Por César González Guerrero.
Sin duda, una de las etapas más difíciles de la vida, es la de educar, y alcanzar la excelencia académica para los hijos, es la meta y objetivo de los padres de familia.
El ser humano, como parte fundamental del proceso de enseñanza-aprendizaje, todos los días enfrenta diversos obstáculos que, afortunadamente, se superan, aunque con mucho sufrimiento y sacrificio.
Los padres de familia, desde antes de procrear un hijo, ya están preocupados por su futuro, y buscan las mejores ofertas educativas, las cuales, de por sí, son escasas. Por supuesto que, siempre, aspiran a ocupar un espacio para sus pequeños, en planteles de prestigio educativo, de tal manera que, con muchas dificultades, al final, se logra ese propósito.
La educación preescolar, como cimiento o base de la adquisición del conocimiento, para forjar ciudadanos responsables y de provecho a la sociedad, es muy indispensable.
Por ello, en esta ocasión, considero pertinente reconocer la ardua tarea educativa de ese nivel escolar, a través de cada una de las trabajadoras y trabajadores de la educación preescolar del CNDI San Mateo que, hoy, nos entrega a mi nieta Miranda González Sánchez, la última de la dinastía González Arcos, egresada de ese generoso centro educativo.
El cual también, en años anteriores, forjó la trayectoria académica de mis otros nietos: Braulio César, Victoria, Fabio César y Darío César, otorgandoles las primeras herramientas del conocimiento.
Tal vez no se acostumbra que los ciudadanos, en lo particular o en familia, realicen de manera espontánea, un reconocimiento público a alguna institución educativa que, a nuestro juicio, lo merecen, pero los más de 20 años que, como tutores o padres de familia, experimentamos en el Centro de Desarrollo Infantil (hoy Centro de Atención Infantil) San Mateo, de Chilpancingo, Guerrero, respaldan este modesto testimonio de gratitud a quienes, desde el año 2005, estuvieron atendiendo a aquellos infantes, nietos e hijos, hasta el presente año 2025. Las familias de esta ciudad capital, y más los pequeños alumnos de esos tiempos, después de concluir la educación preescolar, primaria, secundaria, bachillerato, otros en escuelas superiores, y muchos ya formados como profesionales, estamos orgullosos de quiénes apoyaron en ese logro, como directivos, docentes, administrativos y personal de apoyo.
Gracias a la responsabilidad de ellos, esta noble institución educativa cobijó durante más de 15 ciclos escolares, desde el nivel maternal hasta cumplir los 6 años de edad, listos para continuar los siguientes niveles educativos.
A pesar de las adversidades, con sacrificios y esfuerzos cada quien, entregó su mejor conocimiento a las niñas y niños, logrando forjar una cultura del estudio y la superación personal.
De manera muy especial, y con todo respeto, va mi homenaje póstumo a la inolvidable Directora Maestra Candy, así como a quienes ya se encuentran en la eternidad.
¡Gracias CNDI San Mateo!
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