miércoles, 14 de diciembre de 2016

Jóvenes propensos al suicidio


*Victimas del crimen organizado y de políticas de impunidad
Por Arturo González Celestino
Chilpancingo, Gro.- La convulsionada sociedad guerrerense, en donde prevalece la falta de oportunidades, el asesinato de ciudadanos, la alta incidencia de la delincuencia, está orillando a miles de jóvenes a integrarse a las filas del crimen organizado y muchos otros a buscar una salida falsa en el suicidio.
La forma de gobernar de nuestras autoridades en que se privilegia el saqueo, la corrupción, la impunidad y el enriquecimiento ilícito, a costa de brindar mejores oportunidades de empleo a los jóvenes que se encuentran a la deriva, propicia que muchos de ellos victimas del rompimiento del tejido social, por el asesinato de uno de sus padres.
Son cientos de asesinatos que están sucediendo en el estado de Guerrero, por la falta de sensibilidad de las autoridades y porque nuestras corporaciones policiacas, funcionarios y líderes de partidos políticos están coludidos con las mafias del narcotráfico, lo que ha derivado en la descomposición social que afecta a miles de guerrerenses, que se encuentran expuestos a los secuestros por una mísera cantidad, a un asesinato a manos del crimen organizado si no acceden a sus pretensiones.
Es una forma de gobernar aberrante, pero también es cierto que quienes dictan las política<s son los jefes del crimen organizado, porque han sido ellos los que han financiado a diputados, alcaldes y líderes de organizaciones armadas y sociales, en contubernio con quienes están al frente de los principales puestos del gobierno.
Prometieron “Orden y Paz” y no cumplieron, ya que ello sólo se observa en los panteones que están atestados de victimas del crimen organizado y con cientos de jóvenes que no encontraron ninguna solución a sus múltiples problemas y a la falta de atención en el hogar.
Los jóvenes están a mercede del crimen organizado, pero también lo están miles de niños, adultos y mujeres, que han sido víctimas del crimen organizado. Son miles de niños que se han quedado sin padre o madre, y que sólo les espera la oportunidad del crimen organizado, la prostitución, las drogas, el alcohol, y son también los que pasarán a integrase a las células de la industria del secuestro, la cual deja buenos dividendos, a secuestradores, funcionarios y policías.
De acuerdo con especialistas en el tema, muchos suicidios se producen en una fase de mejoría, cuando la persona tiene la energía y la voluntad para convertir sus pensamientos desesperados en una acción destructiva. No obstante, una persona que alguna vez haya tratado de suicidarse no tiene por qué estar necesariamente siempre en riesgo. Los pensamientos suicidas pueden reaparecer, pero no son permanentes y en muchos casos no vuelven a reproducirse.
Se calcula que cada año se cometen 900 000 suicidios. Esto significa una muerte cada 40 segundos. El suicidio se encuentra entre las tres primeras causas mundiales de muerte en personas de 15 a 44 años.
No se pueden prevenir todos los suicidios, pero sí la mayoría. Tanto a nivel comunitario como nacional, se pueden tomar varias medidas para reducir el riesgo, entre ellas las siguientes: reducir el acceso a los medios para suicidarse (pesticidas, medicamentos, armas de fuego, etc.); tratar a las personas con trastornos mentales, y en particular a quienes padecen depresión, alcoholismo o esquizofrenia; seguimiento de los pacientes que han cometido intentos de suicidio; fomentar un tratamiento responsable del tema en los medios de comunicación; formar a los profesionales de la atención primaria de salud.
A un nivel más personal, es importante saber que sólo un escaso número de suicidios se producen sin aviso. La mayoría de los suicidas dan avisos evidentes de sus intenciones. Por consiguiente, deben tomarse en serio todas las amenazas de autolesión. Además, la mayoría de las personas que intentan suicidarse son ambivalentes y no buscan exclusivamente la muerte.
Guerrero a la deriva

Guerrero está a la deriva, estamos ante una sociedad, petrificada, destruida y maltrecha por el asesinato de integrantes del seno familiar. Es una descomposición latente, burda y tenebrosa, porque el asesinato de una persona significa que en su entorno se estará produciendo a futuro  una descomposición social que derivará en que uno de los integrantes de esa familias será un futuro integrante del crimen organizado.
No existe una política que atienda el problema, por el contrario se incentiva este tipo de descomposición porque así le conviene al gobierno, porque se pretende tener en shock a la sociedad para que no proteste ante la entrega de los recursos naturales a empresas transnacionales derivado de las mal llamadas reformas estructurales.
La guerra contra el narco fue una política dictada desde las altas esferas de las transnacionales de Estados Unidos y de la CIA, para que sólo así se pudieran hacer las propuestas de reformas para que todas las riquezas nacionales se entregasen a los más ricos a nivel mundial, pagando los mexicanos y los guerrerenses un precio alto que ha llevado a miles de personas al suicidio. Y Héctor Astudillo es uno de los más grandes responsables, porque su política ha consistido en destruir a las policías comunitarias, las únicas que han ofrecido seguridad a los miles de ciudadanos que transitan por el estado de Guerrero.
Astudillo ha permitido que los cárteles actúen en total impunidad, con él han proliferado los secuestros, los asaltos a mano armada, los levantones, los secuestros exprés, las extorsiones. El sabe quiénes financiaron su campaña y por ello se muestra apático y simula gobernar una entidad llena de autoridades que nadan en el estiércol
Según la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio, en  los últimos 45 años las tasas de suicidio han aumentado en un 60% a nivel mundial. El suicidio es una de las tres primeras causas de defunción entre las personas de 15 a 44 años en algunos países, y la segunda causa en el grupo de 10 a 24 años; y estas cifras no incluyen los tentativas de suicidio, que son hasta 20 veces más frecuentes que los casos de suicidio consumado.
Se estima que a nivel mundial el suicidio supuso el 1,8% de la carga global de morbilidad en 1998, y que en 2020 representará el 2,4% en los países con economías de mercado y en los antiguos países socialistas.
Aunque tradicionalmente las mayores tasas de suicidio se han registrado entre los varones de edad avanzada, las tasas entre los jóvenes han ido en aumento hasta el punto de que ahora estos son el grupo de mayor riesgo en un tercio de los países, tanto en el mundo desarrollado como en el mundo en desarrollo.
Los trastornos mentales (especialmente la depresión y los trastornos por consumo de alcohol) son un importante factor de riesgo de suicidio en Europa y América del Norte; en los países asiáticos, sin embargo, tiene especial importancia la conducta impulsiva. El suicidio es un problema complejo, en el que intervienen factores psicológicos, sociales, biológicos, culturales y ambientales.
Intervenciones eficaces
Las estrategias que contemplan la restricción del acceso a métodos comunes de suicidio, por ejemplo armas de fuego y sustancias tóxicas como plaguicidas, han demostrado ser eficaces para reducir las tasas de suicidio, no obstante lo cual se deben adoptar enfoques multisectoriales con muchos niveles de intervención y actividades.

Los datos disponibles demuestran de forma contundente que la prevención y el tratamiento adecuados de la depresión y del abuso de alcohol y de sustancias reducen las tasas de suicidio, al igual que el contacto de seguimiento con quienes han intentado suicidarse.

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