*Continúa
el cierre de centros educativos en la Montaña Baja
Por
Felix Sevilla y Bernardo Torres
Chilapa
de Álvarez, Gro.- Déjennos trabajar". El mensaje, atribuido a un grupo
criminal, comenzó a circular en redes sociales y no tardó en llegar a maestros
y padres de familia de esa región en Guerrero. Las autoridades educativas de la
zona no dudaron y cerraron las escuelas. Hace más de un mes que no han
regresado a clases. El sector educativo de la Montaña Baja contempla a los
municipios de Ahuacuotzingo, Atlixtac, Chilapa, José Joaquín Herrera y Zitlala.
De
acuerdo con la Dirección Regional de Servicios Educativos de la Secretaría de
Educación de Guerrero, en esa región hay 680 escuelas de todos los niveles y 62
mil 870 alumnos.Se han contabilizado que solo 30 planteles tenían clases. Más
de un mes que 650 escuelas y al menos 60 mil niños no están en las aulas.
Maestros
y padres de familia relataron que las suspensiones de actividades educativas
comenzaron desde el pasado 19 de septiembre, como consecuencia del sismo, pero
los días siguieron pasando y las escuelas se mantenían cerradas…
Autoridades
educativas del estado aseguraron que el cierre de las escuelas se debe a que no
han sido revisadas, y que se tendrán que reanudar las clases, pero no se
pronunciaron por el tema de la inseguridad.
Maestros
y padres de familia consideraron que la autoridad estatal quiere
"tapar" el tema de las amenazas del crimen con el sismo. Jesús Parra,
alcalde de Chilapa, relató que desde hace semanas, "a través de perfiles
falsos", presuntos integrantes de bandas delincuenciales comenzaron a
enviar mensajes en redes sociales para intimidar a los maestros y que no haya
clases. "Han sembrado el temor, la psicosis, y obviamente afecta a toda la
población", enfatizó.
Según
los mensajes, un grupo criminal anuncia que está llevando a cabo una
"limpia" de la otra banda delincuencial presente en la región, y para
evitar que "haya gente inocente en lugares equivocados", la orden es
de cerrar las escuelas.
Maestros
y padres de familia en Chilapa aseguraron que no harían caso de estos mensajes
anónimos en redes sociales, si no fuera por la violencia y la disputa abierta
que se vive en la región desde hace años, a pesar de la presencia del Ejército.
Tan
solo en lo que va del año se han registrado 146 homicidios dolosos, lo que
representa un aumento de más de 114 por ciento respecto al mismo periodo de
2016. De acuerdo con el presidente municipal, toda esta situación ya tiene
consecuencias. "Padres de familia vienen al ayuntamiento a preguntarnos:
'Presidente, ¿qué está pasando?, queremos que nuestros hijos vayan a las
escuelas', y lamentablemente muchos padres están optando por sacar a los
alumnos de las instituciones educativas y llevárselos a otros municipios",
aseveró.
Por
ello, el alcalde priista de Chilapa pidió al secretario de Educación estatal ir
al municipio para constatar lo que se vive a diario. "Si es necesario
vamos a las comunidades y les preguntamos a los comisarios, a los delegados y
padres de familia, qué está pasando en cada una de las localidades",
enfatizó.
En
algunos casos se realizaron reuniones para analizar esta situación, como en la
escuela primaria Eucaria Apreza, donde el lunes pasado los alumnos llegaron con
uniforme, pero tras el encuentro con autoridades educativas, los padres
decidieron llevarse a sus hijos. Tanto profesores como padres de familia exigen
seguridad para que regresar a las aulas.
APLAZAMIENTOS
El
28 de septiembre, la Secretaría de Educación local emitió el primer oficio, en
el que informó que los planteles serían cerrados hasta el 5 de octubre,
"con el propósito de continuar con la revisión exhaustiva de las
condiciones estructurales de las escuelas y así garantizar las condiciones
necesarias para el aprendizaje de los educandos".
Llegado
el día, la dependencia estatal, a cargo de José Luis González de la Vega,
anunció la "primera prórroga" de suspensión de clases en un nuevo
escrito. El argumento fue el mismo, y la fecha para reanudar labores se señaló
para el 11 de octubre. La segunda prórroga se dio a conocer ese mismo día en
que regresarían a clases, según el oficio dirigido al "sector educativo de
la región montaña baja" y signado por el director general de la Unidad de
Asuntos Jurídicos, Abraham Godínez.
En
esa ocasión, el documento precisó que sería el 17 de octubre cuando abrirían
las escuelas en la región. La explicación oficial para que se mantuvieran
cerradas era que no habían sido "inspeccionadas".
Llegada
la fecha señalada se emitió la tercera prórroga, ahora aplazando al 25 de
octubre la apertura de las aulas. Dos días después de esa fecha se anunció la
cuarta prórroga. En este último oficio 1.0.1/2017/2808, la Secretaría de
Educación de Guerrero aseguró que "los trabajos de revisión (…) llevan un
avance significativo", y que la "suspensión temporal" se
extendería hasta el próximo lunes 6 de noviembre.
En
el escrito también se solicita ya "que aquellas escuelas que se encuentran
en posibilidad de regresar y normalizar actividades, así lo hagan".
Jerónimo Maurilio, director regional de Servicios Educativos de la Secretaría
de Educación estatal, justificó el cierre de planteles: "El personal que
se tiene es poco y se trata de llegar y dar certeza a los padres de familia y
garantizar la seguridad de los niños y de los maestros.
