero también la tienen las
autoridades que lotificaron esos pedazos de tierra. Durante, muchos años los
gobiernos priistas, concedieron permisos y lotificaron a orillas de los ríos y
arroyos a tal grado de casi desaparecer la margen del río Huacapa. Sólo a los
funcionarios y grandes ricos que perdieron sus propiedades y que lotificaron a
orillas de los ríos, les ha llegado ayuda pronta y expedita, mientras la
montaña de Guerrero se acerca a la hambruna
Y sí, la ciudadanía
tendrá que pagar por los daños causados, porque a petición de nuestro
gobernador farandulero de Guerrero, que en esos días de la tragedia bebía,
bebía y bebía, el Congreso del estado, autorizó una línea de crédito por 865 millones de pesos
al Gobierno local para enfrentar la contingencia que dejó la tormenta tropical
"Manuel" en la mayoría de los municipios de la entidad.
A esta deuda se suman los 450 millones de pesos que se autorizaron el
pasado agosto del 2012 por 459 millones de pesos hasta por 20 años, el pueblo
de guerrero tendrá que sufrir las consecuencias y pagar por la desidia y la
desvergüenza de funcionarios y autoridades que se han manejado con irresponsabilidad
y que gozan de la protección del gobierno federal y estatal.
Para el próximo año, si
no es que antes, se vendrán en cascada los aumentos al impuesto predial, al
agua potable, la luz, el drenaje, los refrendos vehiculares, y demás
gravámenes, que colapsaran la economía de los ciudadanos guerrerenses.
Lo que parece increíble
es que el dinero del Fondo Nacional de Desastres (Fonden), no aparece por
ningún lado, y ni aparecerá, porque todo ese recurso se gastó para financiar la
campaña de Peña Nieto y comprar miles de despensas para poder comprar el voto.
Gracias a la
participación de la ciudadanía y a su enorme solidaridad desplegada a lo largo
del territorio mexicano, se ha podido aliviar un poco la desgracia de los
guerrerenses que resultaron damnificados por las lluvias. Son los grandes seres
humanos los que han aparecido por miles,
pero las autoridades de gobierno y los legisladores se han escondido. Y es que
no es año electoral y dicen que no tienen porque derrochar recursos en algo que
no les rendirá frutos. El pueblo deberá tener presente ello.
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