La aventura política

 Eureka!

Por Adán Ríos Parra

El problema no es quien llega o quién se va de un partido político a otro, porque pareciera que cuando sale un líder se lleva consigo los votos o militantes de un partido a otro.

Así no ocurren las cosas. La aventura política que persiguen al salirse es porque ya no hay espacio para ellos en el lugar que ayudaron a construir.

Una candidatura se construye con paciencia y tolerancia. A veces no son los tiempos y se gana, aunque sea experiencia. Pero hay burros que nunca entenderán eso.

La vida es así, primero alaban al líder en turno, luego lo critican y finalmente lo abandonan, cuando ya lo ven viejo, cansado y sin ilusiones.

AMLO cómo en su momento Cuauhtemoc Cárdenas pasará al olvido. Quién se acuerda hoy de Rubén Figueroa, de René Juárez, de Walton, Chavarria o Wences Reza?

Los viejos caciques de Guerrero han caído en el abandono, hay una nueva clase política que llegó en el momento de la descomposición en donde lo viejo se niega a morir y dónde lo nuevo a penas parece un retorno, pero así es el relevo generacional.

Los ayer revolucionarios hoy son los peores reaccionarios actuando como lo que antes criticaban.

Y es que, como van las cosas, fracturando los institutos políticos que están en riesgo su registro, hoy están a la caza de candidatos que estan en funciones sin importar que en épocas pasadas fueran rivales, contrincantes u oponentes.

La aventura política siempre será un azar, porque no es cierto que los esperan con los brazos abiertos y son bienvenidos eso les dicen para ver si se apendejan y caen en el juego.

Nada está garantizado. Y ni siquiera el partido en el poder puede asegurar que va a ganar. Hoy son otros tiempos, ni es el 88 mucho menos el 2018

Las cosas ya cambiaron, para bien o para mal y eso severa reflejado en los resultados del 2 de junio.

Sino, al tiempo.