Por Sin Concesiones
Chilpancingo, Gro.- Las derrotas sufridas por el PRI
en varias gubernaturas en las pasadas elecciones, puso de manifiesto que las
acciones de un grupo de facinerosos encabezados por Manlio Fabio Beltrones y
Manuel Añorve Baños, a nivel nacional, y
Héctor Astudillo, Cesar Armenta Adame y Julio Cesar Morales Díaz, a nivel
local, siempre llevarán por mal camino a un partido que se pudre momento a
momento.
En el estado de Guerrero impusieron a un pillo, que se
siente amo y señor de la voluntad de los guerrerenses, a un tipo autoritario,
vengativo corrupto y rapaz, que gobierna con un discurso hueco, que la traición
es su arma principal, y que tiene al pueblo de Guerrero al borde del colapso.
El gobernador Héctor Astudillo Flores, ha generado
inestabilidad en la ciudad de Chilpancingo, al grado de querer imponer como alcalde interino a su achichincle, Cesar
Armenta Adame, y para ello cuenta con el apoyo del regidor de Obras Públicas,
Julio Cesar Morales Díaz, un personaje traidorzuelo, arribista y falto de
escrúpulos, que maniobra a sus anchas para generar caos y problemas a Marco
Leyva.
El regidor Julio Cesar Morales Díaz, fiel operador de
Marco Cesar Armenta Adame, cree que a base de traiciones puede llegar a ser
diputado local, que filtrando información a los medios de comunicación sobre la
administración de Marco Leyva, obtendrá ganancias al por mayor con el apoyo del
gobernador Héctor Astudillo, quien le ha destinado importantes recursos
económicos para su gestión mientras que los demás regidores sólo administran la
suciedad que hay en el Ayuntamiento.
Julio Cesar Morales Díaz y la regidora Sara Pablo,
tienen en su nómina a un sinnúmero de aviadores, que son personajes de la más
baja ralea, que únicamente se dedican a cobrar cada quincena y andan de lame
botas, sin generar ningún beneficio a la población, además de que son
utilizados para programas de barrido y, limpieza en las calles y comunidades de
Chilpancingo
Pero Morales Díaz también utiliza para sus aviesos
fines a la regidora Sara Pablo, a quien invita a sus diferentes actos, pero a
quien pretende sacar del camino para tener vía libre a la diputación local, la
cual seguramente perderá porque la gente no olvida las traiciones ni las
mentiras de personajes simplones que sólo buscan el beneficio personal.
La salida de Manuel Añorve Baños y Manlio Fabio
Beltrones, es un duro golpe a las aspiraciones del gobernador Héctor Astudillo,
quien fue impuesto por esos siniestros personajes, pero además es un golpe
también en contra de Julio Cesar Morales Díaz, quien con esta acción ve cómo se
van diluyendo sus ambiciones de pompa y poderío.
El regidor de Obras, desde su llegada a la alcaldía se
ha dedicado a realizar una campaña política, recorriendo las colonias y
comunidades creando división y encono entre los ciudadanos, pero no se ha
preocupado por resolver la problemática de la ciudadanía, no ha generado una
sola obra, no ha contribuido a generar “paz y orden”, sino todo lo contrario. Y
las traiciones se pagan. Piensa que es fácil “chamaquear” a la gente, pero sólo
ha creado enemigos gratuitos.
En su mente cochambrosa y llena de estiércol, cree que
los sueños del grupo de Astudillo de imponerlo como diputado local y a Cesar
Armenta Adame como alcalde del municipio, se van a cumplir. Las cuentas se las
van a cobrar, porque además no se puede apoyar a un hombre falto de palabra que
además se ha estado enriqueciendo a costa del erario público.
La arrogancia de Astudillo de imponer como alcalde a su maletero Cesar
Armenta Adame, no se va a cumplir, porque él único merito de ese personaje es
hacerla de tonto cuando pretenden los ciudadanos conseguir una audiencia con el
desgobernador.
Morales Díaz ha calificado a sus compañeros regidores
como unos tontos, a los cuales se les puede engañar con facilidad, su
lambisconería con Astudillo, ha generado un trato desigual del gobernador con
los integrantes del cabildo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario