Palabras
Mayores
Por
Jorge Romero Rendón
Con
la aprobación de Nazarín Vargas Armenta como nuevo consejero presidente del
Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) de Guerrero, los
miembros de la Comisión de Vinculación con Órganos Públicos Locales del INE se
decantaron por la urgencia de terminar con la corrupción en esa instancia
estatal, y evitaron la llegada de quienes tenían intereses y vínculos con
partidos políticos, algo incompatible con la necesaria imparcialidad del
organismo.
Vargas
Armenta es un abogado y académico respetado que cuenta con dos doctorados y
experiencia previa en temas electorales; era asesor jurídico del rector de la
UAGro, Javier Saldaña Almazán, y no tiene antecedentes como militante de ningún
partido político. Tiene buena fama pública, de la que pueden dar fe sus
compañeros del Colegio de Abogados de Acapulco –del que es miembro-, por todo
lo cual fue evaluado por la Comisión responsable de evaluar a los diez
candidatos al cargo, como el aspirante “idóneo” para presidir el Instituto
Electoral estatal. Por lo que se ha programado que tome posesión el próximo
lunes 11 de diciembre –previa autorización del INE-, para concluir su período el
30 de septiembre del 2021.
Con
la llegada de Nazarín Vargas se espera un saneamiento completo del IEPC, luego
del bochornoso caso de nepotismo protagonizado por la anterior presidenta,
Marisela Reyes –quien renunció antes de enfrentar su destitución por el INE-, y
de las denuncias públicas sobre desvío de recursos, sueldos abusivos y otros
casos de corrupción que trascendieron como parte de las conductas que la
extitular puso de moda.
También
se espera que libere la nómina del IEPC de aviadores y “asesores” de la señora
Reyes, que aún después de dejar el cargo ha tratado de seguir metiendo mano en
la administración y en las decisiones del órgano electoral a través de una
docena de personas que cobran sin trabajar, pero que se han convertido en sus
mandaderos para intimidar a los actuales consejeros y a funcionarios –a la
mayoría de estos los nombró ella- e imponer su voluntad.
Incluso
la exoperadora de prensa de doña Reyes sigue cobrando un jugoso e ilegal
salario para llevar a cabo oscuros manejos anónimos, aunque se supo que ella
fue quien pagó con recursos del IEPC notas periodísticas en diversos medios
hace algunas semanas, para atacar al doctor Vargas Armenta e incluso al
gobernador Héctor Astudillo Flores, con el fin de evitar que el cargo de
consejero presidente recayera en el propio Nazarín. Trabajo sucio para el que
la asesoraron –según denuncias- el secretario ejecutivo del IEPC, Pedro Pablo
Martínez Ortiz, y el director de Administración –y a la vez encargado de
despacho de la Dirección Jurídica del mismo organismo-, Víctor de la Paz Adame.
De
manera que al doctor Vargas le espera una ardua labor para enderezar las
prácticas corruptas que le heredaron la Reyes y sus cómplices, para lo que
tendrá que deshacer las grillas y no dejarse intimidar por los gángsters que
cobran sin trabajar y que quieren mantener sus privilegios.
Pero
todo eso será necesario para recuperar la confianza ciudadana en el IEPC, que
ahora deberá funcionar con plena transparencia y rendir cuentas como no ocurrió
en el pasado. Porque el organizador y árbitro electoral del 2018 no sólo deberá
ser honrado y confiable, sino que tendrá que parecerlo. Y eso se lo vamos a
agradecer todos…
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