By Nahín Rojas
Había decidido continuar, soltar el pasado y echar mis alas a navegar; soltarme de las cadenas de un antiguo barco, que dudaba de su actuar.
Por lo que llegue a casa, dejé mi mochila y me fuí a jugar; llegué hasta el muelle y allí encontré un muy bonito velero para navegar.
Le entregué mis credenciales, le ofrecí momentos inolvidables y me permitió abordar, y pasaron los días pero el velero allí seguía y no quería navegar.
Le pregunté por los motivos y pasaron las horas sin contestar, era como si hablara con una pared; perdida en el limbo y sin actuar.
Así transcurrieron los meses hasta que el antiguo barco me vino a buscar, me ofreció que cambiaría; me dijo que me amaba y que si yo quería regresar.
Mas como no quería tener tantos refugios; me ví en la penosa necesidad, de solicitar mis credenciales al velero inmóvil, que no quería navegar.
Y cuando este supo de mi decisión, ya no me quería soltar, me pidió que le perdonara y que ahora sí iba a cambiar, que respondería a mis preguntas y que quería conmigo una vida especial.
Que si antes fue inexpresiva conmigo, es porque un mal amor la trató muy mal y que ahora quería desquitarse conmigo y que sólo me quería controlar.
Pero que hoy estaba arrepentida y que si la perdonaba ella iba a cambiar, pero que no la dejara en soledad; más sin embargo, ya era muy tarde y el antiguo barco ya me esperaba para zarpar.
Por tanto; si la vida te ofrece la maravillosa oportunidad de ser feliz con alguien; no lo desaproveches, ni te intentes vengar; por el daño que te hizo alguien más.
Olvida tu amargo pasado, mejor comienza desde cero, suelta tus amarras y vete a navegar ¡Disfruta de tu nueva relación y olvidate de lo demás! O esa bonita oportunidad sólo la perderás.
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By Nahín Rojas
México
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