*Chiapas, Oaxaca y Guerrero
concentran la mayor población infantil en extrema pobreza
Por Arturo de Dios Palma y Alejandra
Natalia
Chilapa de Álvarez, Gro.-
Si no fuera por el festejo que les realizaron en sus escuelas, para Esmeralda,
Iris, Anabela, Jesús y Alexander -pequeños que viven en la carencia, en la
marginación y con la necesidad trabajar para apoyar a sus padres a obtener un
poco de dinero para comer- el Día del Niño les pudo haber pasado inadvertido.
Los cinco chicos son hermanos, todos hijos del matrimonio integrado por
Irma Hernández Tepezco y Jacinto Hermenegildo Chávez. También todos viven en
una casa que está montada sobre un cerro que pone límites a la cabera
municipal.
La pequeña construcción, donde viven los siete, tiene paredes
compuestas por pedazos de láminas, con piso de tierra y sin luz eléctrica ni
agua potable, sin ninguna cama en buenas condiciones. Tres piedras conforma su
estufa. Sin embargo, desde ahí (la colonia Buenos Aires), la vista es
inmejorable, se puede mirar completa esa ciudad que ofrece todos los servicios
que carecen.
Ninguno de los cinco niños es mayor a los 12 años. Todos aún tiene la
inocencia en su mirada.
A la una de la tarde, hora de la plática, los chicos regresaban de la
escuela. Todos subían juntos el cerro empinado. A la cabeza, venía Esmeralda,
la mayor de todos, junto con ella Brenda, Jesús y Alexander. En casa ya estaba
Anabela.
A esa hora ninguno de sus padres se encontraba en su casa. Jacinto, el
padre, se encontraba trabajando de albañil en una colonia al otro lado de la
ciudad. La madre, Irma, había salido a un mandado. La señora este día no
recogió arena de surco que dejó lo que era el río Ajolotero. Pero un día antes
lo hizo con Esmeralda, Iris y Anabela, las mayores: recogieron un metro de
arena el cual esperan vender pronto.
También a esa hora, contó Esmeralda, sólo tenía en el estómago unos
pocos frijoles y tortillas, que había sido su almuerzo. Probarían bocado hasta
las seis de la tarde, al regreso de su padre del trabajo.
La vida de estos cinco chicos aparentemente pasa tranquila. Se
divierten con pedazos de juguetes que se ven tirados a los alrededores de la
casa. También se divierten jugando fútbol en una planicie que está en la cumbre
del cerro. Pero también se les pasa el tiempo haciendo sus quehaceres como
lavar trastes, barrer o hasta ayudar a acarrear agua y, cuando es necesario,
apoyar en el trabajo a sus padres, como este día que recogieron un metro de
arena.
También juegan en la unidad deportiva que está al otro lado de la
ciudad, porque a la que tienen a unos metros, la nueva llamada La Playita, no
les permiten el acceso.
Después de eso no hay nada más en qué se diviertan. No tienen
televisor, mucho menos una computadora con internet. Los niños, dicen los
grandes pensadores, son el futuro, pero para Esmeralda, Iris, Anabela, Jesús y
Alexander, el futuro no se ve claro.
Este 30 de abril, sólo lo celebraron en sus escuelas; en casa, dicen,
no hubo nada especial este día.
Chiapas, Oaxaca y Guerrero concentran
la mayor población infantil en extrema pobreza
El informe Estudio pobreza y derechos sociales de niñas, niños y
adolescentes en México 2012-2014, que realizó el Consejo Nacional de Evaluación
de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y el Fondo para la Infancia de
las Naciones Unidas (Unicef), sección México. Indica que entre la población
indígena infantil que va de los 0 a 17 años el 78% viven en la pobreza. Los
tres Estados que más concentran población de menores en situación de pobreza
son: Chiapas con un 82.3%, Oaxaca con un 72.6% y Guerrero con un 72%.
Más de la mitad de la población menor de 18 años en México vive algún
tipo de situación de pobreza. Dicho en otros términos 1 de cada 2 niños, niños
y adolescentes en México era pobre en el 2014. La Unicef señala que 4.6
millones de niños y adolescentes (11.5% del total de menores) enfrentaban
condiciones de pobreza extrema en 2014. La población entre 2 y 5 años son
quienes mas sufren los estragos de la pobreza y esta tiene secuelas graves en el
desarrollo pleno de los infantes.
El Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas destaca en su informe
que un punto central para erradicar la pobreza es la inversión en la
investigación en la infancia y textualmente estipulan: “es necesario invertir de
manera oportuna, eficaz y sostenible en las niñas. niños y adolescentes, para
minimizar, e incluso prevenir otros problemas económicos y sociales; problemas
que van desde la delincuencia juvenil, hasta la maternidad adolescente y la
violencia doméstica y social”.
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