Por Baltasar Hernández Gómez.
En este preciso momento, sí, aquí y ahora es el tiempo exacto para dejar la oscuridad, esa enorme nube de mentiras e ilusiones que nos han mantenido en la creencia de estar viviendo en un mundo de imperfecciones, sufrimientos, resentimientos, depresiones, ansiedades, insatisfacciones y desamor.
Hoy, en el presente eterno e infinito hay que hacer resurgir los soles de la honestidad aún cuando las aguas de los ríos sigan arrastrando falsedades. Hay que ser y estar en un universo de unidad para que las separaciones se derrumben y den lugar al amor incondicional, a la paz y a la dicha inacabable de existir para estar feliz.
Es tiempo de fluir sin parar. Es el momento preciso para soñar, percibiendo mundos de colaboración dónde impere el espíritu de la verdad y el gozo de estar haciendo lo que en verdad se desea hacer.
Es tiempo de botar los disfraces y los compromisos originados en la falsedad de querer aparentar lo que no somos en esencia. Es tiempo de volar en el amor...De amarnos, amar y permitir que entre el amor en cada bocanada de aire que entra al cuerpo y en cada sensación inmaterial que asimilamos a través del espíritu que hoy recibe, a través de los sentidos, la oportunidad de vivir en esta dimensión existencial.
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