Editorial
Se
cumplieron ocho días sin policías preventivos y agentes de tránsito en la
capital, luego de que la Secretaría de Seguridad Pública del estado, el
Ejército Mexicano y la Policía Federal tomaran el control de la seguridad en el
municipio.
A
principio del mes de enero, agentes policíacos y militares desarmaron a los
preventivos y tomaron el control de la comandancia, quienes están bajo
investigación por su posible participación en la desaparición de los jóvenes
Jorge Arturo Vázquez Campos y Marco Eduardo Catalán, quienes fueron detenidos
el 31 de diciembre en las instalaciones de la feria luego de una riña y
encontrados muertos el tres de enero.
Los
más de cien policías se encuentran bajo investigación, incluido el Secretario
de Seguridad municipal, Esteban Espinosa Montoya.
Sin
embargo, solo a un policía se la ha dictado prisión preventiva acusado del
homicidio calificado, doloso, de Vázquez Campos y Catalán Cabrera, vecino de
Chilpancingo.
El
policía habría recibido mil cinco pesos para pagar la multa impuesta a las dos
jóvenes, y ayudó a subirlos a un vehículo con hombres armados, según el relato
de cuatro testigos que se encuentran en la carpeta de investigación.
Los
agentes operativos de la Subsecretaria de Tránsito y Vialidad, dependiente de
la Secretaría de Seguridad Pública municipal, también suspendieron servicios y
se encuentran acuartelados.
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