La
gran migración fue el movimiento de 6 millones de afroamericanos de los estados
rurales del sur de Estados Unidos al noreste, centro oeste y oeste de 1910 a
1970.
Impulsados
de sus hogares por oportunidades económicas insatisfactorias y duras leyes
segregacionistas, muchos negros se dirigieron hacia el norte, donde
aprovecharon la necesidad de trabajadores industriales que surgió por primera
vez durante la primera guerra mundial.
Como
Chicago, Nueva York y otras ciudades vieron su población negra expandirse
exponencialmente, estos migrantes se vieron obligados a lidiar con las malas
condiciones de trabajo y la competencia por el espacio vital, así como por el
racismo generalizado y los prejuicios.
Durante
la gran migración, los afroamericanos comenzaron a construir un nuevo lugar en
la vida pública, enfrentando activamente los retos económicos, políticos y
sociales y creando una nueva cultura urbana negra que ejercería una enorme
influencia en las décadas venideras.
Supremacía
de la población blanca
Después
de la Guerra Civil, la supremacía blanca fue restaurada en gran parte en el
Sur, y las políticas segregacionistas conocidas como las leyes de Jim Crow
pronto se convirtieron en la ley de la tierra. Los negros del sur se vieron
obligados a ganarse la vida trabajando la tierra.
Además,
aunque el Ku Klux Klan (organización homófoba, racista, antisemita,
anticomunista y anticatólica de extrema derecha estadounidense) había sido
oficialmente disuelta en 1869, seguía ejerciendo intimidación, violencia e
incluso ejecución de los negros sureños.
Estallido
de la Primera Guerra Mundial
En
1914, al estallar la Primera Guerra Mundial en Europa, las zonas urbanas
industrializadas en el norte, medio oeste y oeste se enfrentaron a una escasez
de trabajadores industriales por lo que los empresarios atrajeron a los
afroamericanos a venir hacia el norte, para la consternación de los blancos del
sur.
En
el verano de 1919 comenzó el mayor período de luchas interraciales en la
historia de los Estados Unidos, incluyendo una ola inquietante de disturbios
raciales.
Como
resultado de la segregación, muchos negros terminaron creando sus propias
ciudades dentro de las grandes ciudades fomentando el crecimiento de una nueva
cultura urbana afroamericana.
El
ejemplo más destacado fue Harlem en la ciudad de Nueva York, un vecindario que
antes era todo blanco y que en la década de 1920 ya albergaba a unos 200.000
afroamericanos.
Algunos
historiadores diferencian entre la primera gran migración (1910-1930), con
alrededor de 1,6 millones de migrantes dejando zonas principalmente rurales
para emigrar a las ciudades industriales del norte y del medio oeste, y una
segunda gran Migración (1940 a 1970), en la cual 5 millones o más personas se
mudaron, incluyendo muchos a California y otras ciudades occidentales.
Entre
1910 y 1970, los negros se trasladaron de 14 estados del sur, especialmente
Alabama, Louisiana y Mississippi, a las otras tres regiones culturales de los
Estados Unidos. Más pobladores con habilidades urbanas se movieron durante la
segunda migración.



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