El móvil de la matanza de octubre
El móvil principal
de la matanza de normalistas en Iguala, fue provocar una situación tan grave
para desbarrancar al PRD y sacarlo de la gubernatura, castigar por su traición
de abandonar al PRI, al gobernador Angel Aguirre Rivero, y debilitar al grupo
delincuencial “Guerreros Unidos” cuyos operadores eran el alcalde José Luis
Abarca y la primera dama María de los Ángeles Pineda Villa, principales
competidores del grupo delincuencial de Los Rojos, brazo armado de algunos
Alcaldes y caciques del PRI, y para ese fin, infiltraron en la Normal Rural
Isidro Burgos a expertos provocadores, y los enviaron a dirigir a un centenar
de estudiantes normalistas que sin saberlo, fueron enviados al matadero.
Todo fue planeado
con perversidad y de manera meticulosa. En la Capital Chilpancingo, todos los
funcionarios de seguridad incluyendo El Mando Único conocían el desplazamiento
hacia Iguala de los normalistas, sin embargo, desde el ayuntamiento de
Chilpancingo “alguien” dio la orden a los cuerpos policiacos de no responder al
Protocolo de Seguridad si desde Iguala se solicitaba. La orden dio resultado,
ya que la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, La Ministerial de la
Procuraduría de Justicia, La Policía Federal, y la Zona Militar ubicada muy cerca
de Iguala no intervinieron, pese a que la balacera duró desde la noche del 26 a
la mañana del 27 de octubre.
Para el proyecto
“Recuperación de Casa Guerrero” se aprovechó que se acercaba El 2 de Octubre y
era previsible que los estudiantes de la escuela normal Isidro Burgos de
Ayotzinapa, iniciaran sus movilizaciones para secuestrar camiones y obtener
recursos para financiar su viaje al Distrito Federal y participar en la
conmemoración. Por acuerdo entre caciques, algunos alcaldes y el grupo delincuencial
de Los Rojos, todos del PRI, repetirían lo ocurrido un año antes cuando
estudiantes de la normal fueron inducidos a boicotear el informe de la
presidenta del DIF municipal de Iguala María de los Ángeles Pineda Villa, sin
embargo, en éste octubre del 2014, había otras motivaciones medulares: sacar a
la Izquierda de Casa Guerrero y evitar que Abarca y María de los Ángeles
ocuparan una diputación federal y la alcaldía respectivamente, y con ello
evitar el fortalecimiento de Guerreros Unidos.
La primera dama de
Iguala sonaba para ser candidata por el PRD a suceder a su esposo y éste para
una Plurinominal Federal. Ella, ya había sido nombrada por el Comité Ejecutivo
Nacional del Sol Azteca (corriente Nueva Izquierda de los Chuchos) como
Consejera Nacional y eso significaba que el cártel de los Guerreros Unidos
acrecentaría su poder y desplazaría al de Los Rojos dificultando el regreso del
PRI a la gubernatura del Estado, por ello, desde el Caciquismo guerrerense
salió la orden de introducir radicales entre los estudiantes normalistas,
incendiar y provocar el mayor daño en edificios públicos y en su momento,
mantener aislada a la “Dama Imperial”, solo que Abarca fue informado con
oportunidad que los normalistas llegarían a Iguala y ordenó a su mando
policiaco detenerlos a como diera lugar con la ayuda de “Guerreros Unidos”.
Cabe señalar, que
sostener el poder en el estado de Guerrero significa mantener el control
geográfico y político de un corredor esencial para el trasiego de drogas. Por
ello y en su momento, los hermanos Beltrán Leyva controlaron al Estado durante
los gobiernos de Rubén Figueroa Alcocer, el mismo Angel Aguirre (siendo
interino) y René Juárez Cisneros, con los que pactaron por años: financiamiento
de campañas políticas como la del 2005, que les impusieran jefes y mandos
policiacos a modo, y con ello, lograr mantener un control férreo para impedir
que el Cártel del Golfo con los “Z” entraran a Guerrero, empero, a la entrada
de la Falsa Izquierda con Zeferino Torreblanca y la caída de los Beltrán, el
cártel que comandaban se dividió en grupos contrarios, entre ellos Los Rojos y
los Guerreros Unidos, este último grupo ligado a los Templarios cuya influencia
se da en Michoacán y Tierra Caliente en Guerrero.
Hoy el PRI, sin
importar la vidas perdidas de los normalistas hace cálculos para su regreso a
Casa Guerrero, y a las principales alcaldías, y ya prepara a “los de siempre”,
al vicecoordinador de los diputados federales, Manuel Añorve Baños, al alcalde
de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos y al diputado local y también ex candidato
a gobernador en 2005, Héctor Astudillo Flores, y a una lista larga de caras
conocidas para los Ayuntamientos, todos ligados con el cacique, autor
intelectual de la matanza de Aguas blancas, Rubén Figueroa Alcocer. *Editado por
José Antonio Sánchez.
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