Chilpancingo, Gro.- La Secretaría de Salud de
Guerrero con asesoría y apoyo de la Secretaría de Salud del gobierno federal a
través del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de
Enfermedades (Cenaprece), desde el 5 de mayo pasado inició el Plan de
Fortalecimiento para la Contención del Dengue y Chikungunya, previo a la
temporada de lluvias, para lo que fueron contratados 300 trabajadores más para
el área de Vectores y se llevan a cabo acciones intensivas de control larvario.
Este Plan de Fortalecimiento
tendrá una duración de ocho semanas, hasta el 5 de julio y consiste en trabajar
de manera focalizada en Acapulco y las regiones Costa Grande y Costa Chica, y
se suma a las intervenciones permanentes anuales en materia de prevención
contra el dengue que aplica la dependencia estatal.
A la fecha se han hecho los
trabajos de acuerdo a la programación, cumpliendo las metas semanales con la
abatización de 68 mil 840 viviendas, el rociado de 22 mil 560 casas y la
nebulización espacial vespertina con camionetas en 21 mil 666 hectáreas en
las tres zonas señaladas de la entidad.
Asimismo el 11 de mayo inició la
aplicación aérea matutina de insecticida con avionetas en Ixtapa, Zihuatanejo y
Acapulco, con una meta por semana de cuatro mil hectáreas en Acapulco, y mil
500 en Ixtapa y Zihuatanejo durante un mes, con el uso de insecticida seguro y
no tóxico.
Para lo anterior se adquirieron
240 tambos de 200 litros del mismo para nebulización espacial, 30 toneladas de
abate y cinco toneladas de insecticida para rociado intradomiciliario.
El director de Epidemiología y
Medicina Preventiva estatal, Rufino Silva Domínguez dio a conocer que se están
leyendo 12 mil ovitrampas semanales, para conocer cómo se comporta el vector en
cuanto al número de huevecillos que desova, lo que permite trabajar con mayor
eficacia y prontitud.
Explicó que a los 12 días, los
maromeros se convierten en moscos aedes aegypti y albopictus, por lo que se coloca el abate o
pastillas spinosad, que reparten los trabajadores de Salud en los domicilios a
fin de evitar la reproducción.
Dijo que se acaban de adquirir 20
máquinas térmicas para Acapulco y la Costa Grande, parecidas a las motomochilas,
pero más potentes y pidió a la población que dejen entrar a los trabajadores de
vectores, previamente identificados a sus casas.
“Y cuando pase la camioneta
rociando, deben abrir puertas y ventanas, puesto que la niebla penetra 120
metros aunque no lo veamos”, agregó.
Precisó que el Comité Clínico de
Expertos del Estado capacitó a médicos y enfermeras sobre el cuadro febril y
tratamiento de esta nueva enfermedad llamada Chikungunya y el manejo de riesgo,
mientras que personal de los centros de Salud imparten pláticas informativas a
los ciudadanos sobre prevención, síntomas y causas del padecimiento.
La Secretaría de Salud también
contrató 150 vectores para Acapulco y 150 para Costa Chica y Costa Grande, así
como 100 trabajadores previos eventuales y al inicio del año se concentraron
600, sumados a los 433 de personal de base, llegando a un total de mil 433 en
recurso humano en vectores para estos trabajos.
Cabe mencionar que en las siete
jurisdicciones sanitarias del estado se llevan a cabo actividades como talleres
comunitarios, orientación en visitas domiciliarias, eliminación masiva de
criaderos, desarrollo de entornos saludables, desfiles y horas de perifoneo con
información de las medidas preventivas e inspecciones por parte del Departamento
de Regulación Sanitaria en las escuelas, talleres mecánicos, vulcanizadoras,
autolavados, panteones e iglesias.
A diario se hace una revisión de
la plataforma de Chikungunya y dengue, la ponderación de los casos cada viernes
y estudios entomológicos a las áreas con situaciones probables, mientras que en
los aeropuertos y terminales marítimas de Ixtapa, Zihuatanejo y Acapulco se
cuenta con módulos de atención médica en caso de que algún pasajero presente el
cuadro febril.
Silva Domínguez aseguró que
se cuenta con abasto de paracetamol, Vida Suero Oral y antiinflamatorios para
los pacientes con estas enfermedades.
De igual forma se continúa con la
difusión de medidas preventivas de descacharrización, en coordinación con los
ayuntamientos, exhortando a la población a tirar los recipientes que ya no
ocupen, voltear o tapar recipientes que contengan agua, como tambos, cubetas,
tanques, mantener la casa limpia, colocar mosquiteros y pabellones, y usar
repelente para evitar picaduras del mosquito transmisor.
“Que la población conozca que es una
enfermedad que no mata, que tiene fases y en la primera fase aguda que dura de
cero a 10 días, la mayoría de los pacientes se cura. Un porcentaje pequeño
llega a la fase subaguda y después de los 10 días pueden presentar inflamaciones
en articulaciones, que van desapareciendo paulatinamente, por lo que pueden
tomar antiinflamatorios, pero el dolor es menos intenso”, resaltó.
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