Sin Concesiones
Por Armando Patrón
La declaración
del gobernador títere Rogelio Salvador Ortega Martínez en el sentido de que
asumía como propia la decisión de realizar un desalojo violento en el Puerto de
Acapulco en contra de los maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores
de la Educación, pone de manifiesto que tenemos en Guerrero a un gobernador
asesino, a un pelele afectó a la represión y a la violencia. Pero la orden
también vino de la Presidencia de la República que encabeza Enrique Peña Nieto,
otro matón.
Ellos son los
responsables de la muerte de Carlos Castillo Peña y de la violación a cuatro
mujeres de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación que exigen
justicia y pago de sus salarios devengados.
Desde su
imposición como gobernador, a pesar de no contar con mérito alguno, salvo la
consuetudinaria traición a los movimientos sociales y a su lambisconería con el
poder, el gobernador del estado se ha dedicado a desprestigiar y atacar a las
organizaciones sociales que demandan la aparición con vida de los 43
estudiantes de la Normal de Ayotzinapa.
En ningún
momento desde su arribo al poder gracias a Peña Nieto, se presentó en el
municipio de Iguala a esclarecer los hechos o se dedicó a investigar el
paradero de los estudiantes, su objetivo ha sido el de proteger el fascismo
aplicado por el gobierno de Peña Nieto en torno a los normalistas.
Rogelio Ortega
Martínez, es un gobernador que se presume de izquierda pero que en la práctica
se ha convertido en un defensor y protector de criminales del poder, ha
deshonrado a la Universidad Autónoma de Guerrero, pero además también ha
cumplido a cabalidad los acuerdos de siempre con el grupo Figueroa, que lo
apoyó desde sus pasos por la Federación Estudiantil Universitaria Guerrerense.
Está claro que
el silencio de los universitarios en torno a los excesos de uno de los suyos,
se debe también a que el Alma Mater ha sido infiltrada por el fascismo, por la
derecha encabezada por los actuales funcionarios y por un grupo de seudo
izquierdosos que siempre han hecho alianza con el PRI.
La defensa a
ultranza de la brutal represión en contra de los maestros por parte del
gobernador del estado Rogelio Ortega Martínez, no augura nada bueno, porque
para él es mejor matar a que se afecte a terceros, para él es mejor proteger el
torneo de tenis, que dialogar con los maestros. Y lo mejor es golpearlos y
asesinarlos para proteger la alicaída imagen de Acapulco que se encuentra
bañado en sangre.
Asume que debe
imperar el diálogo, pero Ortega Martínez jamás se ha prestado a ello, por el
contrario no ha buscado esclarecer los crímenes de los normalistas ni de
cientos de ciudadanos y empresarios a lo largo y ancho de la entidad, no ha
buscado resolver el problema de los maestros. Se la pasa de gira en gira
regalando limosnas a los pobladores como se lo ordena el guión del gobierno
federal.
Rogelio Ortega
Martínez y Enrique Peña Nieto, son los responsables del asesinato a mansalva
del profesor Claudio Castillo Peña, ellos ordenaron el desalojo y también la
brutal golpiza a los maestros.
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