Editorial
Dayana
y Zaira, colombianas accidentadas en el automóvil de #LordFerrari
ingresaron al hospital “Raymundo Abarca Alarcón”, quienes no se les dio
siquiera una esperanza de vida. Fueron víctimas, no sólo de un hombre y sus
escoltas que las dejaron abandonadas a su suerte en la Autopista del Sol;
también de las omisiones del Gobierno de Guerrero que ha ignorado los
constantes llamados de médicos y enfermeras para que el nosocomio sea
abastecido de material para curaciones y equipo en buen estado.
Las
dos extranjeras ingresaron a la sala de shock fueron atendidas por 10 médicos
que no contaban con material de curación, sala especializada en atención de
pacientes quemados, ha quedado en el olvido.
Esa
hora es el cambio de turno y los médicos que saldrían de su guardia, por mera
ética profesional se quedaron hasta las diez u once de la noche, sin saber
hasta ese momento la identidad y nacionalidad de las pacientes.
El
urgenciólogo fue realmente un héroe, indica, al señalar que aunque no se logró
salvar la vida de Dayana y Zaira, se hizo un esfuerzo sobrenatural porque en
ese momento no contaban con hojas de bisturí, guantes, gasas, sondas, jeringas,
agujas y todo el equipo necesario para curación y trasfundir.
"Trabajamos
con lo que teníamos", relató el médico al momento que se decía sorprendido
por el aguante que tuvieron las dos mujeres que llevaban quemaduras de tercer
grado en el 90 por ciento de su cuerpo.
El
doctor que pidió permanecer en el anonimato, lamentó que el personal siga
trabajando en estas condiciones pese a las protestas que han realizado para que
la administración central del sector salud del Gobierno del Guerrero, dote del
material, medicinas y equipo necesario al Hospital General "Raymundo
Abarca Alarcón", de Chilpancingo, que atiende a pacientes de al menos 13
municipios del Centro de Guerrero.
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