jueves, 12 de marzo de 2015

Editorial

Vividores de la política se refugian en el Partido Humanista
Quiero decirles que aun cuando no arrancan las campañas proselitistas, el Partido Humanista, que oficialmente fue reconocido el pasado 9 de julio de 2014, como partido político por el Instituto Nacional Electoral (México), se encuentra en Guerrero envuelto en un grave escándalo de corrupción, que revela que en realidad está convertido en un verdadero botín de vividores de la política que ahora se refugian en dicho partido político.
El Partido Humanista es uno de los tres organismos políticos que entran este año a la contienda electoral, sin embargo, a unos días en que hayan electo como su abanderado a la gubernatura del estado al ex alcalde de Acapulco, Alberto López Rosas, se encuentra sumido no sólo en el escándalo de corrupción, sino en una marcada división, lo que le ha impuesto dificultades para poder nombrar a sus candidatos.
El responsable de que en el Partido Humanista permeé la corrupción, es de quien ostenta el cargo de su coordinador estatal, Miguel Hernández Garibay, quien se ha negado rendir cuentas ante los miembros de la dirigencia estatal, practicando una política financiera discrecional, donde reporta compras abultadas, con facturas alteradas, donde ha contado con la complicidad de Rocío Bravo y Abel Moreno, coordinadores de Finanzas de este Partido.

La militancia de este partido político y los pocos candidatos que ya han habilitado, señalan en contra partida, que no ha recibido ningún apoyo de parte de su dirigente estatal, quien al interior del partido, está practicando una política exclusionista y divisora, en vez de sumar a las diversas expresiones que en él confluyen.

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