Editorial
El
Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Guerrero (IEPC), que
preside J. Nazarín Vargas Armenta, ha demostrado ser un organismo confiable,
independiente, imparcial y apegado a la ley, tal como los ciudadanos esperan de
la institución que organiza las elecciones y cuenta los votos que decidirán
gobiernos y legislaturas.
Dicho
instituto salió de hecho al paso de una queja expresada por el secretario del
PRD, Antonio Orozco Guadarrama, que afirmó hace unos días de un posible “sesgo”
en las decisiones de ese órgano electoral, dado que algunas de sus resoluciones
han sido modificadas por el Tribunal Electoral estatal (TEE).
La
imparcialidad y la solvencia ética de los consejeros del IEPC se mantienen sin
lugar a dudas, como una de las mejores en el estado de Guerrero.
Lo
importante en todo caso, es que las resoluciones que emite el Consejo General
son decididas por el conjunto de consejeros, en sesiones públicas en las que
participan con voz los representantes de los partidos, y se apegan a la
legislación electoral puntualmente. Y si algún representante de partido o de
candidatos se inconforma ante el TEE, siempre se atiende su reclamo y las
respuestas de los magistrados pueden favorecerles o no, de acuerdo a la ley.
De
modo que no hay ningún sesgo, y la queja del perredista no tiene fundamento, ya
que incluso se ha tratado de consultas sobre actos que quieren llevar a cabo.
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