Editorial
Grave
la Bulimia
La
bulimia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria que consiste en una
falta de control sobre la comida, con una ingesta de grandes cantidades de
alimentos en un corto periodo de tiempo (atracones), acompañada por conductas
compensatorias como consumo excesivo de laxantes o vómitos autoinducidos, lo
que la diferencia de otros trastornos de la conducta alimentaria como la anorexia
nerviosa. El enfermo mantiene estas conductas en secreto, por lo que
a veces es difícil que las personas de su entorno detecten el problema.
La
bulimia, junto con la anorexia nerviosa, constituyen los trastornos de la conducta
alimentaria de más rápido crecimiento en la población joven, caracterizados por
un conjunto de comportamientos dirigidos a conseguir o mantener lo que el
paciente considera como peso aceptable, siguiendo unas dietas totalmente
irracionales y con un angustioso miedo a engordar.
Un
“período corto de tiempo” significa aquí un período de tiempo limitado,
generalmente inferior a dos horas. A pesar de que el tipo de comida que se
consume en los atracones puede ser variada, generalmente se trata de dulces y
alimentos de alto contenido calórico (como helados o pasteles).
Los
individuos con este trastorno se sienten generalmente muy avergonzados de su
conducta e intentan ocultar los síntomas. Los atracones se realizan por lo
normal a escondidas o lo más disimuladamente posible. Los episodios pueden o no
haberse planeado con anterioridad y se caracterizan (aunque no siempre) por una
rápida ingesta del alimento.
Los
atracones pueden durar hasta que el individuo ya no pueda más, incluso hasta
que llegue a sentir dolor por la plenitud. Los estados de ánimo disfóricos, las
situaciones interpersonales estresantes, el hambre intensa secundaria a una
dieta severa o los sentimientos relacionados con el peso, la silueta y los
alimentos pueden desencadenar este tipo de conducta.
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