Caso
ÁngelBlanco Vs. Gobierno
de Guerrero
Lic.
Héctor Antonio Astudillo Flores
Gobernador
del Estado de Guerrero
P
r e s e n t e
Solo
para informarle que --respecto al diálogo ofertado por su gobierno-- fuimos muy
claros con sus enviados: que, por lo que a su servidor respecta, "nada
personal tengo contra su persona ni contra su gobierno". Las denuncias
publicadas se han realizado dentro del contexto de la libertad de expresión, y
que si a usted le preocupa no tener más problemas con los periodistas, usted
tiene el poder para hacer algo a favor de sus gobernados, con respecto a los
derechos universales de justicia, seguridad y paz que la ley les confiere.
A
sus representantes respondimos que no tenemos ningún inconveniente en dialogar
con usted y su gobierno, pero parece que se le ha mal informado: "No todos
los periodistas aceptamos dialogar por dinero", como asegura uno de sus
emisarios; "no todos los periodistas aceptamos la 'conciliación' por un
convenio publicitario". Mi vida no vale un 'chayo', dinero o un convenio, Sr.
Gobernador. ¡mucho menos la vida de mis hijos y esposa!
Cito
las palabras textuales de sus enviados: "El gobernador personalmente (nos)
ha instruido buscarlo para ponernos a sus órdenes en lo que sea, lo que se le
ofrezca, lo que ustedes necesiten, y en este mismo momento, solo digan en qué
les ayudamos, porque nuestro Jefe tiene mucho interés en saber de qué manera el
Gobierno del estado puede ofrecerles su ayuda".
Y
también le cito nuestra respuesta textual: "¿Cuanto vale la vida de un
periodista para ustedes, para el Gobernador? ¿Un 'chayo', un convenio? Haga
llegar al Gobernador nuestro agradecimiento, pero no podemos aceptar su
protección porque ni una guardia de 100 escoltas puede garantizar nuestra
seguridad. Tampoco podemos pedirle dinero, porque se prestaría a una extorsión.
Un convenio, que es lo que podrían ofrecerme, ¡menos!, porque mi vida no vale
un convenio, y todo lo que yo les acepte puede ser usado en mi contra para que
aleguen que lo único que yo quería era dinero a cambio de mi 'escándalo'.
Además de que me vería como un grandísimo estúpido entregando a mi familia y mi
vida por dinero. La vida de mi esposa, de mis hijos, no valen una 'maleta', un
'chayo', o un convenio.
"¿Seguridad?
¿Quién me garantiza que quienes nos protejan no sean quienes nos
asesinen?".
El
hecho de que sus enviados se hayan hecho 'bolas' y hayan entendido que la
aceptación de diálogo significa dinero, no es culpa mía, Sr. Astudillo.
Públicamente
le digo, Sr. Gobernador: La charla con sus emisarios incluyó hablar de trabajos
conjuntos, pero jamás nosotros hicimos ninguna petición de 'chayo' o convenio.
Mi
diálogo, Sr. Gobernador, implica conocer sus puntos de vista y garantías para
detener esta ola de inseguridad que afecta a los guerrerenses y a los
periodistas. Yo no puedo andar huyendo con mi familia toda la vida solo porque
en mi estado no hay la certeza de vida por el ejercicio de una noble profesión
como el periodismo.
Si
dinero fuera lo que yo quisiera, Gobernador, estaría a la par de los que se le
plantan y persiguen en las giras con mantas, bocinas y cartulinas para
extorsionarlo y exigir 'chayotes' casi todos los días.
Cubrí
su campaña desde el 2015, le cubrí su búsqueda por la presidencia de
Chilpancingo en 2012 y jamás me planté ni me he plantado en su oficina de
prensa a reclamar ni cobrar nada.
Mi
portal, Efecto Espejo, ha publicado las acciones de su gobierno que son de
interés colectivo para la sociedad sin cobrarle un solo peso por ello, porque
es parte de mi ética profesional, mi obligación como periodista, dar a conocer
las acciones de gobierno que favorecen a la sociedad.
Que
se quite su operador Pedro Ocampo la ligera y ridícula idea que si accedí a la
petición suya, de Usted, Gobernador, de querer saber cómo puede
"ayudarnos" o si existe la posibilidad de que lleguemos a "acuerdos"
mutuos para nuestra cordial convivencia en el mismo estado, no fue para
aprovechar la situación para extorsionarlo, chantajearlo, a usted y su
gobierno, con un 'chayo', 'maleta' o convenio publicitario. ¡Ni los animales
entregarían a sus hijos por "30 monedas" o un "plato de
lentejas"!
No,
Sr. Gobernador, podemos hacer mucho por Guerrero usted y los periodistas
profesionales que solo queremos ejercer nuestra profesión sin intimidaciones,
amenazas ni asesinatos.
Personalmente,
esa fue la aceptación de diálogo: platicar y trabajar armoniosamente, pero con
la firme aclaración de que mi familia ni mi vida vale un 'chayo' o un convenio,
como le están malinformando, o para catafixiar la seguridad de mi familia por
una 'maleta'.
Le
reitero mi respeto y mi disposición a platicar con usted y escuchar sus
propuestas, y viceversa, para seguir trabajando sin que usted y yo tengamos que
hacer nuestro trabajo con distracciones que nos afecten o dañen mutuamente.
Yo
no busco enjuiciarlo, tampoco perjudicar su imagen.
Como
Usted, soy un hombre de palabra, de trabajo, de diálogos y hasta
conciliaciones, pero siempre dentro del contexto de la ley, la honestidad, la
transparencia, la ética y el respeto.
Atentamente,
Ángel
Blanco
Director
General
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