*Exigen
que Rogelio Ortega les entregue cargos importantes a un grupo de facinerosos, criminales,
vividores, farsantes y traidores
Por Armando Patrón
Torres
Chilpancingo, Gro.-
Perdido por la ambición y guiado por el carácter inescrupuloso, maniobrero y
tramposo de David Jiménez Rumbo, el dirigente de facto del Partido de la
Revolución Democrática, Celestino Cesáreo Guzmán, ha enfocado a unos días de su
asunción como tal, sus críticas en contra del gobernador interino del estado,
Salvador Rogelio Ortega Martínez, con la finalidad, claro está, de negociar
prebendas en favor de la corriente perredista Grupo Guerrero, del ex empleado
de Servando Martínez, alias “La Tuta”.
El
crimen organizado está metido hasta las venas del Partido de la Revolución
Democrática, un partido que ha hecho de la impunidad su carta de presentación.
Y sí la impunidad se puso de manifiesto en el momento en que se eligió como
Presidente del PRD al ex alcalde de la Unión Carlos Reyes Torres, implicado en
el crimen de un priista, durante el conflicto poselectoral en el que su hermano
Crescenciano Reyes Torres, había ganado la alcaldía de La Unión.
Tampoco
se ha investigado a David Jiménez Rumbo cuando acompañado de sus guaruras, y
quien en ese entonces cobraba como Senador de la república, golpeó con un arma R 15 a unos jóvenes en las
afueras de un centro escolar donde estudiaban sus hijos, por parecerles
sospechosos. Jamás se le investigó por el delito de portación de armas de uso
exclusivo del Ejército y Fuerza Aérea.
Hoy
se confirman los rumores que corrían en los pasillos de la política. David
Jiménez Rumbo ha estado ligado al crimen organizado, el cual le ha financiado
su carrera política, además de que ha impulsado el trabajo partidario de sus
correligionarios en la Costa Grande de Guerrero.
Por
ese motivo y no por otra cosa, es que se le impidió que asumiera las riendas
del PRD en el estado de Guerrero, y no porque se oponga abiertamente a la
legalización del aborto.
Prepotente
y déspota como lo ha sido en su vida personal, el dirigente de Grupo Guerrero,
reta a la Procuraduría General de la República, que se le investiguen sus
posibles nexos con el crimen organizado, a sabiendas de que hay intereses
entendidos entre los partidos políticos y el poder, es decir, el pacto de
impunidad lo protege. La Procuraduría General de la República lo debería a
llamar a cuentas por el delito de portación de armas prohibidas, para acallar a
un tipo con ínfulas de matón, pero la
impunidad lo abraza.
Celestino
Cesáreo Guzmán, acusado de violencia familiar, por su ex esposa, por haberle
propinado una terrible golpiza, para después irse a consolar con una
periodista, toma a la izquierda para obtener prebendas y no para solucionar los
múltiples problemas de una sociedad ultrajada. Quiere vivir dentro de la
corrupción, dentro del crimen, dentro de las fauces de los asesinos.
Busca
que Salvador Rogelio Ortega Martínez, le entregue cargos importantes dentro de
la administración para seguir alimentando a un grupo de facinerosos,
criminales, vividores, farsantes y traidores, encabezados por David Jiménez
Rumbo.
El
PRD está abiertamente aliado a la derecha. El Pacto por México y el apoyo a las
investigaciones de la Procuraduría General de la República, sobre el caso
Ayotzinapa, así lo demuestran. A Celestino Cesáreo Guzmán no le interesa buscar
el poder desde abajo, sino convivir con él y obtener jugosas ganancias mediante
unas criticas rancias y sin sentido en contra de Salvador Rogelio Ortega
Martínez.
Celestino
Cesáreo Guzmán, acusado de violencia familiar, por su ex esposa, por haberle
propinado una terrible golpiza, para después irse a consolar con una
periodista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario