LECTURA
POLÍTICA
Noé
Mondragón Norato
Dentro
del balance derivado de su primer año como presidente, AMLO puso el dedo en la
llaga: exhibirá a los gobernadores que no cumplen con sus compromisos en
materia de seguridad pública. El único detalle es que comenzó politizando el
asunto. Porque alabó el trabajo de la jefa de gobierno de la Ciudad de México,
Claudia Sheinbaum, del Morena ─quien proyecta visibles problemas en la
materia─, mientras que se reservó dar el nombre de aquellos que «no se levantan
temprano». Hay que ir por partes.
GOBERNADORES EN CAPILLA. -A partir de su segundo año de gobierno, el presidente
del país parece encaminado a trabajar más sobre los aspectos políticos, que
aquellos prioritarios y de alto impacto social. Como la seguridad pública y la
disminución de los índices de la violencia. Algunos gobernadores opositores
aparecen en esta ruta, como claves y estratégicos. Las lecturas son elocuentes:
1.- Los mandatarios estatales cuyas entidades han sido inoculadas por masacres
desgarradoras durante el primer año del gobierno presidencial de AMLO son: el
de Sinaloa del PRI-PVEM, Quirino Ordaz Coppel; el de Michoacán, Silvano
Aureoles Conejo del PRD; el de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, del Morena;
la de Sonora, Claudia Pavlovich del PRI; el de Tamaulipas, Francisco Javier García
Cabeza de Vaca, del PAN; el de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón,
‘independiente′; el de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo del PAN; el
de Guerrero, Héctor Astudillo Flores del PRI. Y recientemente el de Coahuila,
Miguel Ángel Riquelme Solís, también del PRI. Si el presidente se carga ─como
ya lo hizo con Claudia Sheinbaum en la Ciudad de México, cuando la inseguridad
se disparó en la capital del país─, favoreciendo a los gobernadores de su
partido político, actuará no con igualdad e imparcialidad, sino privilegiando
intereses partidistas. Y así, replicará las mismas prácticas priistas del
pasado de las que se queja y condena. 2.- En Guerrero en particular, el
presidente intenta crear los escenarios político-electorales que permitan a su
partido político, ganar el gobierno estatal en la elección de 2021. Al
respecto, la especie que se acaba de filtrar en círculos políticos no deja de
ser perturbadora: la probable solicitud de licencia para separarse del cargo,
del gobernador Héctor Astudillo Flores. El acuerdo político, trasciende, se
habría tomado como forma de salvaguardar la imagen del mandatario estatal ante
los enormes desfalcos financieros arrastrados por su administración. Es decir,
la federación estaría operando una salida similar a la aplicada contra el ex
dirigente del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps. 3.- Esa misma
versión apunta a que el relevo de dos años que faltan para concluir la actual
gestión gubernamental ─y que esta vez no despreciaría como en 2014─ tendría
como protagonista al rector de la UAGro, Javier Saldaña Almazán. La entrega de
reconocimientos a maestros eméritos de ayer, habría sido su despedida. Lo cual
eventualmente, garantizaría el arribo como candidato del PRI a gobernador, del
senador Manuel Añorve Baños. Y de ahí, a la segura e inevitable derrota
electoral tricolor. Saldaña se ha movido soterradamente, en círculos cercanos
al Morena. Y su primo, el ex rector de la UAGro, Marcial Rodríguez Saldaña, es
secretario general del partido presidencial en Guerrero. 4.- Hay, sin embargo,
un prietito en el arroz: el anterior escenario favorecería a otros actores en
concreto. Dos resaltan: el delegado federal Pablo Amílcar Sandoval, quien no
despega en las encuestas. Y las huestes del ex gobernador perredista Rogelio
Ortega Martínez. Es claro que, con el poder estatal bajo control, la espiral de
la corrupción se mostrará abiertamente con la inyección escandalosa de recursos
a las campañas electorales de los competidores con más posibilidades. Solo
falta confirmar si la salida de Astudillo es verdadera. Aparecería así, como el
primer gobernador «sacrificado» por la Cuarta Transformación. Qué tal.
HOJEADAS DE PÁGINAS…De «mentes criminales», calificó la alcaldesa del Morena en Acapulco, Adela Román Ocampo, a quienes intentan desestabilizar a su gobierno «pero no lo van a lograr». Y lo peor: asumió que ella proviene de la mal llamada ‘lucha social′. Adela no percibe ni entiende, que las legítimas mentes criminales trabajan todos los días generando violencia e inseguridad en el municipio que gobierna. Y como no puede con ellas, le endilga el adjetivo criminal, a quienes cuestionan sus yerros, desaciertos y ausencia de resultados. Aplica una lógica al revés.
HOJEADAS DE PÁGINAS…De «mentes criminales», calificó la alcaldesa del Morena en Acapulco, Adela Román Ocampo, a quienes intentan desestabilizar a su gobierno «pero no lo van a lograr». Y lo peor: asumió que ella proviene de la mal llamada ‘lucha social′. Adela no percibe ni entiende, que las legítimas mentes criminales trabajan todos los días generando violencia e inseguridad en el municipio que gobierna. Y como no puede con ellas, le endilga el adjetivo criminal, a quienes cuestionan sus yerros, desaciertos y ausencia de resultados. Aplica una lógica al revés.

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