miércoles, 10 de enero de 2018

Por fin llega al IEPC un demócrata sin filiación partidista, a eliminar corrupción

Palabras Mayores
Por Jorge Romero Rendón
Con la aprobación de Nazarín Vargas Armenta como nuevo consejero presidente del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) de Guerrero, los miembros de la Comisión de Vinculación con Órganos Públicos Locales del INE se decantaron por la urgencia de terminar con la corrupción en esa instancia estatal, y evitaron la llegada de quienes tenían intereses y vínculos con partidos políticos, algo incompatible con la necesaria imparcialidad del organismo.
Vargas Armenta es un abogado y académico respetado que cuenta con dos doctorados y experiencia previa en temas electorales; era asesor jurídico del rector de la UAGro, Javier Saldaña Almazán, y no tiene antecedentes como militante de ningún partido político. Tiene buena fama pública, de la que pueden dar fe sus compañeros del Colegio de Abogados de Acapulco –del que es miembro-, por todo lo cual fue evaluado por la Comisión responsable de evaluar a los diez candidatos al cargo, como el aspirante “idóneo” para presidir el Instituto Electoral estatal. Por lo que se ha programado que tome posesión el próximo lunes 11 de diciembre –previa autorización del INE-, para concluir su período el 30 de septiembre del 2021.
Con la llegada de Nazarín Vargas se espera un saneamiento completo del IEPC, luego del bochornoso caso de nepotismo protagonizado por la anterior presidenta, Marisela Reyes –quien renunció antes de enfrentar su destitución por el INE-, y de las denuncias públicas sobre desvío de recursos, sueldos abusivos y otros casos de corrupción que trascendieron como parte de las conductas que la extitular puso de moda.
También se espera que libere la nómina del IEPC de aviadores y “asesores” de la señora Reyes, que aún después de dejar el cargo ha tratado de seguir metiendo mano en la administración y en las decisiones del órgano electoral a través de una docena de personas que cobran sin trabajar, pero que se han convertido en sus mandaderos para intimidar a los actuales consejeros y a funcionarios –a la mayoría de estos los nombró ella- e imponer su voluntad.
Incluso la exoperadora de prensa de doña Reyes sigue cobrando un jugoso e ilegal salario para llevar a cabo oscuros manejos anónimos, aunque se supo que ella fue quien pagó con recursos del IEPC notas periodísticas en diversos medios hace algunas semanas, para atacar al doctor Vargas Armenta e incluso al gobernador Héctor Astudillo Flores, con el fin de evitar que el cargo de consejero presidente recayera en el propio Nazarín. Trabajo sucio para el que la asesoraron –según denuncias- el secretario ejecutivo del IEPC, Pedro Pablo Martínez Ortiz, y el director de Administración –y a la vez encargado de despacho de la Dirección Jurídica del mismo organismo-, Víctor de la Paz Adame.
De manera que al doctor Vargas le espera una ardua labor para enderezar las prácticas corruptas que le heredaron la Reyes y sus cómplices, para lo que tendrá que deshacer las grillas y no dejarse intimidar por los gángsters que cobran sin trabajar y que quieren mantener sus privilegios.

Pero todo eso será necesario para recuperar la confianza ciudadana en el IEPC, que ahora deberá funcionar con plena transparencia y rendir cuentas como no ocurrió en el pasado. Porque el organizador y árbitro electoral del 2018 no sólo deberá ser honrado y confiable, sino que tendrá que parecerlo. Y eso se lo vamos a agradecer todos…

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