Los
padres de familia están pidiendo que se reactiven las clases, pero no se puede,
no podemos nosotros dar un dictamen... hay especialistas que vienen a revisar
estas infraestructuras", afirma. Los padres, el alcalde y maestros dicen
otra cosa: aparte del sismo, no hay clases por la guerra entre bandas
criminales que amenazan a la población…
Persisten
amenazas contra maestros
Por
su parte el presidente de la comisión de educación, en el congreso local,
Víctor Manuel Martínez Toledo, dio a conocer que persisten amenazas en contra
de trabajadores de la educación, por parte de supuestos grupos delincuenciales,
en tanto que permanecen cerradas escuelas de municipios de la montaña baja.
Dijo
que a la comisión que preside, han legado actas de denuncias de profesores que
han acudido ante el ministerio público, debido a las amenazas que han recibido,
debido a ello, agregó que buscaría una reunión tanto con el Secretario de
Educación, José Luis González de la Vega Otero, como con el de seguridad, Pedro
Almazán Cervantes, para abordar el problema.
“Porque
no podemos seguir siendo pres en un área tan sentida como es la educación”,
señaló Martínez Toledo, quien también lamentó la situación en la que se
encuentran las escuelas de municipios de la montaña baja, como Chilapa y
Zitlala, donde los profesores siguen siendo amenazados, para que no reinicien
clases, aun sobre la seguridad que se supone les proporciona tanto el ejército
como la policía federal.
Esto,
en alusión a los dos colegios particulares que funcionan en Chilapa, los
cuales, al cumplirse el plazo impuesto por la secretaria de Educación Guerrero
(SEG), reiniciaron labores, y de manera inmediata, recibieron amenazas para que
de nueva cuenta suspendieran.
Para
contrarrestar esta situación, el presidente de la comisión de educación del
congreso del Estado propone la realización de un operativo como el realizado en
el puerto de Acapulco, en el que participó el ejército, la marina, policía
federal y estatal, corporaciones que incluso, aún mantienen el resguardo de
planteles educativos para inhibir la comisión de delitos.
Solo
dos colegios particulares regresan pero reciben amenazas
Al
concluir el periodo dado por la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), para
que los planteles educativos en el municipio de Chilapa reiniciaran labores,
luego de la suspensión decretada desde el pasado 19 de septiembre, solo dos
colegios particulares lo hicieron y aun bajo el resguardo del ejército
mexicano, reciben amenazas para que mantengan suspendidas las clases.
Sin
embargo, se dio a conocer que, al poco tiempo, de haber reiniciado las clases y
sobre el resguardo militar que solicitaron, sus directivos recibieron un
anónimo, en el que les dicen que deben de suspender clases hasta nuevo aviso,
si no quieren que algo les pase a sus trabajadores.
Se
dio a conocer también, que el resto de las instituciones educativas, mantienen
la suspensión de clases, a fin de no exponer ni a los alumnos, ni a los propios
trabajadores, debido a que dichas amenazas, pesan sobre todo el sector
educativo, que, hasta el momento, se encuentra paralizado en prácticamente,
toda la región.
Son
diversos los comunicados, que circularon en la cabecera municipal de Chilapa,
esto a pesar insisten los pobladores, de la presencia del ejército mexicano que
se supone, resguarda la zona, junto con elementos de la policía estatal, sin
embargo, la población se siente indefensa y con miedo, comentaron algunos
vecinos de ese lugar.
Apango
y Tixtla sin clases
También
la suspensión de clases en la Región de la Montaña Baja del Estado de Guerrero,
por el acoso de grupos de la delincuencia organizada que buscan el control de
la zona, se extendió a localidades del municipio de Mártir de Cuilapan,
colindantes con Zitlala.
A
pesar de su cercanía con los municipios de Zitlala y Chilapa, donde hace más de
un mes las actividades académicas en todos los niveles están suspendidas, en
Mártir de Cuilapa, se seguía impartiendo clases, aunque se sabía de la
presencia de grupos armados.
Previo
al inicio del puente vacacional por el Día de Muertos, padres de familia de
escuelas de las comunidades que se encuentran en la colindancia de dichos
municipios, como lo son La Esperanza, Hueyitlalpan y Zotoltitlán, determinaron
no reiniciar clases.
En
esta zona, la situación no es diferente a los cinco municipios que llevan más
de un mes sin clases, la presencia de las bandas delictivas “Los Rojos” y “Los
Ardillos”, mantiene en vilo a los habitantes de las comunidades y de la propia
cabecera municipal, Apango.
Sin
embargo, hasta hace unos días los maestros habían podido acudir sin problemas a
realizar sus actividades, hasta la semana pasada, cuando hombres armados
despojaron de su unidad a un maestro, que se dirigía a la ciudad de Tixtla.
Por
otra parte los maestros de este municipio, tampoco han podido acudir a realizar
sus trámites, pues administrativamente dependen de la Delegación Regional de
los Servicios Educativos Montaña Baja, con sede en Chilapa, donde las
actividades definitivamente están paralizadas.
Desde
el pasado 25 de septiembre cuando estalló la crisis en la región, en la Ruta
Apango- Zitlala, también se tuvo conocimiento de la irrupción de grupos
armados, así como el “levantón” de varias personas, lo que generó caos y
psicosis entre maestros y padres de familia, pero aún así continuaron con sus
labores.
El
acuerdo tomado en una asamblea, fue que se mantendrían en sus comunidades, pero
en el momento en que su integridad física estuviera en riesgo, suspender
labores, hasta el restablecimiento de la seguridad.
A
pesar de la disposición del magisterio de culminar por lo menos este año dando
clases, manifiestan que la situación ya es insostenible, y la zona de exclusión
para los docentes va en aumento.
Lo
más lamentable, dicen, es que parece que a ninguna autoridad le interesa arrebatarle
el control al crimen organizado, ni el futuro de miles de niños que están a
punto de perder el ciclo escolar.
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