La
educación en México
El
Estado mexicano enfrenta la etapa más crítica de la educación pública, una
deuda histórica que desde la postrevolución parecía vislumbrar el nacimiento de
un sistema educativo para los mexicanos y que impulsaría la reconstrucción y
progreso del país; sin embargo, desde los años cuarenta, el contexto social y
político internacional, cambió el rumbo de la educación pública y ésta abandonó
su papel social.
En
diciembre de 2012, el Congreso de la Unión aprobó la reforma al artículo 3ro
constitucional, con lo que se busca, devolver al Estado su capacidad rectora de
decidir en materia de planes y programas de estudio, incorporando el valor
“calidad” dentro de los rasgos de la educación que imparta. Sin embargo, esta
reforma desencadenó una serie de resistencias por parte del SNTE y la fracción disidente,
la CETEG, con una serie de medidas y acciones desde protestas y mítines hasta
amparos contra dicha reforma.
Bien,
estas acciones responden a cuatro conceptos clave en la reforma: ingreso,
promoción, reconocimiento y permanencia. A pesar de que charra más vendida Elba
Esther Gordillo, sólo se oponga a esta última, la base trabajadora magisterial
la concibe en su conjunto como un atentando al derecho laboral y hasta la
privatización misma de la educación, que sin duda, de pretender esto, sería la
mayor traición a los mexicanos. La evaluación obligatoria acompaña a estas
palabras.
Por
un lado, el ingreso al servicio
docente debe estar sujeto a reglas claras que den seguridad de que las personas
mejor preparadas y con mayores capacidades sean quienes ocupen las plazas. Un
maestro que compra una plaza o la adquiere por herencia ingresa a su carrera
con una falta que debilita su función como educador, además de que podría estar
ocupando la plaza de otro maestro con mejor preparación. Entonces la reforma al
artículo 3ro obliga a todos por igual, sin más privilegios que para ingresar al
servicio docente sea por mérito profesional.
La reforma propone “la idoneidad de los
conocimientos y capacidades que correspondan”, sustentada en la evaluación
obligatoria, como el criterio central para otorgar las promociones. Por ello,
éstas quedarán abiertas a todos los maestros, no sólo para los de mayor
antigüedad o para quienes logran puntos por razones que no necesariamente
responden al interés de la educación.
Estos
son los nuevos retos que enfrenta la educación en México. A pesar de que ya 17
congresos estatales aprobaron la reforma al artículo 3ro como requisito mínimo
para que entre en vigor; se han intensificado acciones del magisterio mexicano
buscando rechazar e impedir dicha declaración constitucional. Sin embargo, todo
parece indicar que entrará en vigor, sólo esperemos que cumpla con la
declaratoria que expresa “el respeto a
los derechos constitucionales de los trabajadores de la educación…”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario